El caso del guardaespaldas "no oficial" (es decir, un matón) del presidente francés, Emmanuel Macron, se convierte en un escándalo estatal. Benalla, que fue despedido por haber sido brutal en el ejercicio de sus funciones, es, sin embargo, el ejemplo mismo de la infiltración de las más altas esferas del poder francés por los servicios de inteligencia marroquíes.
De hecho, fuentes informadas han revelado en Algerie patriotique que el ya ex jefe de gabinete de la misión del Presidente Macron es, en realidad, un agente de la DGED marroquí. Alexandre Benalla ha ascendido en las filas de forma lenta pero segura desde que fue introducido en el funcionamiento del Partido Socialista por el ex ministro de Educación, Najet Vallaud Belkacem, ella misma subordinada a Rabat, junto a Rachida Dati, Myriam Al-Khomri, Audrey Azoulay y muchos otros.
El caso de Alexandre Benalla expone la estrategia del Majzen en Francia y revela el trasfondo de la determinación de los líderes franceses de todas las obediencias - PS, Les Républicains, La République en Marche - de apoyar a la monarquía alauita y de cubrir las escapadas y los excesos de Mohammed VI. Es que el régimen monárquico de Rabat siempre ha tenido un pie en las más altas esferas de poder en Francia y, desde hace algún tiempo, dentro de la Unión Europea, donde cuenta con muchos grupos de presión pagados con el dinero del pueblo marroquí desfalcado por la familia depredadora reinante protegida por París.
Las escapadas del matón "a cargo de la misión" en el Elíseo pusieron en aprietos a Emmanuel Macron. Pero el bombo mediático sobre este personaje que salió de las sombras por no sabe quién, ni con qué propósito, se centra a sabiendas en sus exacciones y excesos, pero ningún medio francés ha buscado conocer el secreto detrás de su ascenso meteórico de François Hollande a Emmanuel Macron, quien definitivamente lo tomó bajo su protección antes de que estallara este escándalo.
Francia está infestada de agentes secretos marroquíes que han accedido a las funciones más sensibles, hasta tienen acceso a los secretos mejor guardados. Y el caso de Alexander Benalla es sólo la punta del iceberg.
La misión de Alexandre Benalla
Alexandre Benalla, el guardaespaldas del presidente francés Emmanuel Macron filmado el 1º de mayo de 2018 mientras golpeaba junto a la policía francesa antimotines a dos personas, una mujer y un hombre, que acababan de participar en la manifestación que tuvo lugar aquel día en París, tenía como misión la creación de un equivalente francés del US Secret Service.
El US Secret Service o Servicio Secreto, agencia dependiente del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security), se encarga de la protección del presidente y de las altas personalidades estadounidenses. También participa en la lucha contra el terrorismo y la falsificación de moneda.
El presidente francés Emmanuel Macron ya había creado en la presidencia de la República una «Task Force» (sic) de lucha contra el terrorismo bajo la dirección del prefecto Pierre Bousquet de Florian.
Con sólo 26 años, Alexandre Benalla, presentado por la prensa argelina como vinculado a los servicios de inteligencia de Marruecos, estaba destinado a dirigir el futuro Secret Service de la presidencia de la República Francesa.
Las imágenes que muestran a este colaborador cercano del presidente de Francia golpeando a dos personas después de la manifestación del pasado 1º de mayo y la tolerancia comprobada de los superiores de Benalla, incluyendo al presidente Macron, a pesar de que conocían el comportamiento brutal de Benalla, han desatado una ola de duras críticas contra los servicios de la presidencia de la República y el actual gobierno francés.
Un 'viejo amigo' de la Guerra Fría, uno de los principales aliados de Rusia en África. Por eso Argelia se ha convertido en “objetivo” a desesteabilizar
Rusia y Argelia tienen economías parecidas desde el punto de vista de su estructura. Esta es la razón por la que ambos países cuentan con un amplio recorrido para desarrollar su cooperación en el ámbito económico, declaró en una entrevista para Sputnik el embajador de Rusia en Argelia, Yuri Beliáev.
"Si anteriormente Argelia obtenía sus ganancias en divisas extranjeras al extraer y vender el petróleo y el gas, ahora los argelinos están tratando de diversificar su economía. Pienso que Rusia, que tiene una considerable experiencia en este ámbito, podría compartirla con Argelia", declaró el diplomático.
Según Beliáev, ambos países pueden crear empresas conjuntas especializadas en la producción de equipos y equipamiento. Rusia podría ayudar a Argelia a establecer su propia base para la producción de equipos agropecuarios. Moscú y Argel también podrían cooperar en ámbitos relacionados con la investigación geológica y la extracción de minerales. Además, los proyectos económicos implementados en la época de la URSS necesitan ser modernizados y Rusia puede ofrecer ayudar a Argelia a la hora de realizar estos trabajos.
"Según algunas estimaciones, Argelia es capaz de convertirse en el tercer país del mundo con mayores reservas de gas y petróleo de esquisto. Es probable que la Administración argelina elija precisamente este camino y por eso las empresas rusas junto a sus competidores extranjeros pueden participar en la exploración de sus yacimientos", recalcó.
Asimismo el embajador también recordó que la empresa rusa Gazprom y la compañía argelina Sonatrach ya están cooperando en el ámbito del petróleo y el gas.
"El Gobierno argelino actualmente está preparando una nueva ley sobre hidrocarburos y esperamos que su aprobación empuje el desarrollo de la cooperación en la esfera energética", aseveró Beliáev.
Recientemente el ministro de Industria de Argelia, YoucefYousfi, visitó la exposición Innoprom 2018, que se celebró en la ciudad rusa de Ekaterimburgo. Durante esta visita el ministro estuvo acompañado por una delegación de calado que incluía los directores de empresas estatales y famosos emprendedores. Todos ellos no solo vieron la exposición, sino que también participaron en reuniones de alto nivel y visitaron la fábrica rusa Uralvagonzavod —especializada en la producción de equipos militares y equipos ferroviarios— para debatir sobre la implementación de varios proyectos en la esfera civil.
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