jueves, 15 de marzo de 2018

VOLVIERON LOS ESCUADRONES DE LA MUERTE A RÍO COMO EN 1964



El asesinato de una concejal que se opuso a la intervención militar de Río conmueve a Brasil

Marielle Franco, de 38 años, era una activa militante por los derechos de la mujer nacida en una favela y denunciaba la violencia policial en esa ciudad.


La intervención militar en Río de Janeiro ya se cobró sus primeras dos víctimas, una concejal y el conductor del auto en que viajaba. Si bien no se puede acusar directamente a efectivos enviados por el gobierno de Michel Temer, el 16 de febrero y a cargo del general Walter Souza Braga Netto, el crimen se inscribe en el marco de ese proceso represivo iniciado con el argumento de apaciguar a una de las ciudades más violentas del mundo. Y generó una gran conmoción en Brasil. Es que la concejal Marielle Franco era una activa militante del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y no solo se opuso a la militarización sino que acababa de denunciar una operación en una favela a través de las redes sociales. "El 41 Batallón de la Policía Militar está aterrorizando y violentando a los habitantes de Acarí (..). Es algo que ocurre desde siempre y con la intervención es peor", escribió el sábado pasado.
Puede decirse que Marielle Franco es hija de un proceso de empoderamiento de las mujeres pero sobre todo de los habitantes de las favelas en estos últimos años. Nacida en el complejo de Maré, una de las zonas más difíciles de la ciudad, se había graduado en Sociología y tenía una maestría en Administración Pública.
En su carrera política fue asesora del diputado estadual Marcelo Freixo, quien en 2011 dirigió una comisión parlamentaria (CPI) que investigó el tráfico de armas, con lo que se ganó no pocas amenazas de muerte. Freixo alcanzó cierta fama al frente de la CPI y en ese rol se convirtió en fuente de inspiración para un personaje de la película Tropa de Elite, de José Padilha. Franco resultó la quinta con más apoyo electoral para el cargo de concejal (vereadora, en portugués) en 2016 y hace dos semanas asumió la Comisión de la Cámara de Concejales de Río de Janeiro encargada de vigilar la actuación de las tropas de intervención.
Los detalles de cómo se registró el asesinato, en el que también resultó víctima el conductor del vehículo en que viajaba, Anderson Pedro Gomes, están en un comunicado del PSOL: "No podemos descartar la hipótesis del crimen político, o sea, una ejecución. Marielle acababa de denunciar la acción brutal y truculenta de la Policía Militar en la región de Irajá, en la comunidad de Acari. Además, las características del crimen, con un auto que se puso a la par del vehículo donde estaba la concejal, efectuando muchos disparos y huyendo enseguida, refuerzan esa posibilidad".
El escueto informe oficial dice que ciertamente el ataque se registró de un coche a otro en el centro de la ciudad cuando la mujer regresaba de un acto denominado "Jóvenes Negras Movimiento Estructuras" . Murieron ella y el conductor mientras que otra mujer que estaba en el asiento de atrás resultó herida.
"Queremos una investigación completa, queremos saber si esto es obra de las milicias, de una facción criminal o venganza contra la posición del partido", dijo el diputado Iván Valente, jefe del bloque de legisladores nacionales del PSOL. El PSOL es el partido que creció en Río de Janeiro denunciando el accionar de las milicias, los grupos parapoliciales que le disputan territorio a los narcotraficantes en las favelas.
El gobierno brasileño indicó en un comunicado que pondrá a la Policía Federal "a disposición para auxiliar en toda la investigación" del caso.
El gobernador del Estado de Río, Luiz Fernando Pezao,  y el alcalde evangélico Marcelo Crivella denunciaron respectivamente un acto de "extrema cobardía" y "un brutal asesinato". Amnistía Internacional, en tanto, exigió una "investigación inmediata y rigurosa, para que "no queden dudas sobre el contexto, la motivación y la autoría" del asesinato de la dirigente.
En un artículo publicado recientemente en la versión brasileña de Le Monde Diplomatique y titulado "Lo nuevo siempre viene", Marielle Franco hacía un profundo análisis de los avances logrados desde el encuentro inaugural, en 1975, del Centro de la Mujer Brasileira (CMB), la primera organización feminista de ese país. Y puntualizaba que dentro de un oscuro panorama en el que se fueron abriendo paso, el lugar de la mujer negra todavía había sido peor.
"En medio de tanta desigualdad, del racismo y el sexismo que insisten en violarnos, la llegada de la mujer negra a la institucionalidad sorprende. Nuestra presencia asusta a la complicidad masculina, blanca y heteronormativa", dice en un tramo. Para agregar luego: "irónicamente, si en 1975 las mujeres reunidas estaban en lucha contra la dictadura militar, ahora estamos enfrentando a un gobierno ilegítimo y a los golpes cotidianos que él promueve en nuestros derechos y en nuestras libertades." 

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