martes, 18 de noviembre de 2014


"Izquierda Unida es imprescindible para que haya un cambio político profundo"

Por Orencio Osuna | Tania Sánchez Melero ha presentado su candidatura en las primarias abiertas de Izquierda Unida de Madrid para encabezar la lista a la Comunidad Autónoma. La diputada madrileña reflexiona en esta entrevista sobre el futuro de IU y la posible convergencia con Podemos y otras fuerzas en el próximo ciclo electoral. (Fotos: Prudencio Morales)
| 18 Noviembre 2014 - 18:46 h.
Fotos: Prudencio Morales | Asamblea de Madrid
Fotos: Prudencio Morales | Asamblea de Madrid
La diputada madrileña Tania Sánchez Melero ha presentado su candidatura en las primarias abiertas de Izquierda Unida de Madrid para encabezar la lista a la Comunidad Autónoma. Por primera vez IU va a a elegir a sus cabezas de lista para el ayuntamiento madrileño y la comunidad por el procedimiento de elecciones primarias, en las que podrán participar todos sus afiliados y cualquier ciudadano que lo desee. A las primarias concurren diversos candidatos que confrontarán posturas y visiones distintas que conviven dentro de IU, en un proceso que no tiene precedentes en esa formación. Tania Sánchez y Mauricio Valiente, candidato a encabezar la lista municipal, comparten la plataforma "Recuperar la ilusión. Recuperar Madrid" y forman un "ticket" electoral conjunto. El momento en que se producen estas primarias-tras el descubrimiento de las tarjetas "black", la irrupción de Podemos y la reciente renuncia de Cayo Lara, hacen particularmente importantes estas primarias para el futuro de Izquierda Unida. Tania Sánchez en esta entrevista reflexiona sobre el futuro de IU y la posible convergencia con Podemos y otras fuerzas en el próximo ciclo electoral.

Orencio Osuna | Parece que toda la izquierda transformadora ha llegado a la misma conclusión: estamos ante un proceso de descomposición acelerada de régimen del 78…
Tania Sánchez Melero | Casi diaria.
Orencio Osuna | Casi diaria, es cierto, de hecho los sondeos, que mantienen secretos algunos centros de poder, detectan cada semana cómo crece la desafección ciudadana. Una crisis que, a su vez, abre una ventana de cambio en España para las fuerzas transformadoras. Madrid ha sido un modelo paradigmático de este ciclo de corrupción sistémica, de un modelo económico y social basado en la precariedad, en las privatizaciones, en la burbuja inmobiliaria, en la bajada de salarios… En las primarias de Izquierda Unida has presentado tu candidatura a encabezar la lista a la Comunidad de Madrid. ¿Cómó se concreta, a tu juicio, este proceso de cambio general en Madrid?

Tania Sánchez Yo creo que lo has explicado tú bien. Si algo es Madrid es el centro de un modelo de sociedad que ha quebrado y hace aguas por todas partes. Se trata de un modelo que era previsible que acabase por colapsarse. Durante casi 20 años, Madrid ha soportado una inmensa operación de marketing que ha supuesto una gran derrota de la izquierda y un gran triunfo de la derecha. El gran triunfo de la oligarquía sobre los ciudadanos sometidos ha sido lograr la hegemonía para  la idea de que los intereses de una minoría eran los intereses de todo Madrid. Mientras ellos se repartían la riqueza que generábamos colectivamente y posicionaban a Madrid en un mapa económico global para seguir alimentando los intereses de una minoría cada vez más minoritaria, el resto de Madrid, digamos, que era el carbón de la maquinaria. Ese carbón era el esfuerzo y sacrificio de las personas, de sus perspectivas de futuro, de la dignidad humana de la población madrileña. Y ha llegado un momento en que eso ha quebrado porque la gente ha dicho ¡basta!
Ya no hay posibilidad de convencer durante más tiempo a la gente con las monsergas de que “apretando el cinturón, saldremos de la crisis”, “trabajando juntos, podremos salir adelante” o que “Madrid es una suma de todos”, cuando en realidad todo el poder trabaja para los mismos, que son una minoría. Yo creo que Madrid tiene la capacidad de dar el primer golpe al Partido Popular, tiene la capacidad de generar un cambio radical en toda España. Pienso que Madrid puede ser una clave para ese cambio.
El cambio que viene en Madrid requiere de mucho más que un mero cambio de líderes
Ayer escuchaba a Tomás Gómez decir que su objetivo es que el PSOE sea la columna vertebral del cambio en Madrid. ¡Si el PSOE es la columna vertebral del cambio en Madrid no habrá cambio, no lo habrá! Ya lo hemos experimentado con Zapatero, ya lo experimentamos en el 78 con Felipe González, ya lo hemos experimentado tantas veces en que es evidente que con ellos no lo habrá. El cambio que viene en Madrid -con el marasmo de situación económica que nos han dejado-, requiere de mucho más que un mero cambio de líderes. Requiere de un despliegue de cambios por todos los espacios de la sociedad madrileña capaz de revertir un modelo de vida cotidiana que ha devenido en una especie de huida hacia adelante y supervivencia de la gente. Yo creo que en ese cambio IU tiene que jugar un papel vital, porque IU tiene el conocimiento de lo que ha sido la verdad y los intereses del poder en Madrid. Dispone del conocimiento y de la experiencia de lo que supuso una Transición en la que Madrid fue muy protagonista, con sus potentes movimientos ciudadanos en las periferias de la ciudad y en los barrios obreros de los cinturones industriales. Un movimiento popular que podría  haber sido protagonista de una transformación más profunda y que acabó frustrándose. Creo que IUM tiene el bagaje y el aprendizaje de lo que se hizo mal en aquel momento y que, ahora, nos puede permitir hacerlo bien para que podamos acometer una transformación real que realmente devuelva a este país a una línea democrática. Por tanto yo lo que quiero es representar a esa Izquierda Unida que conoce su pasado, que conoce sus errores y que, precisamente por eso, está más preparada para ser garantía de futuro.
Orencio Osuna | Hablas de un modelo fracasado en Madrid, pero en el horizonte tiene que haber un proyecto de cambio basado en propuestas, no sólo en la crítica de lo que ha sido el régimen corrupto de la Tangentópolis en Madrid, que afecta de manera transversal a todos los partidos políticos, a los sindicatos, a las instituciones -como vemos en el caso de las tarjetas "black" o la 'operación púnica'- y, paralelamente, ha empobrecido, aumentado las desigualdades y llevado al paro a muchas personas. ¿Piensas que en Madrid existen potencialidades suficientes para un cambio del modelo político, del modelo económico y productivo?

Tania Sánchez Absolutamente. Yo creo que una de las claves fundamentales de esta Tangentópolis fue la desindustrialización de Madrid. Fue una estrategia consciente de los poderes económicos y de la derecha para que todo lo que suponían los elementos de organización sindical en el ámbito de las industrias también desapareciera. A su vez hicieron una apuesta clara por desarticular todo lo que supuso durante mucho tiempo un municipalismo distinto y diferente, en los cuales la participación y la relación con la ciudadanía y la cohesión social la garantizaban en gran medida los ayuntamientos. Esas dos líneas -la desindustrialización y desmantelamiento de los espacios políticos de transformación directa- creo que son claves para entender lo que ha pasado en Madrid. Es cierto que el mayor problema que tenemos hoy en España y en Madrid es una deuda pública que lastra la capacidad de inversión de cualquier administración pública, y por lo tanto eso hay que resolverlo en una primera fase. La deuda pública hay que auditarla y buscar vías de moratoria y reestructuración, pero creo que esas auditorías deben servir para identificar aquellos aspectos no legítimos que no tienen porqué ser asumidos y repartidos entre todos los ciudadanos.
La deuda pública hay que auditarla y buscar vías de moratoria y reestructuración
Los presupuestos públicos llevan más de 10 años al servicio de las empresas más ricas y poderosas, con lo que han extraído de lo público han logrado hacer una carrera internacional. Como está pasando en lugares como Colombia y otros países, donde están las grandes constructoras madrileñas desarrollando el mismo Tangentópolis que están desarrollando aquí. Pienso que igual que los presupuesto públicos se han puesto al servicio y el reparto de beneficio de esas grandes empresas, esos mismos presupuestos y los recursos de esas mismas instituciones se deben poder poner al servicio de las mayorías sociales. El elemento central de nuestra propuesta política es generar una dignificación de la vida cotidiana en Madrid y para ello, sin duda, hay que volver a reindustrializar algunos ámbitos de la comunidad.
Cuando se habla de industria en estos tiempos posmodernos, siempre se tiende a pensar en fábricas feas y contaminantes que casi generan más problemas que soluciones, pero yo creo que posiblemente debamos inventarnos una nueva palabra para que la gente entienda que hay formas de reindustrialización y de apuesta por la investigación y el desarrollo en Madrid que no tienen porqué pasar necesariamente por el modelo clásico que generaba graves problemas de contaminación y demás servidumbres medioambientales.
Madrid tiene un enorme potencial productivo basado en su red de universidades públicas y en sus centros de investigación. Pero en vez de potenciar ese patrimonio con inversión pública la derecha ha querido recortar los presupuestos educativos y de investigación hasta ponerlos en un serio riesgo de paralización y deterioro. Yo creo que el sector público de Madrid puede ser la locomotora real de su economía, y no de esa especie de “bluff” que fue lo que defendía Esperanza Aguirre con sus políticas neoliberales basadas en la burbuja inmobiliaria y la transferencia de dinero público a las grandes constructoras.
Orencio Osuna | Una de las piedras angulares de las políticas neoliberales dictadas por la troika y las oligarquías locales es la privatización de los servicios públicos sanitarios y educativos. En Madrid esa política privatizadora ha tenido una voracidad y unos niveles de corrupción quizás sin parangón en el resto de España. La sociedad madrileña ha respondido de un modo masivo y contundente con la espectaculares Mareas ciudadanas, que han logrado bloquear algunos de los intentos confiscatorios del gobierno madrileño del PP. ¿Es necesario recuperar los servicios públicos tal como eran e impedir que continúe la transferencia desmedida de recursos públicos tanto al sector privado sanitario, como al educativo y otros?

Tania Sánchez Sin duda. Primero hay que denunciar una y mil veces el intento continuado de la Comunidad de Madrid de entregar al sector privado otros ámbitos y servicios que afectan a los derechos fundamentales de los ciudadanos. En Madrid, tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad, se están malvendiendo a fondos buitres las viviendas de protección pública. Este tipo de decisiones privatizadoras no persiguen en absoluto una estrategia de eficiencia de lo público tal y como pregonan. Me parece que en realidad lo que quieren es ofrecer nicho de negocio para aquellas empresas que con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ya no tienen otras posibilidades de obtener sus suculentos beneficios. Seguramente si el estrepitoso fracaso de las grandes operaciones como Eurovegas, las Olimpiadas o la construcción de hospitales privados es posible que estarían vendiendo vivienda pública. Por tanto, sí debemos revertir todo eso sin ninguna duda.
Ahora bien, debemos ser conscientes de que la reversión de determinados modelos de contratos  entre la administración y algunas empresas privadas no va a ser una pelea sencilla, y no hay que engañar a la gente. Las instituciones tienen una responsabilidad brutal, por un lado, de tener la voluntad de hacerlo, por otro, de encontrar  la vía legal y administrativa que lo haga posible sin un quebranto insoportable. Pero también será precisa una movilización ciudadana en las calles, que es a lo que me refería antes cuando decía que no debemos cometer los errores que se cometieron en la Transición. Si queremos democratizar la economía y la gestión pública, la gente debe formar parte de la participación y de la democracia y, por tanto, habrá que mantener el impulso de las mareas y de la vinculación de la ciudadanía, probablemente también para redefinir el sentido de lo público, para que la gente se apropie de lo público. No se trata, a mi juicio, de que por el hecho de que Izquierda Unida  crea en lo público defendamos una concepción burocrática de los servicios colectivos. También  tenemos la experiencia suficiente como para saber que sin un gran control y participación social una mera propiedad pública no garantiza cumplir su objetivo social. Yo defiendo la necesidad de que la ciudadanía se haga partícipe de un nuevo modelo de lo público y de un nuevo concepto de lo común,  en el cual realmente el ejercicio democrático garantice que, ni por la venta de las empresas privadas, ni por procesos burocratizadores, lo público se pueda poner en peligro.
Orencio Osuna | Lo que es indiscutible es que una alternativa en la Comunidad de Madrid requiere una mayoría social y electoral y en las instituciones...
Tania Sánchez Sin duda.
Orencio Osuna | Durante largos años esa institución ha estado gobernada por una derecha cuyo modelo político y económico ha entrado en barrena. Uno tras otro van cayendo, por una razón u otra, los protagonistas del gobierno de la derecha de esa etapa, que quizás esté concluyendo. Es posible que la base social que dio mayoría a la derecha, durante una etapa muy larga, ahora se esté desintegrando. IU se ofrece como alternativa, pero en el escenario hay fuerzas como Podemos, así como intentos de crear plataformas ciudadanas bajo distintas denominaciones que también proponen un cambio. ¿Cómo lo ves tú a nivel de la Comunidad Autónoma? ¿Crees que es posible que IU y otras fuerzas políticas lleguen a acuerdos después de las elecciones para conformar mayorías en las instituciones? ¿O crees que es necesario que la mayoría social que emerge se transforme también  en una candidatura común en las elecciones?

En IU hemos cometido errores y que no hemos sabido traducir un bloque social en bloque institucional
Tania Sánchez Yo creo que lo ideal en el ámbito teórico, sería que una mayoría social que está movilizada, que está activa, que está buscando una alternativa, fuese la protagonista de la construcción de una alternativa electoral. Eso sería lo ideal. Desde luego mucha gente que pertenecemos a IU hemos tratado de favorecer ese proceso desde 2012. Esa era la línea estratégica que aprobó la Asamblea Federal de IU, es decir, la construcción de un bloque social y político que trabaje en las calles de nuestro país por la construcción de una alternativa capaz de disputar el poder institucional y de abrir un proceso constituyente para el conjunto del país.
Es verdad que en IU hemos cometido errores y que no hemos sabido traducir un bloque social en bloque institucional. También existen hoy otras fuerzas políticas que han aparecido en el tablero con fuerza electoral, aunque está por verse si tienen la misma fuerza social que le atribuyen los sondeos.
Por tanto, lo que sería ideal en lo teórico tiene dificultades objetivas. La primera dificultad es que en los espacios en que se está dando ese proceso de construcción de la alternativa, son espacios municipales, y es razonable, porque la gente es capaz de imaginar un proyecto de vida distinta y de alternativa en lo inmediato en donde vive. En eso existe una diferencia respecto a la Comunidad de Madrid que mucha gente lo considera una cosa abstracta. La gente vive en su pueblo, su ciudad y en su barrio, y es ahí donde puede imaginar cómo redefinir el municipio, cómo recolocar a la gente que está sin trabajo, cómo reorganizar los servicios públicos que le afectan y cómo trabajar desde las instituciones para darle el protagonismo a sus iguales. Es más difícil dar el salto a una Comunidad, a un ámbito institucional abstracto como la Comunidad. Yo creo que es imprescindible hacerlo y que si avanza Ganemos Madrid en la ciudad quizás se pueda apostar porque avance también un proceso de convergencia política en la Comunidad.
Hay proyectos políticos que se ven muy crecidos en las encuestas y pueden pensar que lo mejor para ellos sería ir solos a las elecciones y aprovechar ese momento
Tenemos la dificultad, además, de que hay proyectos políticos que se ven muy crecidos en las encuestas y pueden pensar que lo mejor para ellos sería ir solos a las elecciones y aprovechar ese momento. Yo creo que se equivocarían si no entendiesen que sin el conocimiento, el bagaje y la trayectoria de algunos actores, este cambio no se va a dar o va a ser menos profundo o menos efectivo. Si finalmente no fuese posible hacer procesos de convergencia, yo creo que cada uno tiene que ser honesto y presentar su alternativa, con sus propios valores y propuestas, ante los electores. Después de las elecciones y en función de los resultados de cada uno será posible trabajar por una alternativa de cambio en la Asamblea de Madrid. Yo, que soy de Izquierda Unida, estoy segura de que nosotros seremos capaces al día siguiente de las elecciones de ponernos a trabajar para una alternativa global. Creo que IU competirá para tener un magnífico resultado que nos permita articular una alternativa, porque creemos que por otras vías va a ser más difícil hacerlo. Estamos en un momento, como tú  has dicho antes, que cada día prácticamente cambia el escenario.

Orencio Osuna | De todas formas en toda convergencia hay varios actores, cada cual con sus propios objetivos. Podemos ha decidido llegar a confluencias en plataformas ciudadanas a nivel municipal. Pero en el caso de las elecciones autonómicas se han inclinado por presentar candidaturas propias. Por tanto lo previsible en estos momentos es que en Madrid se produciría una competencia electoral entre Podemos e Izquierda Unida. ¿Tú crees que eso favorece realmente una mayoría social de cambio?
Izquierda Unida no se va a disolver
Tania Sánchez No. Creo que dividir, divide, y no suma. Yo creo que sumar, puede sumar, y puede multiplicar. En cambio, dividir resta. Habrá gente que lo tenga clarísimo, por unos motivos y por otros, y a la hora de optar entre Izquierda Unida y Podemos tomará su decisión independientemente si vamos unidos o no. Pero también pienso que hay una mayoría de personas que tendrá muchas dificultades para tomar una u otra decisión. Existe el riesgo de que la división pueda aumentar el voto  hacia otros espacios políticos que impidan el cambio. Eso es en mi opinión a día de hoy. De todos modos conviene tener presente que la situación es muy fluida y cambia cada día, por lo que no descarto que en diciembre mi opinión sea que es mejor ir separados porque así se suma más. O, por el contrario, que Podemos en diciembre es la que quiere ir en candidaturas conjuntas con IU y cambiamos las tornas. Creo que nadie tiene una bola de cristal para decir “esto va a pasar en estos términos”.
Yo de lo que estoy absolutamente convencida -y de eso no nos vamos a bajar- es que Izquierda Unida es imprescindible para que haya un cambio profundo y para que se abra una brecha que llegue a las Generales en condiciones de ganar. Pero no sólo en un ámbito electoral, sino de empezar a acabar con la hegemonía de la derecha en el país. Nuestra única línea roja es que Izquierda Unida no se va a disolver, esa es la línea roja. Todo lo demás es discutible con los iguales y estamos dispuestos a todo. Pero ni a disolvernos, ni a que nadie nos diga que Izquierda Unida es un problema, porque Izquierda Unida es imprescindible y yo eso lo tengo clarísimo.
Orencio Osuna | De todas formas creo que hay que hacer una reflexión, sin duda alguna, es la gran oportunidad de cambio. De hecho han pasado cosas muy serias, desde la abdicación del rey hasta la desaparición del escenario de gran parte de los protagonistas políticos…

Tania Sánchez Alfonso Guerra se ha ido hoy, ¿no?
Orencio Osuna | Sí Guerra, pero también Pujol, Rato, Rubalcaba, Gallardón… En este contexto, IU también está sufriendo el impacto de los cambios. Hasta las elecciones europeas Cayo Lara sostuvo que IU ya era la Syriza española y que, por tanto, sería el instrumento que iba a aglutinar a los actores del cambio en España. Sobre las primarias abiertas también llegó a descartarlas al decir que eso era un invento de la política americana. Es decir, IU se percibía así misma como la fuerza que aglutinaba los anhelos de cambio que van creciendo en la sociedad y no necesitaba de nuevas fórmulas. Aunque hubo un aumento importante de IU en las europeas, el ascenso de Podemos y el deterioro posterior de IU en las encuestas parece indicar que esa visión se ha deteriorado. Muchos electores -según los sondeos- e incluso en algunos sectores de sus afiliados, cunde la percepción de que esas expectativas se están esfumando.¿Han sido errores propios lo que ha llevado a IU a esto? ¿Ha habido una falta de conexión con esa corriente de cambio que estaba latiendo en la sociedad española? ¿No piensas que el pasado inmediato de IU puede ser un lastre para presentarse de nuevo como una alternativa de gobierno?
El propio coordinador, en las reuniones de los órganos de dirección que sucedieron a las europeas, reconoció que se habían cometido tres errores básicos
Tania Sánchez Yo creo que el propio coordinador, en las reuniones de los órganos de dirección que sucedieron a las europeas, reconoció que se habían cometido tres errores básicos. Uno, hay errores de comunicación evidentes y había que darle un cambio sustancial a las formas de comunicar de IU, y eso supuso un cambio en las direcciones relacionadas con ese ámbito. Dos, que el impulso de la convergencia no se había llevado en la línea que realmente se aprobó en la Asamblea Federal, y que se había llevado en una línea mucho más de coaliciones de partidos, y por tanto se desplaza al Secretario de Organización y se involucra en ese proceso a Alberto Garzón, y tres, que aunque la cultura política de Izquierda Unida y del Partido Comunista, digamos que mayoritariamente, no considera las primarias el mejor método de elección, hay un eje central de contradicción en este momento que es democracia como método de decisión. Eso debe ser así porque uno de los ejes fundamentales del conflicto político es que gran parte de la ciudadanía española entiende que el modelo de democracia vigente es una democracia que no es suficientemente participativa y que, por consiguiente, hay que involucrarse más en política. Resultaría absurdo que las instituciones llamadas a representar eso o a canalizar la participación de la gente como son los partidos, mientras no cambiemos una ley que prácticamente solo permite la participación electoral a los partidos, todo lo demás queda muy desdibujado, es absurdo que no nos abramos a procesos democráticos, además, claro está, de cambiar las leyes electorales para que existan otros mecanismos de participación y control ciudadano. Es por eso que en el mismo Consejo se dice sí a las primarias abiertas, se dice sí al impulso de la convergencia. Esas propuestas políticas se concretan con algunas decisiones organizativas como la elección de Alberto Garzón como responsable de las políticas de convergencia y proceso constituyente y de Clara Alonso como responsable de gestionar un cambio radical de los métodos de comunicación. Por tanto yo creo que por más que queramos preguntárnoslo en cada entrevista, esto está dicho, hecho y asumido, no por mí, ni por Alberto Garzón, o por Clara Alonso, sino que está asumido y dicho por el coordinador federal. Y a partir de ahí hemos de ser capaces de no salirnos de esa linde y de saber si con eso es suficiente.
Orencio Osuna | Puede que no sea sólo un error de comunicación, si no que se trata de un proceso político que afecta a toda una tradición política de la izquierda en Europa tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la URSS. Del mismo modo que la socialdemocracia ha perdido su fuerza transformadora, los partidos poscomunistas ha quedado reducidos a la irrelevancia. ¿ No será que está agotada la visión que late en el poscomunismo? Al fin y al cabo en IU está el PCE, con una tradición muy honorable y defendible, desde luego, pero con unas visiones y enlaces teóricos, históricos y retóricos, con una tradición política, que poco a poco va perdiendo peso en Europa.

Tania Sánchez No. Dos cosas diferenciadas: por un lado, las tradiciones de pensamiento y, por otro, las visiones. Sobre las tradiciones creo que, después de la caída del muro y todo el proceso de hegemonización del neoliberalismo, que las posiciones de los partidos comunistas clásicas se transforman profundamente y en Europa surgen diferentes formas de afrontar los cambios. Precisamente IU tiene el gran mérito de haber sido una propuesta pionera de ese proceso de renovación. Cuando IU se funda en el año 86 es una apuesta del PCE, que entiende que el eje fundamental de transformación ya no es exclusivamente la clase obrera, ni el sindicalismo y la visión puramente comunista de la política, sino las alianzas amplias y las mayorías sociales que disputen poder a las oligarquías. En el año 86 es verdad que se pierde el referéndum de la OTAN y que, a partir de ahí, es muy difícil todo porque se nace de una derrota. No sólo se pierde, por tanto, un referéndum sobre el ingreso en la OTAN, sino que significaba la posibilidad de romper o no con una línea política del PSOE, que ya vemos dónde ha acabado.
No creo que buena parte de los teóricos y dirigentes de Podemos tengan un ámbito de formación y reflexión muy distinto a los cuadros políticos de IU
Hoy yo no creo que buena parte de los teóricos y dirigentes de Podemos, tengan un ámbito de formación y reflexión muy distinto a los cuadros políticos de IU. Con mucha gente de Podemos compartimos referentes teóricos y pensadores provenientes de la tradición marxista y que los han redefinido y repensado para los momentos actuales. Yo escucho charlas y posiciones, participo en La Tuerka todos los días y creo que ahí no hay muchas referencias diferentes.
Lo que sí pasa, sin duda, es que cuando un país vive una crisis de régimen, entran en crisis sus instituciones, y algunas personas pueden pensar que las instituciones no son sólo las instituciones de poder. Las instituciones son todas, las de poder, las del contrapoder y las de la vida cotidiana. Los partidos políticos son instituciones: estén formando parte del bloque de poder o estén formando parte de los bloques de contrapoder, y por tanto Izquierda Unida también ha sufrido su crisis de régimen. Se trata, sobre todo, de una crisis que se refleja en un elemento generacional, no por la edad, sino por la cultura política que se está dispuesto a transformar o a no transformar. Pensar que IU no tiene una cultura política capaz de estar a la altura de los nuevos métodos y formas de hacer política, es desconocer la trayectoria de Izquierda Unida en los últimos 30 años. Es verdad que hay muchos compañeros y compañeras que siguen teniendo una tradición más férrea, pero también es verdad que las mayorías de cuadros de todo el territorio, han sido parte de los 15M, de las Marchas, están imbricados con nuevos movimientos sociales, entienden los lenguajes nuevos, se manejan en redes… Quiero decir que la cultura política de la base de IU, y de buena parte de sus cuadros medios, está muy conectada con lo que está pasando en España, con el modelo de Syriza en Grecia o del Front de Gauche en Francia o con un montón de procesos europeos. Me parece, por tanto, que nuestra tradición política no está agotada, sino que, por el contrario, frente a una socialdemocracia paralizada y absorbida por una posición neoliberal, la tradición de la izquierda transformadora en Europa, está sabiendo adaptarse con diferentes expresiones. Resulta lógico que en un proceso de adaptación a las nuevas condiciones siempre haya gente que se queda en el camino. Yo lo que deseo es que en IU, nadie se quede en el camino, y que todos lleguemos juntos a un saber estar a la altura de los tiempos históricos.
Orencio Osuna | De todas formas hay algunos elementos objetivables en la estrategia política concreta de IU: en Andalucía comparte el gobierno con el PSOE, en Extremadura ha permitido el gobierno en minoría del PP, en Asturias gobierna la minoría del PSOE. Por no hablar de las alianzas con el PSOE que se dan en muchos ayuntamientos de España…
Tania Sánchez No tantos.
Orencio Osuna | La verdad es que no tengo ese dato ahora mismo...
Tania Sánchez Muy pocos.
Orencio Osuna | ¿Cuál es la orientación de IU? ¿Cómo conecta todo esto con un proceso de convergencia con todas las fuerzas que quieren el cambio? ¿Es posible, como tú decías, atraer a ciertos sectores que quizás están anclados en un pasado heroico? También se puede pensar en que el mapa político que se está configurando en España se parezca al que se está consolidando en Grecia: una fuerza transformadora mayoritaria como es Syriza y un KKE muy minoritario.

Tania Sánchez Pero yo creo que hay una diferencia crucial en eso, y no es menor. El PCE que ha sido claro y apoya los procesos de convergencia y la posición política acordada en IU. Según creo no hay una división en IU que tenga que ver con la pertenencia o no al PCE, aunque yo no soy del partido, ni lo he sido nunca. Las contradicciones tienen que ver con otras cosas y se trata de problemas muy transversales en IU, como prueba el hecho de que, por ejemplo, Alberto Garzón es del PCE y yo no, y en cambio mantenemos unas posiciones comunes. Si existen distintas posiciones en IU ello no es debido a que unos pertenezcan al PCE y otros no. Otra cosa es lo que planteas de las contradicciones en la estrategia política de IU en los distintos territorios. En el caso Extremadura -lo he dicho decenas de veces-  pienso que la posición que adoptó la IU extremeña está fuera de las políticas que mantiene IU. Habrá que preguntarle a Cayo Lara algún día porqué no ha tomado decisiones más contundentes, pero, insisto, que no entra en la política de IU. Estar en el gobierno en Andalucía, en cambio, puede generar contradicciones, y sin duda las genera, pero está siendo una opción que persigue con seriedad no perder ni una sola oportunidad de avanzar en pequeñas transformaciones. Sin IU en el gobierno hay cosas que se están haciendo en Andalucía que no pasarían. Es verdad, sin embargo, que quizás somos poco duros en reconocer que el hecho de que haya cosas que se están haciendo bien, no elimina cosas que no se están haciendo bien y que eso, en mi opinión, hay que decirlo claramente. Por ejemplo, no se está haciendo bien que se recorten servicios o derechos de trabajadores o cualquier elemento de ese tipo que se está haciendo mal.  Pero, no creo que Susana Díaz hubiese sacado, sin la iniciativa de IU,  una Ley antidesahucios -que ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional porque el PP no puede soportar que se plantee que la propiedad privada no puede estar por encima de los derechos fundamentales. Susana Díaz tampoco habría hecho una ley cuya aplicación podrá garantizar el alimento a los más pequeños en Andalucía. Eso sí es la política de IU: cabalgar y gestionar contradicciones. Una vez Pablo Iglesias en una charla dijo “el que no quiera gestionar contradicciones que no haga política”.
Orencio Osuna | El caso de las tarjetas "black" de Caja Madrid ha destapado una olla podrida de corrupción que ha afectado a todas las fuerzas políticas de Madrid. ¿Crees que IU en Madrid ha hecho lo suficiente para depurar responsabilidades de las personas que han estado implicadas directamente, pero también de los responsables políticos, aunque no hayan incurrido en reproches judiciales?
En IUM hay compañeros que deberían dar un paso atrás
Tania Sánchez Yo creo que en IUM hay compañeros que deberían dar un paso atrás, porque sin duda se les ha engañado, pero ese engaño no debería haber sucedido. Me parece que tanto si han permitido que se les engañe o como si se han sentido engañados, tienen que dar un paso atrás. Yo de todas maneras no es un tema que dé por cerrado, no creo que sea un tema que haya terminado de resolverse. Habrá que seguir trabajando en algunos ámbitos para esclarecer todas las circunstancias de este vergonzoso asunto. Aún así, existe una gran diferencia entre las responsabilidades de Esperanza Aguirre que ha puesto con su dedo divino a todos y cada uno de los alcaldes y políticos del PP que están implicados, en cambio en IU es más complejo el proceso de toma de decisión y, por tanto, es más complejo determinar quién tiene la responsabilidad política. Hay compañeros en IUM que saben ellos mismos que han formado parte de un proceso de decisiones, que saben perfectamente que han sido erróneas, pero que nadie se haya llevado dinero, que sean unos ladrones, que sean unos corruptos. Pero es muy obvio que se han equivocado políticamente y que han llevado a la organización a equivocarse políticamente.
Si yo mañana con todo esto que te he dicho de cuál debe ser nuestra estrategia, nuestra propuesta política, la convergencia, y ese proyecto que propongo tuviera un resultado patético para IUM, se podrá decir que me habré equivocado en el diagnóstico y, en consecuencia, tendré que asumir unas responsabilidades correspondientes a un fracaso. Pero eso no significaría que sea una golfa o una corrupta que haya querido disolver IU, ni que tuviese mala fe, si no que he cometido un error político. A algunos compañeros se les puede pedir amablemente que tomen decisiones políticas ante errores políticos, pero no se les puede abrir un expediente de expulsión porque se hayan equivocado.
Lo que yo sí pido a diversos compañeros es que den un paso atrás, cosa que estoy segura que sucederá tarde o temprano. También es muy evidente que hay gente que ha dicho que no va a seguir.

Orencio Osuna | Está emergiendo en la sociedad española una mayoría que exige cambios, que exige frenar este capitalismo salvaje, esta ocupación del Estado por parte de una plutocracia corrupta y, paralelamente, están surgiendo nuevos liderazgos políticos en todas las fuerzas de la izquierda. Gente como tú y Alberto Garzón en IU, o Ada Colau, Mónica Oltra, Ernest Urtasun, Martiño Noriega, Juan Carlos Monedero o Pablo Iglesias…
Tania Sánchez O Yolanda Díaz en Galicia, Ignacio Blanco en Valencia.
Orencio Osuna | Sí, y muchos otros, incluso en otros sectores como la nueva dirección del PSOE con Pedro Sánchez… Todo parece indicar que comienza un gran cambio generacional.
Tania Sánchez Es que yo sí creo que hay un problema generacional, pero un problema generacional que hay que analizar desde la misma perspectiva con la que hay que  analizar esta crisis. Yo no creo que la gente haya cambiado de posición política, no creo que la gente sea más de izquierdas, ni más de derechas, ni más de centro que hace 8 años. Pienso que los ciudadanos tienen unas condiciones materiales de vida que no permiten por más tiempo seguir creyendo que este país es un país moderno de Europa. La gente sabe que eso es una gran falacia, y están cuestionando a unos poderes políticos que no están respondiendo y que no garantizan el bienestar. En el ámbito de las crisis generacionales, lo mismo. Una generación sucede a la anterior en la medida que se puede ser ciudadano de pleno derecho y, en un sistema capitalista como el en que vivimos, uno es ciudadano de pleno derecho en la medida en que tiene derecho a unas condiciones materiales mínimas como son una vivienda, tener una vida digna, un trabajo, o acceso a determinados derechos. Si no tienes eso, no tienes un empleo, no tienes un salario mínimo, no tienes unas mínimas condiciones económicas, entonces es que en realidad no eres reconocido como ciudadano, y eso es lo que está viviendo España. Ya desde que en 1996 el informe PETRAS, detectaba un 43% de paro juvenil y advertía que iba a seguir aumentando si no se transformaba el sistema productivo, que iba a generar progresivamente cada vez más precarización y empobrecimiento de las nuevas generaciones.
Nuestras generaciones tenemos poco que perder porque no tenemos presente y mucho menos perspectivas de futuro
Los jóvenes del 96 hoy tienen 40 y tantos años y vuelven a ser expulsados de un mercado laboral que no ha hecho una reforma profunda y que ha vivido saltando de burbuja en burbuja, sin que se asumiese que era un modelo insostenible desde el año 96, desde que inició la Transición, incluso. El PSOE  nunca quiso asumir el problema juvenil y al final los jóvenes -que se ha querido que estén fuera del protagonismo político hasta una edad avanzada - tenemos que disputar por incorporarnos al protagonismo social y político. En cierto modo, es un proceso parecido al que han tenido en Latinoamérica los pobres que no tenían nada y se han visto forzados a protagonizar un gran cambio en esas sociedades. Es cierto, hay hoy en España una clave generacional de la que no se habla y que incluso algunos como  Felipe González -que es uno  de los responsable de haber guardado en un cajón el informe PETRAS - reacciona con  una especie de chulería cuando habla  despectivamente de esos "chavalines" que van a venir a no sé qué. No, compañeros, estamos hablando de ejercicio de ciudadanía, y que si tú tienes a una parte importantísima de la población excluida del protagonismo, eso revienta un día. Nuestras generaciones tenemos poco que perder, porque no tenemos presente y mucho menos perspectivas de futuro. Ya no tenemos miedo a nada, y vamos a ir a por todas, en una estructura, en otra o en la de más allá, pero esto tiene que cambiar, porque no es soportable. Y si Pedro Sánchez y compañía no lo entienden en esos términos, se quedarán por el camino.
Orencio Osuna | Este cambio generacional que explicas se apoya  en la necesidad de un cambio en la medida que se han roto los anteriores consensos sociales y políticos. Paradógicamente la nueva generación política de la izquierda tendrá que afrontar un dilema análogo al que se tuvo tras la muerte de Franco,aunque las situaciones sean muy diferentes, por supuesto. A la propuesta de un proceso constituyente en la terminología de  1975 se le llamaba ruptura democrática y a lo que ahora se le denomina reforma constitucional entonces se le decía reforma pactada.

Tania Sánchez Nuestro amigo Manolo Monereo lo define bien: ruptura o reforma. Siempre es así. Pero mira qué antiguo cuando ahora todo el mundo dice: lo nuevo, lo moderno, la política moderna. La política moderna vuelve a debatirse entre reforma o ruptura y eso ya lo teorizó Rosa Luxemburgo.
Orencio Osuna | Efectivamente. Es previsible que ahora, como sucedió en la transición,  se produzca una lucha de idea entre esos  dos polos y el fruto de esa confrontación será el resultado de las correlaciones de fuerzas en presencia. Las fuerzas que quieren un proceso constituyente ¿no necesitan  converger en escenarios comunes que permitan  aunar su potencial de cambio?  Ese momento va a estar ahí en los próximos meses con un apretado ciclo electoral en ayuntamientos, comunidades,  en Catalunya , en el Congreso y el Senado que puede suponer un vuelco en muchas instituciones y en el sistema de partidos y, quizás también del modelo económico y social.
Tania Sánchez Como volvemos a estar ante un debate entre ruptura y reforma, que es el mismo de siempre,  dan ganas de decirse a una misma  “cógete el libro de Rosa Luxemburgo”, para leer reflexiones que parecen escritas en la actualidad. Hay que pensar que estos son ciclos, que los cambios y las transformaciones no suceden de un día para otro.  Ni va a acabar todo el 25 de mayo, ni tampoco con las elecciones generales. Pienso que, del mismo modo que la Transición fue un ciclo largo, que empezó mucho antes de la muerte del dictador, con el primer intento de la reforma que se frustró, luego con Suárez, luego con la Ley de Reforma, y que pasaron muchas cosas entre medias que condicionaron los resultados finales de los propios procesos, ahora va a pasar lo mismo. Va a pasar exactamente lo mismo, van a pasar muchas cosas en las que van a condicionar el resultado final.
¿Cuál sería la reforma que haría fracasar cualquier transformación? Yo doy por hecho que va a haber un cambio de bases, no sólo va a haber un cambio institucional, no sólo va a haber un cambio electoral, no sólo se va a modificar la representación política, si no que se va a producir un cambio profundo  de bases. Hay dos maneras de que eso se produzca: un nuevo pacto entre los grandes partidos y los grandes partidos nacionalistas, que en mi opinión es lo que buscan el PP y el PSOE. En ese pacto también querría estar Artur Mas, que debe  desear acabar con esta locura en la que se ha metido pactando lo que fuese con el gobierno central, pero seguramente será un fracaso porque la ciudadanía catalana ya no  va a permitir soluciones a sus espaldas. La otra vía es renegociar unas nuevas bases de construcción de este país, reincorporando a la gente que estaba fuera de la política, que son esas generaciones perdidas de las que antes hablaba, para hacer un proceso constituyente que este país nunca ha vivido. Los ciudadanos no deben permitir que sea un pacto entre élites lo que determine cuáles deben ser las bases de unas instituciones democráticas al servicio de los intereses de la mayoría de la sociedad.
Si la gente decide no meterse una vez más en política volverá a haber una reforma por arriba
Las instituciones, yo lo digo siempre desde mí perspectiva de antropóloga, son el reflejo de las normas sociales de las que nos queremos dotar, pero las normas sociales, a su vez, son el reflejo de la vida cotidiana que construimos. En este sentido, en este país la vida cotidiana es una vida marcada por un franquismo sociológico, en la que la gente no se mete en política. Si la gente decide no meterse una vez más en política, volverá a haber una reforma por arriba que perpetúe  un modelo sociopolítico que  reparte un poquito mejor o un poquito peor la riqueza.  Un modelo que no sería la democracia avanzada que necesitamos para transformar no sólo España, es que también necesitamos transformar Europa, porque si no nos involucramos en un proceso de transformación con el resto de países del sur de Europa, que ponga freno a una UE construida a mayor gloria del interés alemán. De otra manera será muy difícil cambiar las condiciones materiales de vida de la mayoría de la gente. ¿Esos cambios se deben hacer desde las instituciones? Sin duda, pero se hace también desde las instituciones informales de la vida cotidiana. Y en eso, humildemente, creo que IU tiene mucha más capacidad de intervención que cualquier otra fuerza política que haya roto el tablero por arriba.
Orencio Osuna | Para amasar una mayoría social y política, no sólo serán imprescindible fuerzas nuevas, sino también contar con el capital social acumulado, con las diversas ideologías, con la pluralidad de tradiciones política emancipadoras...
Tania Sánchez Claro.
Orencio Osuna | Al fin y al cabo el mundo empezó hace mucho tiempo y nuestro mundo político tiene un hilo histórico concreto.
Tania Sánchez Pongo un ejemplo claro, una metáfora que yo creo que es muy clara. Nosotros hoy podemos discutir cómo perfeccionamos el motor eléctrico que se ha incorporado a las bicicletas, para utilizar la bicicleta como un mecanismo o medio de transporte más limpio que el coche. Podemos discutir si es mejor poner una batería de litio, o poner unos enchufes aquí o allá. Lo que me parecería absurdo es que empezamos a discutir cómo se construye una bicicleta, porque bicicletas ya hay, incluso eléctricas, otra cosa es que mejoremos la resistencia. Creo que es importante también reivindicar esto: el mundo no empezó  ayer, ni tampoco el 25 de mayo, y quien crea que disolviendo las estructuras anteriores puede ganarlo todo, creo que se está poniendo una bomba a sí mismo.

Orencio Osuna | Gran parte de la sociedad catalana cuestiona la idea de que  España es una única nación y no un estado multinacional como consideran los ciudadanos de Cataluña y del País Vasco. Algunos sectores de la izquierda catalana creen que el soberanismo e, incluso, el independentismo pueden ser el punto de ruptura del régimen del 78 en toda España. Pero también se podría pensar que un proceso de independencia unilateral restaría fuerzas para el cambio en el resto del estado.
Tania Sánchez Realmente estamos ante una situación muy complicada. Yo sé que hay gente que es muy independentista que cree que la ruptura de Cataluña con el estado español abre la puerta a la ruptura del régimen del 78 y la reconstrucción un estado democrático en el resto.
Orencio Osuna | ¿Te refieres a la CUP?
Estoy convencida que un impulso conjunto de la sociedad española y catalana acabaría desembocando en una reformulación del régimen
Tania Sánchez No sólo, también ERC. Yo he hablado con dirigentes de Esquerra que te lo dicen: “la construcción de una República catalana, abrirá la puerta a la generación de una República española”. Yo esto no lo comparto. Creo que Cataluña tiene unas condiciones sociales de movilización que pueden  sumarse al conjunto de fuerzas de todo el estado que estamos cuestionando el régimen y que estamos dispuestas a redefinir las relaciones territoriales de este país sin límites, hablar de cero otra vez y hablar en serio de un modelo territorial que jamás fue resuelto y que ha generado problemas que no se pueden seguir escondiendo debajo de la alfombra. Estoy convencida que un impulso conjunto de la sociedad española y catalana acabaría desembocando en una reformulación del régimen. Si priorizamos la ruptura conjunta con la España de hoy, se podrán abrir las puertas a un estado plurinacional. Además se podría compartir el combate contra  una burguesía catalana que se ha comportado exactamente igual que los gobiernos españoles, es más, que ha sido cómplice de eso.
Da la sensación por las declaraciones de Pujol en el Parlamento, igual que por la caída de Granados, el encarcelamiento de Bárcenas… que muchas cosas que van pasando, que también en la oligarquía o en la casta, en lenguaje de Podemos, existe un ajuste de cuentas entre ellos mismos. Me parece que comentaríamos un error -esto también lo dice nuestro común amigo Juan Carlos Monedero,  si confundimos las cuitas de palacio con las cuitas de las plazas. A mí que caiga Pujol o que caiga Granados me da igual, lo que me importa es si eso arrastra al sistema político que sustenta. Creo que con el modelo territorial deberíamos empezar a plantearlo en los mismos términos. Sin duda hay que estar dispuestos a redefinir el modelo territorial sin apriorismos, pero pensar que el independentismo encabezado por Mas, ayuda al conjunto de fuerzas sociales y políticas que quieren una transformación profunda en Cataluña, creo que es un error.

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