martes, 17 de enero de 2012

UN ASESINO MENOS EN EL MUNDO

España despide al polémico Manuel Fraga, fundador del PP

Cecilia Guardati


La muerte del histórico dirigente franquista Manuel Fraga Iribarne reunió en su velatorio a la clase gobernante española, que recordó a una polémica figura que vinculaba el presente de España con su pasado más difícil de abordar, la dictadura.

El veterano ex presidente de Galicia y fundador del gobernante Partido Popular (PP), quien se mantuvo en la primera línea de la política española en los últimos 60 años, murió el domingo por la noche a los 89 años en su domicilio capitalino de una afección respiratoria que terminó causándole un paro cardíaco.

Los restos de uno de los "padres fundadores" de la Constitución de 1978 fueron velados en privado durante todo el día en su casa madrileña, y serán enterrados este martes en Perbes, en La Coruña, lugar en el que se encuentra su residencia familiar, según informaron la familia y fuentes del gobierno gallego.

La salud de Fraga Iribarne había empeorado el fin de semana pasado, cuando tuvo que ser atendido de urgencia en su casa por una infección pulmonar que arrastraba desde inicios de enero.

Por la casa del polémico y respetado fundador del PP pasaron familiares, amigos y los principales dirigentes políticos de España, así como los reyes Juan Carlos y Sofía.

Poco antes de que muriera, Fraga Iribarne tuvo la satisfacción de ver el regreso al poder de su partido, el PP, tras casi ocho años de permanecer en la oposición.

“Fue un hombre clave en la transición (de la dictadura a la democracia), uno de los momentos más decisivos de la historia de España", sostuvo el presidente del gobierno español, el también derechista Mariano Rajoy, al acercarse a primera hora de la mañana al domicilio de Fraga Iribarne para saludar a su familia.

Tras señalar que había conocido al dirigente franquista a los 22 años, Rajoy destacó a Fraga Iribarne como “el fundador de un partido que hoy cuenta con el apoyo de la mayoría de los españoles y en el que comenzaron muchos dirigentes”.

Por su parte, el ex candidato socialista a la presidencia del gobierno, el diputado Alfredo Pérez Rubalcaba, sostuvo que Fraga Iribarne "supo cambiar, adaptarse a la democracia y llevarse con él a un sector de la derecha más dura del franquismo que acabó plenamente incorporada al sistema democrático".

También el ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el antecesor de Rajoy, recordó la trayectoria de Fraga y su papel en “la consolidación de la democracia española”.

El caudillo del PP, que gobernó Galicia entre 1990 y 2005, inició su carrera política en 1951 y en 1962 saltó a la primera línea como ministro de Información y Turismo de la dictadura franquista.

Pese a que en España se lo ha destacado por su "conversión" a la democracia, Fraga Iribarne nunca abjuró del franquismo ni mucho menos condenó las matanzas y violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen durante casi cuatro décadas.

“Manuel Fraga se va sin que su partido haya condenado el franquismo", señaló este lunes el dirigente comunista Cayo Lara, diputado de Izquierda Unida (IU).

También los nacionalistas catalanes y vascos volcaron críticas hacia el ex ministro franquista.

El presidente del partido independentista ERC (Esquerra Republicana de Cataluña), Oriol Junqueras, destacó la “coherencia” de que Fraga haya sido ministro de la dictadura y luego fundador del PP.

La Radio Televisión Española (TVE) difundió este martes un audio con las declaraciones elogiosas de Fraga con motivo de la muerte del dictador en 1975.

“El haber servido a su lado es un gran honor y lección", afirmó Fraga en aquel entonces.

"Esa lección de serenidad y patriotismo, de haber luchado toda su vida para hacer una España mayor y mejor, debe guiarnos en estos momentos tristes aceptando la decisión acertadísima de un sucesor “en alusión al rey Juan Carlos- hacer piña para continuar la gran labor de la España de Franco, poniéndola a la altura de los tiempos”, añadió.

El rey, que acudió al velatorio, expresó que era “una pena” la desaparición física del veterano político, mientras la corona española envió un telegrama en el que destacó su condición de “servidor del Estado”.

Fraga Iribarne también fue embajador designado por Franco para el Reino Unido y vicepresidente y ministro de Gobernación en el primer gobierno bajo el reinado de Juan Carlos I, presidido por Carlos Arias Navarro.

En 1976 fundó la Alianza Popular (AP) y participó en la redacción de la actual Carta Magna. En 1989 refundó su partido, que pasó a denominarse Partido Popular (PP) y que, finalmente, quedó a cargo de José María Aznar, designado candidato a la presidencia del gobierno español.

“Con Manuel Fraga muere un patriota, un servidor de España. Se nos ha muerto a todos, porque un hombre de Estado no muere ni vive de modo ordinario. Un hombre de Estado muere y vive para todos a los que hizo suyos, para todos a los que dedicó su vida", afirmó Aznar al asistir al velorio.

El antiguo ministro de Franco comprendía que, dado sus antecedentes, no podía convertirse en una alternativa democrática creíble para la presidencia del gobierno y se dedicó a construir un verdadero feudo en Galicia, donde nació el 23 de noviembre de 1922 en Villalba, Lugo.

Gobernó la Xunta durante 15 años a partir de 1990 con mayoría absoluta y una gestión personalista, hasta que una coalición entre socialistas y nacionalistas lo echó del poder pese a ser el candidato más votado por quinta vez consecutiva.

Igualmente, Fraga siguió activo en política -desde 1990 era presidente honorífico del PP y desde 2006 senador designado por el Parlamento gallego- y hasta los últimos días de su vida siguió dando su opinión sobre los temas más importantes de España.

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