lunes, 16 de enero de 2012


GRAN BRETAñA NO DESCARTA UN ATAQUE CONTRA IRAN

“La opción militar está”

El gobierno de Teherán lanzó ayer una advertencia a las monarquías del Golfo, instándolas a no compensar sus exportaciones petroleras en caso de nuevas sanciones occidentales contra su programa nuclear.


En medio de una escalada de acusaciones mutuas entre Estados Unidos e Irán, el socio del primero, Gran Bretaña, aseguró que la opción militar no está descartada. El canciller británico, William Hague, aseguró que su país ya no descarta un ataque contra Teherán, aunque no lo prioriza. “Somos de la opinión de que todas las opciones deben estar sobre la mesa”, dijo Hague durante una entrevista concedida al canal inglés Sky News en la que señaló que esa posibilidad constituye “parte de la presión” para que la nación persa frene su plan de enriquecimiento de uranio.

No obstante, el jefe de la diplomacia británica aseguró que la prioridad de Londres es “intensificar las sanciones contra Teherán para obligar al país a volver a la mesa de negociaciones”, dado que “la posibilidad de que Irán desarrolle un programa atómico es cada vez más peligrosa”. En otra entrevista, en este caso al diario británico The Sunday Telegraph, Hague declaró que la “intensificación” de las tensiones con Irán aumenta el riesgo de de-sembocar en un conflicto en Medio Oriente, e insistió en que ello sólo puede evitarse si Teherán abandona su programa nuclear. “Debemos hacer frente a este problema porque Irán se ha embarcado en una ruta que amenaza a toda la región de Medio Oriente con su programa de proliferación nuclear”, sostuvo Hague, para quien “esta crisis se agravará a lo largo de 2012”.

Las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores se producen cuando la Unión Europea (UE) busca aprobar un embargo que restringirá la compra de crudo iraní durante ocho días, como respuesta a la decisión del gobierno de Mahmud Ahmadinejad de acelerar la producción de materiales necesarios para la fabricación de una bomba nuclear. Durante los últimos días, la tensión ha aumentado de forma considerable, particularmente tras el asesinato de un científico nuclear iraní en un atentado en Teherán, un crimen que reavivó las especulaciones sobre una posible intervención de Estados Unidos o de Israel. En este sentido, Washington expresó su preocupación por los movimientos realizados por Tel Aviv para emprender un ataque unilateral contra Teherán, lo que empujaría a EE.UU. a entrar en conflicto (ver recuadro). Sin embargo, el gobierno israelí no cede en su convicción de que una amenaza militar norteamericana es una condición sine qua non para que Teherán, de forma definitiva, abandone su ambición nuclear.

El gobierno de Barack Obama aumentó recientemente sus sanciones contra Irán, y Teherán respondió amenazando con el cierre del estrecho de Ormuz, por el que circula cerca del 40 por ciento del transporte mundial de petróleo por barco.

En este contexto, el gobierno de Ahmadinejad lanzó ayer una advertencia a las monarquías del Golfo, instándolas a no compensar sus exportaciones petroleras en caso de nuevas sanciones occidentales contra su programa nuclear. “Si los países petroleros del Golfo Pérsico dan su acuerdo para reemplazar el petróleo iraní (en caso de sanciones), serán los principales responsables de lo que sucederá”, declaró el representante de Irán ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamad Ali Jatibi. E insistió con la idea: “Si nuestros vecinos del sur utilizan su capacidad de producción para reemplazar nuestro petróleo y cooperan con los países aventureros, su gesto no será amistoso”.

Varios dirigentes occidentales afirmaron en las últimas semanas que algunos países del Golfo, sobre todo Arabia Saudita, reemplazarían el petróleo iraní en caso de sanciones. Citado ayer por el diario Al Watan, el ministro del Petróleo saudí, Ali al Nuaimi, declaró que su país es “capaz de producir 12,5 millones de barriles diarios, responder a las necesidades del mercado mundial y satisfacer todo aumento de la demanda de los países consumidores”. Arabia Saudita produce actualmente 10 millones de barriles diarios (mbd) de petróleo. Irán, segundo productor de la OPEP, extrae 3,5 mbd y obtiene el 80 por ciento de sus divisas de sus exportaciones petroleras.


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