PL – El complot para asesinar a la primera ministra trinitaria, Kamla Persad-Bissessar, y tres miembros del gabinete, pretendía crear primero un ambiente de distracción en el país y luego llegar al magnicidio, informó la prensa.
Se trataba de un plan bien orquestado que perseguía desviar la atención de la policía y el ejército, expresó una fuente legal bajo condición de anonimato, citada por el periódico The Trinidad Guardian.
“Y mientras eso ocurría -tal vez hubiera sido el saqueo, la toma de estaciones de televisión o algo por el estilo-, se llevaría a cabo el asesinato”, afirmó la fuente.
En estos momentos al menos 16 personas son señaladas en una supuesta conspiración para asesinar, mientras otros se identifican alrededor de un complot para desestabilizar a Trinidad y Tobago y causar gran pánico.
“Los detenidos se encuentran bajo sospecha, en espera de una mayor investigación”, comentó la fuente.
De reunirse las pruebas suficientes, lo cual debe ser antes de que expire el estado de emergencia que vive la nación desde el 21 de agosto, los encartados podrían enfrentar cargos de conspiración para asesinar y conspiración para causar desorden público, destaca el rotativo.
Persad-Bissessar denunció la semana pasada la existencia del presunto plan y dijo que las amenazas no impedirán a su administración proseguir su campaña contra la delincuencia e inseguridad que vive la nación caribeña.
La última vez que se declaró el estado de emergencia en Trinidad y Tobago fue en julio de 1990, cuando miembros de un grupo extremista islámico (Jamaat al Muslimeen) protagonizaron un frustrado golpe.
El pequeño archipiélago, de casi un millón 300 mil habitantes, se encuentra en el sur del mar Caribe y frente a la costa nororiental de Venezuela.
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