El 25 de julio de 1898, el gobierno estadounidense invadió y ocupó militarmente a Puerto Rico. Desde entonces hasta el presente, su misión principal ha sido la colonización de Puerto Rico y la destrucción de la nación boricua.
Para lograr esas metas, desde que el yanki puso pie en Puerto Rico, comenzó a establecer y implementar medidas y políticas detrimentales y tóxicas para los intereses del pueblo de Puerto Rico, lo que eso fue desmantelar el gobierno vigente, destruir la economía puertorriqueña que estaba tomando impulso y en vía del desarrollo, iniciar un programa de emigración forzada para deshacerse de gran parte de la población y otro de yankificación a través del sistema de educación pública e instituir y establecer medidas represivas y criminales para reprimir, hostigar, criminalizar y parar a los/las luchadores(as) por la independencia y soberanía de Puerto Rico.
Los estragos devastadores y los resultados nefastos del proceso de colonización que ha experimentado el pueblo boricua en los últimos 113 años los podemos apreciar bien en este momento coyuntural. Hoy día, más de 50% del pueblo boricua vive fuera de Puerto Rico. Ello quiere decir que Puerto Rico está perdiendo más de la mitad de su población y capital humano. El 80% de los doctores que se gradúan del colegio de medicina de Puerto Rico emigran a yankilandia, y un porcentaje casi igual de los ingenieros, enfermeros, arquitectos, contadores públicos y otras profesiones también son forzados a emigrar.
La pérdida del recurso principal, que es el ser humano, es irrevocable; y con un agotamiento de una colonia con SIDA, y el enorme porcentaje de desertores escolares, podremos apreciar aún más la triste y dolorosa realidad que vive el Pueblo puertorriqueño. Y los que viven en la diáspora están en condiciones iguales o peores porque de todos los latinos que viven en yankilandia, los boricuas son los que están en las peores condiciones.
La estructura que administra la colonia durante las últimas seis décadas está atados a los de Washington DC y Wall Street. No tienen el menor escrúpulo de implementar las órdenes dictadas por Wall Street y Washington DC., siendo consciente que ello le va a costar enormes y irreparables daños al pueblo puertorriqueño.
Desde la primera guerra mundial hasta las de Irak y Afganistán, más de un cuarto de millón de boricuas han participado en ellas. Han pagado el llamado impuesto de sangre y han jugado el papel de ser carne de cañón, protegiendo los intereses del gobierno estadounidense; pero los miles de puertorriqueños que han escogido servir su patria y luchar por la independencia, soberanía y su bienestar, el gobierno estadounidense los ha encarcelado, los ha forzado de vivir en el exilio, los ha hostigado y perseguido, y hasta los ha asesinado. Se puede decir que el gobierno estadounidense ha cometido crímenes de lesa humanidad contra el pueblo boricua. Sin embargo no ha podido destruir la nación boricua ni erradicar o aniquilar la lucha por la independencia puertorriqueña. Si más boricuas fueron presos por luchar para sacar la marina yanki por más de seis décadas, jamás podrá lograr su meta de erradicar nuestra nación.
Sabemos que Puerto Rico será libre y soberano
Que viva Puerto Rico libre,
Oscar López Rivera
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