Lo conocí fugazmente. Su palabra firme, fervorosa, explicaba a colegas médicos su posición, sus sueños. Todos ignorábamos, no lo podíamos imaginar su siniestro destino. Me cuesta evocar su rostro, su talla, el color de sus ojos, presumo claros. Su voz. Sé que allí estaba. En esa casa en las afueras de Buenos Aires. Un afuera suburbano con mucho de campo y poco de urbano. Casi un descampado. Cumpliendo rigurosas reglas y condiciones de ilegalidad, la represión peronista en ese tiempo era implacable con los opositores y nosotros lo éramos, fuimos llegando a la hora previamente convenida en grupos, en tandas, o en forma individual. Un médico me había llevado en su pequeño Morris inglés negro. Estacionamos a campo abierto a un par de cientos de metros de la casa destinada a la reunión para disimular.Yo, joven odontólogo expondría ideas que comenzaban a germinar en el pensamiento progresista. Ahondar en la búsqueda de la relación entre condiciones de vida, de trabajo y salud. El sanitarismo, disciplina antigua como la medicina misma, hacía su irrupción masiva entre los médicos al calor impuesto en Gran Bretaña después de la 2º guerra mundial,. Ya Bismark en el sigloXIX había dado los primeros pasos al estructurar en Alemania sistemas de seguridad social. Además en nuestro país con el peronismo encabezado por Carrillo se había instaurado sistemas de salud beneficiando especialmente a la clase obrera con sus obras sociales sindicales. Ya existía la medicina socialista en la URSS, pero este sistema tan radical y condicionado a la estructura y superestructura de un país, lo hacía menos aceptable para la opinión de una clase médica media o media alta. No así el modelo inglés que por venir de un país largamente ligado al nuestro, teniendo en cuenta que en la post guerra había trinufado el laborismo de Atlee derrotando al conservadurismo de Churchill.. Sin el condicionamiento de un régimen comunista como base necesaria para su aplicación. El sistema laborista despertaba el entusiasmo de muchos y no requería la revolución social para utilizarlo, ni la caducidad de la propiedad privada. Eran momentos históricos en que los estados, en su reconstrucción. post guerra asumían papeles no imaginados en tiempos de la revolución industrial y su posterior desarrollo capitalista. Se nacionalizaban empresas claves que pasaban de manos privadas a públicas o que pertenecían a otros estados para ser adquiridas por los estados nacionales. En Argentina vivíamos o habíamos vivido un intenso proceso de nacionalización de los ferrocarriles, la luz, el gas, los teléfonos, etc, como luego , en la década del 90 bajo el mismo signo político se hizo exactamente lo contrario.Así fué esquematizada la historia. Pero volvamos a nuestro mártir, de referencia. Porque como explicaré Ingalinella fué un verdadero mártir de la represión desbordada del peronismo. Hubo otros muertos, como el obrero azucarero Aguirre, el martirologio de las obreras telefónicas, y una larguísima serie de torturados, perseguidos y encarcelados.
El Dr Juan Ingalinella médico, dirigente rosarino del P.Comunista nació en 1911 y murió torturado en junio de 1955. Secuestrado por fuerzas policiales un 17 de junio de ese año. El 26 de julio su torturador reconoció que Ingalinella no soportó la picana, se murió y su cuerpo lo arrojaron al río Paraná, y nunca apareció. Sus torturadores fueron condenados a prisión perpetua. Pero su muerte influyó en los acontecimientos del 55 según el historiador Félix Luna ya que luego del bombardeo de plaza de Mayo y el intento de concordia encabezado por Perón con respuesta de Frondizi se vió obstaculizado, según su visión por la suerte corrida por Ingalinella, aumentando las tensiones.
Finalizada la reunión donde lo conocí, ya al anochecer nos dirigimos al Morris con mi amigo. Nuestra sorpresa fué mayúscula. Nos estaba esperando la policía. Interrogartorio, ¿quiénes son ustedes?. Contestamos presentándonos sin perder la serenidad pero presintiendo nos esperaba lo peor, se nos hundía el piso. ¿Y qué hacían en esa casa?. Allí si balbuceamos excusas torpes. ¿Y todas esas personas que se quedaron todo el día y ahora están saliendo?. Admonición policial: vean doctores, cuando se reúnan otra vez a escolacear (jugar, timbear) tengan más cuidado. Circulen y buenas noches. Sin dar crédito a lo que nos sucedía subimos al auto bendiciendo nuestra suerte. Poco tiempo después al Dr Ingalinella, como lo relaté lo detuvieron y lo mataron a fuerza de tormentos. La gran movilización de los profesionales, huelgas incluídas de las que tuvimos papel protagónico, llegamos a concretar un paro nacional de todas las ramas médica, hospitales, consultorios particulares, y así la presión organizada logró la identificación de los asesinos, su detención y condena.
Texto colaboracion de Juan Gargiulo,el "Veji",antiguo militante bolche .
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