domingo, 11 de noviembre de 2018

Al Houthi: Queremos paz para Yemen, pero los ataques aéreos sauditas deben parar

El presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi, expresó en un artículo publicado por el diario estadounidense The Washington Post que quieren la paz para el país, pero los ataques aéreos sauditas deben parar.
El presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen, Muhamad Ali al-Houthi, expresó en un artículo publicado por el diario estadounidense The Washington Post que quieren la paz, pero los ataques aéreos sauditas deber parar.
La escalada continua de ataques contra la ciudad portuaria de Hodeidah en Yemen por parte de la coalición entre los Estados Unidos y Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos confirma que los llamados de la Casa Blanca a un alto el fuego no son más que palabras vacías, afirmó al-Houthi.
Según el texto, las declaraciones recientes están tratando de engañar al mundo.
“Estados Unidos tiene la influencia para poner fin al conflicto, pero ha decidido proteger a un aliado corrupto”, subrayó.
Cualquier observador de los crímenes cometidos en Yemen por Arabia Saudita, una campaña que ha sido acompañada por desinformación y un bloqueo de periodistas que intentan cubrir la guerra, puede ofrecer un informe sobre el asesinato indiscriminado de miles de civiles, principalmente a través de ataques aéreos, expresó el líder yemenita.
Comentó que tales ataques “han llevado a la mayor crisis humanitaria en el mundo”.
Recordó que la brutalidad del régimen saudita se reflejó en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. “Y se puede ver en la escalada militar y los ataques aéreos en Hodeidah y otras ciudades, desafiando todas las advertencias internacionales”, apuntó.
El bloqueo de la ciudad portuaria está destinado a hacer que el pueblo yemenita se ponga de rodillas, afirmó Al-Houthi.
La coalición está utilizando el hambre y el cólera como armas de guerra, advirtió en su artículo.
Más adelante explicó que “los Estados Unidos quieren ser vistos como un mediador honesto, pero de hecho están participando y a veces lideran la agresión en Yemen”.
Nos estamos defendiendo, pero no tenemos aviones de combate como los que bombardean a los yemenitas con municiones prohibidas, acotó.
“No podemos levantar el bloqueo impuesto a las importaciones y exportaciones de Yemen. No podemos cancelar el embargo aéreo y permitir vuelos diarios, o terminar la prohibición de importar productos básicos, medicamentos y equipos médicos desde cualquier lugar que no sea los Emiratos Árabes Unidos”, alertó.
“Y la lista continúa. Estas prácticas represivas están matando y destruyendo a Yemen”, enfatizó el presidente del Comité Supremo Revolucionario.
Puntualizó en su escrito que “Yemen no fue quien declaró la guerra en primer lugar. Incluso Jamal Benomar, el exenviado de Naciones Unidas a Yemen, dijo que estábamos cerca de un acuerdo para compartir el poder en 2015 que fue interrumpido por los ataques aéreos de la coalición”.
Estamos listos para detener los misiles -añadió- si la coalición liderada por Arabia Saudita detiene sus ataques aéreos.
Pero el llamado de los Estados Unidos para detener la guerra en Yemen no es más que una forma de salvar la cara después de la humillación causada por Arabia Saudita y su líder mimado, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien ignoró las peticiones de Washington para aclarar el asesinato de Khashoggi, apostilló.
Por último, Al-Houthi recordó que “Trump y su administración claramente prefieren continuar esta guerra devastadora debido a los beneficios económicos que produce: babean por las ganancias de las ventas de armas”.
Amamos la paz, el tipo de paz honorable defendida por el líder de nuestra revolución, Abdulmalik al-Houthi, concluyó el presidente del Comité Supremo Revolucionario de Yemen.
Hace más de tres años fuerzas de la coalición liderada por Arabia Saudita mantienen unaa guerra contra ese país -el más empobrecido del mundo árabe- que ha provocado miles de víctimas civiles, entre muertos y heridos, así como la mayor crisis humanitaria del planeta.

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