Que George Soros pise la Moncloa no es una anécdota intrascendente, no pasaba por allí y decidió visitar al nuevo presidente para saludarle y desearle un feliz gobierno. George Soros tiene programado hasta el horario del aperitivo por si tiene que cenar con Javier Solana y Narcís Serra, como dicen las malas lenguas que hizo por aquellos días. Javier Solana, ex Secretario General de la OTAN, y Narcís Serra, vinculado al trapicheo del dinero, no son interlocutores casuales de Soros, personaje vinculado a la especulación financiera, al control de medios de comunicación, a la creación de ONGs instrumentales a sus intereses, al armamentismo y las guerras, a la financiación de “primaveras políticas”.
Para que se sepa bien de qué hablamos, es necesario recordar que Soros es un multimillonario norteamericano de origen húngaro, cuya fortuna personal es de 24.000 millones de euros, ultraliberal y experto en especulación financiera, que invierte en mercados en crisis, que él acentúa con sus acciones para que se hundan y poder comprar luego los valores y las acciones a precio de saldo. En España tiene acciones en Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Endesa, La Sexta y otros medios.., y era, o es todavía, el mayor accionista de la empresa que vendió 2935 pisos públicos del IVIMA en Madrid. Era amigo de Barak Obama y Hillary Clinton en los momentos más belicistas de éstos en Libia y Siria, asesorando en Siria a los terroristas llamados “moderados”, al mismo tiempo que con el éxodo de gentes que huyen de la guerra y del hambre, tiene ONGs destinadas a salvar refugiados y trasladarlos a Europa; impulsó en su momento la intervención en Kosovo, reconoció sin ambages su contribución al golpe reaccionario en Ucrania, está implicado en la independencia de Sudán del Sur y, consecuentemente, en la guerra que sufre este país. Defiende que Europa está en crisis económica y existencial y fomenta su disgregación con el pretexto de salvarla. En Catalunya, una de sus ONGs, Open Society, colabora con el secesionismo.
George Soros es uno de los máximos representantes de un sector de la oligarquía neoliberal internacional, con concepciones políticas propias vinculadas a una visión del mundo y a unos intereses. Con este currículum, supongo que habrá ido a La Moncloa a enterarse de qué va Sánchez y a asesorarle por si acaso.
Francisco Frutos