sábado, 18 de noviembre de 2017

NI SON LOS JUDIOS NI EL SIONISMO,ES EL GRAN CAPITAL SIN RAZA NI RELIGION


Tyler Durden
Temprano esta mañana, las noticias del canal 10 israelí publicaron un cable diplomático filtrado que se envió a todos los embajadores israelíes en todo el mundo con respecto a los eventos caóticos que se desarrollaron durante el fin de semana en el Líbano y Arabia Saudita, que comenzó con la inesperada renuncia del primer ministro libanés Saad Hariri después de que fue convocado a Riad por sus partidarios saudíes, y llevó a los saudíes a anunciar que el Líbano había "declarado la guerra" contra el reino.
El cable clasificado de la embajada, escrito en hebreo, constituye la primera evidencia formal que demuestra que los saudíes y los israelíes se están coordinando deliberadamente para intesificar la situación en el Medio Oriente.
El explosivo cable israelí clasificado revela lo siguiente:
  • El domingo, justo después de la impactante renuncia del primer ministro libanés Hariri, Israel envió un cable a todas sus embajadas con el pedido de que sus diplomáticos hagan todo lo posible para aumentar la presión diplomática contra Hezbolá e Irán.
  • El cable instó a apoyar la guerra de Arabia Saudita contra hutíes respaldados por Irán en Yemen.
  • El cable enfatizó que Irán estaba involucrado en la "subversión regional".
  • Se instó a los diplomáticos israelíes a apelar a los "altos funcionarios" dentro de sus países de acogida para tratar de expulsar a Hezbolá del gobierno y la política libaneses.
Como ya es bien sabido, la causa común saudí e israelí contra la influencia y expansión iraníes percibidas últimamente en lugares como Siria, el Líbano e Iraq, ha llevado a los enemigos históricos y amargos por un camino pragmático de cooperación tácita, ya que ambos parecen haber colocado la desintegración de la llamada "media luna chiíta" como su principal objetivo político en la región. Para Israel, Hezbolá ha sido durante mucho tiempo su mayor enemigo, que los líderes israelíes ven como una extensión de la presencia territorial de Irán justo frente a la frontera norte del estado judío.
El periodista israelí que obtuvo el documento es Barak Ravid, corresponsal diplomático senior de Channel 10 News. Ravid anunció lo siguiente a través de Twitter ayer:
  • Publiqué en el canal 10 un cable enviado a diplomáticos israelíes que pedían cabildear a favor de los saudíes/Harir y contra Hezbolá. El cable enviado desde el Ministerio de Asuntos Exteriores en Jerusalén [Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel] a todas las embajadas israelíes toca la línea saudí con respecto a la renuncia de Hariri.
  • A los diplomáticos israelíes se les ordenó demarcar a sus gobiernos anfitriones sobre la situación política interna en Líbano, una movida muy rara.
  • El cable decía: "Hay que enfatizar que la renuncia de Hariri muestra cuán peligrosos son Irán y Hezbolá para la seguridad del Líbano".
  • "La renuncia de Hariri demuestra que no es correcto el argumento de que la participación de Hezbolá en el gobierno estabiliza a Líbano", agregó el cable.
  • El cable instruyó a los diplomáticos israelíes a apoyar a Arabia Saudita en su guerra contra los hutíes en Yemen. El cable también destacó: "El lanzamiento de misiles por parte de los hutíes hacia Riyadh exige aplicar más presión sobre Irán y Hezbolá".
Mire el informe hebreo del Canal 10 de noticias de hoy que presenta el cable diplomático israelí - el texto del cual aparece en la captura de pantalla del Canal 10 (abajo) - aquí. (esta en hebreo)
 
A continuación se muestra una traducción aproximada del cable clasificado de la embajada israelí utilizando Google Translate publicado por el Channel 10 News de Israel:
Al Director General: se le solicita que se comunique urgentemente con el Ministerio de Relaciones Exteriores y otros funcionarios gubernamentales pertinentes" [de su país de acogida] y enfatizar que la renuncia de Al-Hariri y sus comentarios sobre las razones que lo llevaron a renunciar ilustran una vez más la naturaleza destructiva de Irán y Hezbolá y su peligro para la estabilidad del Líbano y los países de la región.
La renuncia de Al-Hariri demuestra que el argumento internacional de que la inclusión de Hezbolá en el gobierno es una receta para la estabilidad es básicamente errónea. Esta unidad artificial crea parálisis y la incapacidad de los poderes soberanos locales para tomar decisiones que sirvan a su interés nacional. Los convierte efectivamente en rehenes bajo amenaza física y se ven obligados a promover los intereses de una potencia extranjera, Irán, incluso si esto puede poner en peligro la seguridad de su país.
Los acontecimientos en el Líbano y el lanzamiento de un misil balístico por parte de los signatarios del acuerdo de Riad requieren una mayor presión sobre Irán y Hezbolá sobre una serie de cuestiones desde la producción de misiles balísticos hasta la subversión regional ".
Así pues, a medida que las cosas se ponen cada vez más candentes en Oriente Próximo, parece que la alianza de conveniencia antiiraní y antishia entre saudíes e israelíes parece haber puesto al Líbano en el punto de mira de otra inminente guerra entre Israel y Hezbolá. Y la guerra en Yemen también continuará intensificándose, quizás ahora con un apoyo político israelí cada vez más evidente. De acuerdo con el comentario del canal 10 , "En el cable, también se pidió a los embajadores israelíes que transmitan un inusual mensaje de apoyo a Arabia Saudita a la luz de la guerra en la que está involucrado en Yemen contra los rebeldes respaldados por Irán".
Todo esto viene, tal vez no por casualidad, en el momento en que ISIS está al borde de la aniquilación completa (parcialmente obra de Hezbolá), y en que tanto Israel como Arabia Saudita han declarado cada vez más "líneas rojas" con respecto a la influencia iraní percibida en toda la región así como la amplia aceptación y popularidad de Hezbolá dentro del Líbano.
Lo que preocupa tanto a Israel como a los saudíes es el hecho de que la guerra siria ha fortalecido a Hezbolá, en vez de debilitarlo. Y ahora tenemos evidencia interna de que Israel está formalizando silenciosamente su alianza inusual con Arabia Saudita y su príncipe militarista y hambriento de poder, Mohammed bin Salman.
Comentario: El equilibrio de poder en Oriente Medio ha experimentado un cambio de paradigma dramático y rápido en los últimos años. Israel sigue atascado en su meta bastante miope (y patológicamente persistente) de remodelar la región para adaptarla a su propia visión, en la que él (y sus amigos saudíes) gobiernan supremamente y todas las demás naciones árabes se mantienen en un estado de disfunción y conflicto. Lo que Israel (y Arabia Saudí) haga a continuación en la región será un testamento de lo irracionales que son sus líderes en su afán de mantenerse en la cima, a pesar del deseo de millones de personas en la región de vivir en paz.
Líbano, ¿el nuevo 'campo de batalla' entre Irán y Arabia Saudita?
Ben Wedeman
La renuncia del primer ministro libanés, Saad Hariri, despierta las suspicacias de grupos que piensan que los gobiernos saudita e iraní buscan intervenir en los asuntos de Beirut.
(CNN) - De la nada, desde un lugar no revelado en la capital saudita de Riad, el primer ministro libanés de 47 años, Saad Hariri, anunció su renuncia el sábado por la tarde.
Tras afirmar que fue blanco de un plan de asesinato (el cual sus propias fuerzas de seguridad niegan), dejó pocas dudas sobre los responsables de su sorpresiva decisión. "Dondequiera que se asiente Irán", dijo, "siembra discordia, devastación y destrucción, probada por su interferencia en los asuntos internos de los países árabes".
La guerra terrestre contra ISIS podría estar llegando a su fin, pero la rivalidad entre el Reino de Arabia Saudita y la República Islámica del Irán amenaza con extenderse a Líbano, un país donde tanto Teherán como Riad se acusan mutuamente de interferir en los asuntos de Beirut, mientras hacen precisamente eso.
Facciones de apoyo
Remontándonos a décadas, Líbano ha sido donde se han desarrollado las guerras de poder. Siria, Iraq, Arabia Saudita, Israel, Egipto, Turquía, Estados Unidos y la Unión Soviética, por nombrar algunos, tienen facciones de apoyo allí, a menudo con escaso respeto por el precio en sangre y riqueza que eso le ha costado a los libaneses.
Muchos libaneses creen que Arabia Saudita, bajo el liderazgo de facto del príncipe heredero Mohammed bin Salman, de 32 años, ordenó a Hariri (que también posee la ciudadanía saudita) dimitir de un gobierno que lideraba desde diciembre de 2016, un gobierno que incluía a varios ministros afiliados a Hezbolá, el principal aliado libanés de Irán.
Aunque los funcionarios en Riad negarán haber tenido qué ver en la decisión de Hariri, pocos en la región cuestionarán que Arabia Saudita esté alarmada de que, en el Medio Oriente posISIS, Irán haya quedado en la cima.
Irán -con equipos, entrenamiento y asesores- jugó un papel clave (irónicamente, junto con la coalición dirigida por Estados Unidos) en la lucha del gobierno iraquí contra ISIS. Los iraníes, junto con Hezbolá (y Rusia), están ayudando al régimen de Bashar al Assad a derrotar a los rebeldes respaldados por Estados Unidos, Arabia Saudita y el Golfo Pérsico. Arabia Saudita y otros estados del Golfo Pérsico están empantanados en una guerra brutal e imposible de ganar en Yemen, donde Irán respalda a los rebeldes houthi.
Los iraníes no son ningunos recién llegados a la política agresiva por el poder. Irán siempre ha apoyado al régimen de Assad -primero a Hafez y ahora a Bashar- desde la revolución de 1979. Ha respaldado a Hezbolá desde que este grupo surgió después de la invasión israelí a Líbano en 1982. Irán ha ganado constantemente influencia en Iraq desde que la coalición liderada por Estados Unidos derrocó a su enemigo, Saddam Hussein. Las alianzas y los intereses de Irán a lo largo del Medio Oriente son antiguos y profundos.
Comentario: En todos los casos que se señalan en el párrafo anterior, las acciones de Irán pueden fácilmente ser explicadas como reacciones a la "política agresiva por el poder" llevada a cabo por Israel y Estados Unidos. ¿O esperaban que Irán se quedara cruzado de brazos?
Creciente influencia iraní
Los iraníes cuentan su historia no en décadas o siglos, sino en milenios. Y a pesar de que Estados Unidos y sus aliados han tratado de aislarlos, contenerlos y sancionarlos por su programa nuclear, con su economía diversificada, alimentada por petróleo y su población de más de 80 millones, el poder e influencia de Irán en todo el Medio Oriente ha seguido creciendo, y no solo entre los estados árabes. Ahora está cultivando lazos más cercanos con Turquía y Rusia.
"Desde el rey Ciro el Grande, los iraníes han sido un poder regional", dice Rami Khouri, miembro de American University of Beirut. "Ellos saben el arte de gobernar".
En comparación, dice Khouri, los saudíes y sus aliados del Golfo Pérsico son "aficionados, y ahora están tratando de hacer algo en el Líbano para demostrar que son tipos duros. Pero este es un esfuerzo sin esperanza".
Arabia Saudita, Israel y una serie de gobiernos estadounidenses han intentado en repetidas ocasiones reducir la importancia del principal aliado libanés de Irán, Hezbolá, pero cada intento ha fracasado; dejando a Hezbolá, y por lo tanto a Irán, más fuerte que antes.
Además de ser el bloque político más poderoso del Líbano, Hezbolá es una formidable organización militar que expulsó exitosamente al ejército israelí respaldado por Estados Unidos del sur en 2000 después de una prolongada y costosa guerra de guerrillas. En 2006, combatió a las fuerzas israelíes hasta detenerlas. Yo vi a los combatientes de Hezbolá de cerca durante la década de 1990 y la guerra de 2006 y puedo decir que están muy por encima de muchos de los ejércitos del mundo árabe en términos de disciplina, entrenamiento y dedicación.
Estados Unidos, la Unión Europea e Israel ven a Hezbolá como un grupo terrorista. Estados Unidos cree que Irán, ayudado por el precursor de Hezbolá, planeó los atentados de 1983 en Beirut que mataron a 241 miembros de personal de servicio estadounidenses y a 58 paracaidistas franceses. Irán también es sospechoso de estar detrás del bombardeo a la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992 que mató a 22.
Hoy, pese a lo mucho que Arabia Saudita, Israel y Estados Unidos puedan querer usar la precaria y complicada política del Líbano para confrontar a Irán a través de Hezbolá, no hay casi apetito en este país -que todavía tiene las cicatrices de la guerra civil de 1975-1990 y de una serie de guerras con Israel- por más derramamiento de sangre.
Comentario: Es obvio que fue el príncipe Mohamed Bin Salman quien forzó a Hariri a renunciar a su cargo. Hariri, que además de la nacionalidad libanesa tiene la saudita, fue a Arabia Saudita a entrevistarse con el príncipe, y desde allí anunció su renuncia en la televisión saudita, leyendo un guión escrito por los mismos sauditas. Así que sus acusaciones en contra de Hezbolá e Irán no vienen precisamente de él, sino de Arabia Saudita - y quizá del mismo Israel, que también tiene a Irán y a Hezbolá en la mira.
En cuanto al "golpe real" de Bin Salman, vale la pena leer la cronología de lo sucedido:
Analistas israelíes: La estrategia saudí contra el Líbano fracasará
Los analistas israelíes han considerado una bendición la crisis entre Líbano y Arabia Saudí, provocada por la reciente renuncia del primer ministro libanés en Riad.
Huelga decir que el apoyo israelí a Riad es equivalente a su satisfacción por la campaña encabezada por Arabia Saudí contra Hezbolá e Irán. Sin demora, Tel Aviv expresó su respaldo a Riad.
A nivel diplomático, el gobierno de Netanyahu envió órdenes a las distintas embajadas israelíes de todo el mundo para que mostraron su apoyo al rey saudí y al príncipe heredero, Mohammed bin Salmán. Los resultados deberían ser tangibles en aquellos medios internacionales donde el lobby sionista tiene cierta influencia.
Sin embargo, en los medios de comunicación israelíes, la opinión de los expertos es bastante escéptica sobre los efectos de la acción tomada por Riad.
El columnista sobre temas árabes del canal Cane dijo que valía la pena recordar el gran secreto de la guerra israelí contra el Líbano en 2006, cuando Arabia Saudí alentó a Tel Aviv a erradicar a Hezbolá.
“Los responsables israelíes se han acostumbrado a decir detrás del telón que los líderes árabes (del Golfo Pérsico) están hablando con nosotros y pidiéndonos que pongamos fin a Hezbolá”, dijo Erane Zinger, asegurando que esta solicitud provenía especialmente de Arabia Saudí, indicó el periódico libanés Al Akhbar.
Zinger añadió que las decisiones (contra el Líbano) que los saudíes han tomado son estériles e ineficaces y no lograrán ningún objetivo.
También recordó que Arabia Saudí hace frente a una guerra fracasada en Yemen y no ha logrado tampoco doblegar la resistencia de Qatar mediante el bloqueo.
Ninguna ambición israelí
Según otro columnista de asuntos de seguridad, Yossi Melman, el caos político provocadeo por Arabia Saudí beneficia a Israel porque “Hezbolá estará ocupado por la crisis política interna, mientras que en Siria, la guerra (donde Hezbolá participa) continúa”. Él dijo que los servicios de inteligencia israelíes están convencidos de que Arabia Saudí ha obligado a Saad Hariri a renunciar.
Según él, Israel no tiene ningún plan o ambición de interferirse militarmente o influir en los acontecimientos en el Líbano.
“Las llamas de la guerra llegaron a Israel dos veces, en 1982 y en el 2006 … Los altos mandos del Ejército y los líderes políticos quieren evitar repetir esos errores”, dijo.
Según él, Hezbolá mantendrá la calma en su enfoque de esta crisis para evitar una guerra civil o ser arrastrado a una guerra externa con Israel.
Sitio israelí: Las purgas incrementarán la oposición contra Bin Salman
Al purgar a los príncipes más poderosos en el reino, el príncipe heredero Muhammed bin Salman, de 32 años, ha creado una crisis en el reino wahabí que podría tener graves consecuencias, señaló el sitio israelí Debka.
El sábado 4 de noviembre, tras obligar a dimitir al primer ministro libanés, Saad Hariri, y mientras el mundo estaba distraído con tal hecho, el príncipe heredero llevó a cabo una gran purga destituyendo a cientos de príncipes, antiguos ministros y generales y encarcelando a sus oponentes políticos, financieros y militares. El príncipe Mitab, hijo del antiguo rey Abdulá, fue destituido de su cargo al frente de la Guardia Nacional, que protege a la familia real y los campos de petróleo, el casi único recurso del reino. Al mismo tiempo, el príncipe Walid bin Talal, el multimillonario -posee una fortuna de unos 17.000 millones de dólares- inversor en empresas como el Citigroup, Apple y Twitter fue a arrestado y encarcelado.
Todo ello sucedió en un momento en el que un misil yemení fue lanzado contra el Aeropuerto Rey Jalid en Riad y en el que Arabia Saudí continúa sumergida en la guerra de Yemen, un conflicto con Qatar, otro más amplio con Irán y una abierta disputa con el Líbano.
El objetivo de estas purgas es suprimir la oposición a la accesión de Muhammad bin Salman al trono, lo que podría tener lugar en los próximos meses tras el deterioro de la salud de su padre, el rey Salman. Esta sucesión provoca el rechazo de los príncipes más influyentes de la familia real.
Sin embargo, el sitio israelí cree que esta purga de gran escala aumentará la resistencia dentro de la familia real y los círculos gobernantes, ya descontentos hacia sus ideas y métodos. En este sentido, el sitio israelí considera que la oposición a Muhammad bin Salman se intensificará, en lugar de disminuir, en especial porque las purgas van acompañadas de una continuación de los conflictos exteriores y de un tipo de reformas sociales internas, que llevarán también a un choque con una parte del aparato clerical wahabí. En este contexto, la vida y planes de Bin Salman nunca han estado en mayor peligro, concluye el sitio.

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