El
príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamad bin Salman, confiesa a dos
exfuncionarios de EE.UU. que ‘desea salir’ de la guerra en Yemen.
De acuerdo con el portal Middle East Eye,
el príncipe heredero saudí ha revelado su intención de “salir” de la
guerra, que él mismo inició en Yemen, en varios correos electrónicos
enviados al exembajador de EE.UU. en los territorios ocupados Martin
Indyk y al exasesor de seguridad nacional estadounidense Stephen Hadley.
Los
mensajes de Mohamad bin Salman, de 31 años de edad, fueron enviados un
mes antes de que Arabia Saudí cesara sus relaciones con Catar, tras
acusar a Doha de socavar su campaña en Yemen y acercarse a Irán.
Además,
en los correos electrónicos, el príncipe ha señalado que no tiene
problemas con la colaboración entre Washington y "el principal enemigo
de Riad", Irán.
Desde el
mes de marzo de 2015, Arabia Saudí y varios de sus aliados regionales
llevan a cabo una brutal agresión contra Yemen, el país más pobre del
Oriente Medio. El Centro Legal para Derechos y Desarrollo yemení, en un
informe publicado en junio, indicó que en 800 días (hasta
entonces), los bombardeos saudíes contra los yemeníes dejaron 33.395
muertos y heridos y de la cifra total de fallecidos, 2689 eran
niños, 1942 mujeres y 7943 hombres.
Al respecto, Middle East Eye
destaca que las confesiones del príncipe Mohamad bin Salman tuvieron
lugar mientras más de 18 millones de yemeníes necesitan ayuda
humanitaria y más de 7 millones sufren de desnutrición.
Además de
imponer bloqueos contra la nación yemení, el régimen de los Al Saud
también está realizando indiscriminados bombardeos contra las
infraestructuras y la población civil en Yemen desde el inicio de la
guerra.
Cabe
mencionar que la situación general en Yemen ha causado uno de los
mayores brotes de cólera en el mundo. Medio millón de personas han
contraído esta enfermedad desde finales de abril cuando empezó la
epidemia, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Rai al Youm: Yemen derrota a la agresión saudí
El director del periódico en lengua árabe editado en Londres Rai al Youm, Abdel Bari Atwan, ha dedicado un editorial al Yemen.
“La
muerte de cuatro militares emiratíes en el choque de su helicóptero en
Yemen mientras efectuaban una misión en el marco de la intervención
militar de la coalición liderada por Arabia Saudí ha supuesto una nueva
derrota de ésta. El choque coincidió con un ataque con misiles en las
aguas territoriales del Yemen, en el Mar Rojo, contra un navío emiratí
desde otro que pertenecía al movimiento Ansarulá.
Yemen ha
desarrollado una capacidad misilística y posee la tecnología para la
fabricación y desarrollo de misiles sofisticados. En otro ataque
anterior con misiles llevado a cabo por el Ejército yemení y los comités
populares de Ansarulá contra el navío de guerra emiratí Swift junto a
la costa de Muja, el pasado 30 de Julio, perecieron 12 militares
emiratíes.
Estos
ataques con misiles contra bases, posiciones y navíos de guerra de
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) han roto el equilibrio de
fuerzas y pueden cambiar los hechos sobre el terreno en favor de Yemen, y
más concretamente de la alianza entre el movimiento Ansarulá y el
Congreso General Popular, liderado por el ex presidente Ali Abdulá
Saleh. Algunos analistas creen que cuanto más dure la guerra más crecerá
la eficacia de las fuerzas yemeníes sobre el terreno.
Los
ejércitos saudí y emiratí han fracasado y eso es por lo que la coalición
ha pedido el despliegue de soldados sudaneses, pero esto no podrá
influir sobre el terreno, ya que una crisis real golpea las filas de la
coalición. Los 5.000 soldados sudaneses han preferido, sobre todo,
permanecer detrás de las líneas del frente para volver a su país sanos y
salvos.
Arabia
Saudí y los países de la coalición cometieron un grave error al imponer
el bloqueo a Yemen y cerrar el aeropuerto de Sanaa. Y el bombardeo de
civiles no ha hecho más que empeorar la situación. Todo el pueblo yemení
se ha vuelto en contra de la coalición pro-saudí, el partido del
presidente dimisionario Mansur Hadi se ha disuelto y Hadi no es ya más
que un cadáver político. El bloqueo ha provocado una crisis de hambruna y
una epidemia de cólera, pero no ha podido doblegar la voluntad de los
yemeníes.
El
general Abdulá Saleh, sobrino del ex presidente de Yemen y uno de los
ilustres comandantes del Ejército, ha amenazado con lanzar misiles
contra los aeropuertos de Arabia Saudí y EAU si no se pone fin al
bloqueo impuesto al aeropuerto de Sanaa. Esta amenaza debería ser tomada
en serio, señala Atwan. Imaginemos las repercusiones del bombardeo del
aeropuerto de Dubai, el de Yeddah o el de Riad.
Baste
recordar la caída en un 80% de los beneficios netos de la compañía aérea
emiratí Etihad Airways, que había ya perdido el año pasado 1.800
millones de dólares.
La
coalición Ansarulá-Congreso General del Pueblo no va a ser doblegada,
especialmente en un momento en que su red, tanto en Yemen como en el
extranjero, se desarrolla. Por el contrario, Mansur Hadi y su grupo se
está reduciendo como un goteo y hay pocas personas que pronuncien su
nombre y muchas menos que quieran su regreso al poder.
La
reapertura del Aeropuerto de Sanaa y la vuelta a la mesa de
negociaciones ocurrirá tarde o temprano, pero lo cierto es que la
coalición saudí se enfrenta a un fracaso total en Yemen.
Sigue la guerra civil en la ciudad saudita de Qatif
Desde
finales de 2011, numerosas manifestaciones contra el régimen de Arabia
Saudita han tenido lugar en la ciudad portuaria saudita de Qatif, en la
costa del Golfo Pérsico, y hace 3 meses que las «Aguilas de Nayef», la unidad de la policía saudita que reprimió las protestas populares en Bahréin, «mantienen el orden» en esa ciudad.
Recurriendo
al uso de blindados y bombardeando a los rebeldes de Al-Awamia, la
policía saudita ha destruido totalmente el barrio de Musawara y
se dispone a tomar por asalto el barrio de Chuweikat.
Los manifestantes son chiitas mientras que los policías de las «Aguilas de Nayef» son todos wahabitas.
El 2 de
enero de 2016, la monarquía absolutista de Arabia Saudita decapitó al
jefe de la oposición nacional, el jeque chiita Nimr Baqr al-Nimr, aunque
este último se había declarado firmemente contrario a la violencia.
No existe, por tanto, a falta de una representación de la oposición,
ninguna de posibilidad de diálogo entre los rebeldes y la monarquía
saudita.
La ONU
contempla en silencio la masacre que tiene lugar en Qatif mientras que
la monarquía saudita prepara la abdicación del rey Salman y la
entronización de su hijo, el príncipe Mohammed.
Arabia Saudí busca mediación iraquí para acercarse a Irán
El
ministro del Interior iraquí anuncia que las autoridades saudíes han
solicitado al Gobierno de Irak su mediación entre Riad y Teherán.
El
titular del Interior iraquí, Qasim al-Araji, informó el domingo que el
príncipe heredero saudí, MohamadBin Salman, le había pedido oficialmente
su mediación para organizar unas conversaciones bilaterales entre
Arabia Saudí e Irán, según cita el canal de televisión local Al-Sumaria.
Estas
declaraciones las hizo Al-Araji en una conferencia de prensa conjunta
con su homólogo iraní, AbdolrezaRahmaniFazli, celebrada en Bagdad
(capital).
Riad y
Teherán rompieron relaciones diplomáticas entre ambos países tras
producirse la ejecución del prominente clérigo chií, el sheij NimrBaqer
al-Nimr.
El
funcionario iraquí explicó que había informado a la parte saudí de las
peticiones formuladas por los iraníes con el fin de poder encontrar
alguna solución al desencuentro diplomático.
Como
primer paso para aliviar las tensiones entre estos dos países, Irán
solicitaba a la parte contraria que los peregrinos iraníes fueran
tratados en la celebración de Hach con respeto y se les permita visitar
el Cementerio de al-Baqi en la ciudad santa de Medina.
El
ministro iraquí señaló, en este contexto, que los funcionarios saudíes
habían aceptado las demandas iraníes y dieron garantías de que Al-Baqi
“estaba abierto a los peregrinos iraníes”.
Por otro
lado, Al-Araji subrayó que Irak considera muy necesario que Teherán y
Riad mantengan relaciones de mutuo respeto, pues, ambas naciones
contribuyen a la promoción de la seguridad en todo el Oriente Medio.
El
ministro del Interior de Irán, por su parte, declaró que el respeto a
los peregrinos iraníes era un asunto muy importante para Teherán,
subrayando que Irán siempre había tratado de consolidar sus relaciones
con Arabia Saudí y buscaba mantener sus lazos con el reino árabe.
Las
relaciones entre Irán y Arabia Saudí se empeoraron aun más cuando muchos
ciudadanos musulmanes, quienes practicaban los rituales de Hach en
Mina, cerca de la ciudad sagrada de La Meca, en septiembre de
2015, murieron en una avalancha humana.
Occidente junto con sus ONGs y medio de comunicación dan la espalda a Yemen
El
conflicto armado en Yemen continúa con la epidemia de cólera como telón
de fondo. Occidente y sus medios lo presentan como una guerra entre los
partidarios de los huities de Irán y los sauditas de Estados Unidos. El
periodista turco Islam Ozkan habló con Sputniksobre los motivos por los
que a Occidente le interesa ignorar el conflicto.
Según
Ozkan, los intereses de Occidente dependen de su apoyo a Arabia Saudí y,
por tanto, no les conviene hablar sobre las proporciones a las que está
llegando la catástrofe humanitaria en el país africano, en la que toma
parte Riad.
«Incluso
aquellos que no necesariamente son socios de Arabia Saudí y simplemente
quieren llevarse bien con los saudíes y no levantar tensiones se han
esforzado por no publicar material sobre Yemen en los medios de
comunicación ni hablar de lo que está pasando allí», asegura Ozkan.
Así que
las grandes potencias como Estados Unidos o la Unión Europea, de quienes
depende la mayor parte de la opinión pública, han escogido situarse
en el lado de Arabia Saudí en lo que respecta a la carnicería en Yemen
-una carnicería iniciada por Arabia Saudí, recuerda el periodista-.
Según sus
palabras, los altos cargos de la ONU y la propia organización no son
neutrales y hasta cierto punto se encuentran bajo la influencia de Riad.
Hasta el
día de hoy, son cerca de 10.000 los soldados fallecidos en Yemen los que
han actuado del lado de los saudíes. Teniendo en cuenta que en el país
del golfo Pérsico la existencia de ONG es casi nula, no existe nada ni
nadie que pueda pararle los pies al Gobierno.
«Hay dos
escenarios que podrían detener a Arabia Saudí y a la coalición que se ha
montado en el conflicto yemení: o se empieza a presionar seriamente a
nivel internacional a los saudíes o en Arabia Saudí se comienza a
vislumbrar una posible crisis financiera», explica Ozkan.
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