OTRO PRINCIPE DE LAS ARENAS,CAMELLOS Y PETROLEO

La dictadura de Bahrein

Por mucho que las noticias nos quieran enseñar un mundo de lujo en los países árabes del Golfo Pérsico, nada más lejos de la realidad, son dictaduras represoras muy bien protegidas por Estados Unidos y Europa debido a las connotaciones de la geopolítica internacional.
El Golfo Pérsico es una de las rutas más importantes del mundo, por donde cada día pasan decenas de barcos cargados con millones de barriles de petróleo para abastecer al mundo entero, una zona muy jugosa, inestable y llena de peligros, en una zona de la costa están los estados árabes, aliados de occidente, con presencia militar estadounidense en forma de bases y puertos militares, y en la otra parte de la costa está Irán.
Un desequilibrio en esta región puede significar la primacía mundial de uno u otro bloque y Bahrein es una de esas pequeñas piezas que puede cambiar todo el organigrama. De entrada debemos saber que el gobierno del país recae sobre una minoría sunita que tiraniza a una mayoría chiíta que es vista como una quinta columna en el país y en toda la región.
La estrategia consiste en vincular a los chiítas árabes con los chiítas iraníes y acusar a los primeros de ser agentes destabilizadores a sueldo de los segundos para hacerse con el poder. Gracias a esta dialéctica es muy fácil perseguir a los chiítas y ahogora, como se hizo, las ansias de igualdad que se vivió en Bahrein durante la “Primavera Árabe” fue acallada a sangre y fuego con el apoyo de Estados Unidos y Arabia Saudí.
Al mismo tiempo la represión continúa retirando la nacionalidad a los chiítas bahreiníes y sustituyéndoles por sunitas de otras zonas de la región, aún hoy la persecución se sigue llevando a cabo en Bahrein al mismo tiempo que Occidente apoya la dictadura de Manama porque, claro, es su dictadura aliada. (Foto: Chris Price)