Qué tan sofisticados son los nuevos tanques rusos de Nicaragua que preocupan al resto de Centroamérica
¿Si Nicaragua no está en guerra, para qué necesita nuevos tanques?
La pregunta seguro se la hizo más de alguno de los visitantes al malecón de Managua esta semana, donde una "exposición estática de técnica militar" celebra el 37 aniversario de la fundación de las fuerzas armadas del país.
La joya de la muestra, inaugurada en la Plaza de la Fe el lunes, es un tanque ruso modelo T-72B1.
Y su presencia allí confirma, al menos parcialmente, meses de especulacionesque siguieron a una escueta noticia publicada por el portal ruso Sputnik News en abril pasado.
La nota, que citaba a RIA Novosti -la agencia estatal de noticias de Rusia- se titulaba "Listo para enviar a Nicaragua el primer lote de tanques rusos T-72B1".
En ella se recogían declaraciones de un portavoz del Centro de Análisis del Comercio Mundial de Armas (CACMA), con sede en Moscú, que confirmaba el hecho.
Y la exhibición de esta semana demuestra que al menos uno de esos carros de combate llegó a Nicaragua.
"En total son 50 tanques, 20 de los cuales ya están en el país", le asegura a BBC Mundo Roberto Cajina, consultor civil en seguridad, defensa y gobernabilidad en Nicaragua.
Sin revelar sus fuentes, pero seguro de la información que le proporcionan, dice:"Llegaron hace tres semanas y media".
Y añade que podrán verse más unidades en el evento que el 2 de septiembre, el día de las fuerzas armadas, se celebra a puerta cerrada, así como en el desfile militar del día siguiente.
El Ejército de Nicaragua, sin embargo, hasta el momento no ha confirmado públicamente los números, ni respondió a las solicitudes de entrevista de BBC Mundo.
Donación
Cajina es miembro de la Junta Directiva la Red de Seguridad y Defensa de América Latina (RESDAL), una organización fundamentalmente virtual que reúne a cerca de 300 académicos y expertos en el tema de América Latina, el Caribe, Estados Unidos, Canadá y países de Europa occidental.
"Los tanques son una donación de Moscú al gobierno de Daniel Ortega—el presidente de Nicaragua—. No se han comprado", asegura el analista.
Eso mismo subrayó el jefe del ejército nicaragüense, el general Julio Avilés, con motivo de la inauguración de la exposición.
"Todo lo que miran (ven) es (producto de) un proceso de gestión sin condiciones de ninguna naturaleza en la cooperación" con Rusia, sostuvo el militar ante los medios nicaragüenses.
"Por lo tanto, nuestro país no cuenta con deuda alguna en la adquisición de los equipos y maquinarias", aseguró.
Con ello negaba otra información que circulaba en los medios, pero sobre la que Managua no se había pronunciado hasta el momento: que Nicaragua compró los tanques por un total de US$80 millones.
La cifra generó debates en el país, el segundo con el mayor índice de pobreza multidimensional del subcontinente, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo dependiente de Naciones Unidas.
"No son tanques nuevos, de última generación, sino reacondicionados", explica sin embargo Cajina.
En definitiva, "las opciones para Rusia era desecharlos o darlos en donación a algún otro país", asegura.
BBC Mundo también se comunicó con el ejército y con el Ministerio de Defensa de Nicaragua para confirmar esta información, pero no obtuvo respuesta.
De bajo perfil
El T-72 es uno de los carros de combate en servicio más producidos en el mundo, después del T-34.
En la actualidad hay en activo 40.000 unidades repartidas por lo largo y ancho de la geografía mundial y con un sinfín de modificaciones y adaptaciones.
Y el modelo que llegó a Nicaragua, el T-72B, data de 1985.
Su versión T-72B1 cuenta con blindaje NDZ, incorpora ladrillos de blindaje reactivo ERA Kontakt-1 en el frontal y los laterales del casco, así como en el frontal superior de la torreta, según páginas especializadas.
El tanque posee también un sistema de control de misiles y visión nocturna, además de un iluminador infrarrojo para el tirador a un lado del cañón.
Los expertos consultados por BBC Mundo, sin embargo, coinciden en que es un tanque "de perfil bajo".
Y en el caso de Nicaragua el modelo viene a sustituir a los T-55 y T-54, de fabricación soviética, que cumplieron ya su periodo de vida útil.
Anunciada renovación
De hecho, los T-72B1 son parte de la largamente anunciada renovación de los equipos del ejército nicaragüense, que en la década de 1980 alcanzó el nivel más alto de militarización en Centroamérica y, en términos relativos, de América Latina.
El dato lo destaca Cajina en el borrador de un artículo para la revista Envío de la Universidad Centroamericana de Nicaragua, donde recuerda cómo tras el triunfo de Violeta Barrios de Chamorro en las elecciones de 1990 comenzó un proceso de desmilitarización y de reconversión del sector defensa.
En 1995, junto con sus vecinos, Nicaragua suscribió el Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica, que norma diferentes aspectos de la seguridad en la región, entre ellos el "balance razonable de fuerzas militares y policiales", recuerda el investigador.
Pero aun así, desde su regreso al poder en 2007, en decenas de actos oficiales Ortega ha ofrecido dotar de nuevos medios al ejército, la fuerza aérea y la fuerza naval nicaragüense.
Ya en el discurso del 13 de agosto de 2014, durante la celebración del 34 aniversario de la fundación de la fuerza naval, Ortega aseguró que estaba "trabajando seriamente con la Federación Rusa en el tema de la fuerza aérea y la fuerza naval".
"Tenemos que seguir fortaleciendo al ejército, y fortalecerlo en tanto es una fuerza fundamental para resguardar la soberanía del país, para fortalecer la paz, la seguridad y la estabilidad del país", dijo entonces.
"Y (debemos) contribuir también a fortalecer la paz, la estabilidad en la región centroamericana, en coordinación con todos los hermanos y hermanas centroamericanos. Librar batallas conjuntas contra el narcotráfico, contra el crimen organizado", añadió.
¿Pero servirían para esa misión los T-72B1 recién adquiridos?
¿Contra el narco?
"Lo que algunos sugieren en Nicaragua, que los tanques podrían ser utilizados en operaciones antinarcóticos, no tiene ningún sentido", le dice a BBC Mundo el doctor Evan Ellis, profesor de Estudios Latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Universidad del Ejército y la Guerra de Estados Unidos.
Y Cajina concuerda con su opinión.
Según él, para las operaciones contra el narcotráfico, así como para controlar la soberanía de su territorio costero hace falta otro tipo de equipo.
"Lo de los tanques es una adquisición irracional en ese sentido", dice el experto.
Por eso, dice que le preocupa otra de las informaciones publicadas por los medios rusos y que citan a un portavoz del Centro de Análisis del Comercio Mundial de Armas (CACMA).
Según éste centro, más allá de los 50 tanques, en 2013 Nicaragua habría encargado a Rusia cuatro lanchas patrulleras 14310 Mirazh.
Pero, de acuerdo a esta misma fuente, existe también un contrato para suministrardos lanchas coheteras 1241.8 Molnia y aviones de combate Yak-130, sin especificar cuántos.
El CACMA no especifica el coste de estas adquisiciones, pero según webs especializadas cada lancha costaría US$45 millones y cada avión de combate US$16 millones.
E incluso si fueran para combatir el narcotráfico en la región, los países vecinos tampoco verían con buenos ojos las nuevas adquisiciones de Nicaragua.
"Cualquier recurso que se gaste, especialmente en armas, en momentos en los que éstas no son necesarias [...], constituye, más que una preocupación o una amenaza, un sentimiento de tristeza", dijo a los medios Luis Guillermo Solís, elpresidente de Costa Rica, un país sin ejército.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores costarricense Manuel González Sanz llamó a una reunión al embajador ruso en San José para "pedirle explicaciones".
Y el vicecanciller Alejandro Solano Ortíz declaró: "Lo que necesitamos no son armas de guerra, lo que necesitamos en la región es combatir la pobreza con educación, más salud, más tecnología, con mejor infraestructura. Eso es lo que representa la prioridad para la región".
Los otros gobiernos vecinos no han hecho declaraciones sobre el asunto.
¿Uso interno?
Pero si los tanques no se destinarán a operaciones contra el tráfico de drogas, ¿cuál sería su utilidad?
Según Carlos Zamora, analista político de la Universidad de Costa Rica, con ellos el gobierno podría estar reforzando su capacidad de respuesta ante las regulares protestas contra el canal de Nicaragua.
Y en declaraciones a Ticotimes, un medio costarricense que se publica en inglés, Zamora también mencionó su posible uso contra los "rearmados".
Ese es el nombre de supuestos grupos opuestos a Ortega que habría tomado las armas en el norte del país y que incluirían antiguos miembros de la Contra, el movimiento que combatió al sandinismo en la década de 1980.
Y el gobierno de Nicaragua niega la existencia de grupos armados con fines políticos, asegurando que se trata de simples bandas delincuenciales dedicadas al narcotráfico.
Al doctor Ellis, sin embargo, el uso de los tanques rusos en asuntos de política interna no le parece improbable.
"El trato (entre Nicaragua y Rusia) es un misterio, dada (…) la ausencia de amenaza militar por parte de sus vecinos", dice el doctor Ellis.
"El único escenario posible es un uso interno, como una demostración de fuerza para disuadir cualquier desborde social que pudiera darse frente a la concentración de poder de Ortega", le dice a BBC Mundo
¿Y qué gana Rusia con el acuerdo?
Poner un pie en Centroamérica, el patio trasero de EE.UU., coinciden los expertos consultados por BBC Mundo. Aunque eso es algo a lo que le restan importancia.
"Lo más importante en este tema es el simbolismo del compromiso del régimen de Daniel Ortega con el militarismo anacrónico que recuerda a la Guerra Fría", dice Ellis.
"Los tanques que no van a tener ni una sola utilidad", concluye Cajina.
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