miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA

El inédito relato de la mujer que compartió 24 años con "Tirofijo", el fundador de las FARC

Una vida en la selva
Sandra Ramírez fue la compañera inseparable de Manuel Marulanda. Se llevaban más de 30 de años de diferencia. Pero eso jamás fue un problema.

Dicen que él, Manuel Marulanda, uno de los fundadores y líderes históricos de las FARC murió en sus brazos, en los de su compañera durante 24 años: Sandra Ramírez. Hoy cuando Colombia asiste a la histórica firma de la paz con la guerrilla, el diario El Espectadorpublica un inédito testimonio de la mujer de "Tirofijo", revelando las rutinas de aquel amante, y por qué el enemigo no logró matarlo.
“Al camarada lo conocí en 1983, por el mes de noviembre. Lo vi en un campamento que llamábamos El Palmar, en el área de Casa Verde. Estábamos en el aula, organizando una medicina con otra compañera; me asomé a la ventana y lo vi en el patio de formación. Me llamó la atención por la forma como iba vestido; parecía un ganadero. Yo llevaba dos años y medio de haber ingresado. Me habían trasladado para ser guardia del secretariado. Se supone que era por dos años y luego venía el relevo", cuenta Ramírez.
 
Entre ambos, al comienzo, "fue una relación de combatiente y superior", dice. Pero con el tiempo algo cambió. "Yo sentía que él se acercaba más, pasaba a saludarme, preguntaba qué estábamos preparando. Así pasaron varios meses".
Hacia mayo de 1984, él cae de una mula.
"Se golpeó la cara y se fisuró una costilla. Como yo había tomado cursos de enfermería, lo tuve que atender… ahí empezó todo", confiesa. Nunca más se separaron.
 
"Faltó poco para que cumpliéramos 24 años de relación. Yo tenía 20 años y él 55; eran más de 30 años de diferencia, pero eso no fue problema", dice.
Marlunda murió en la selva. Pero no lo mataron, aunque no faltaron las veces que corrió el rumor de que lo habían alcanzado.
"Fueron muchas las veces que lo mataron. Nosotros lo oíamos por la radio; lo veíamos en la prensa y nos daba risa lo que inventaban: que tenía una enfermedad terminal, que estaba herido. Era propaganda negra del Estado", dice ella. 
Los enfrentamientos con el Ejército o los bombardeos, sin embargo, eran cosa seria. Pero Marulanda sabía enfrentar esa adversidad. 
"Daba mucha seguridad y confianza a uno por su forma de ser. Uno con él aprendía a estar alerta, a tener la adrenalina a tope. Siempre fue muy cauteloso; era precavido, atento. Por eso el enemigo nunca pudo matarlo", concluye.
Manuel Marulanda "Tirofijo"murió en brazos de su compañera en 2008, en la selva. Dicen que tenía 80 años.

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