sábado, 16 de julio de 2016

Murió "Cachito" Fukman, sobreviviente de la ESMA
y militante de los Derechos Humanos

Fue hallado ayer en su casa. Tenía 59 años
Guido Braslavsky . 

Enrique “Cachito” Fukman, sobreviviente de la ESMA y respetado militante de los derechos humanos, fue hallado muerto ayer en su casa de La Paternal, por causas que aún se desconocen. Tenía 59 años, y fue uno de los fundadores de la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos, junto a Adriana Calvo y Carlos “El Sueco” Lordkipanidse, su amigo, con quien había compartido cautiverio en la ESMA.
Desde la Asociación de ex Detenidos e integrando el Encuentro Memoria Verdad y Justicia con otras organizaciones y partidos de izquierda, Fukman mantuvo una posición de independencia del movimiento de derechos humanos respecto del Estado en los últimos años, en que un sector importante terminó siendo parte activa de los gobiernos kirchneristas.
Fukman militó en Montoneros y fue secuestrado el 18 de noviembre de 1978, y llevado a la ESMA, donde fue liberado en febrero de 1980. Fue testigo del Juicio a las Juntas de 1985, y en los tres juicios vinculados a lo ocurrido en la ESMA, uno de los cuales aún se sustancia.
En marzo, Fukman acompañó a Clarín en el rodaje de un documental en el Casino de Oficiales de la ESMA, el edificio que se usó de campo de detención y torturas, por donde pasaron unos 5 mil prisioneros, la mayoría de los cuales fueron asesinados arrojados vivos al mar. Fukman dio una vez más su testimonio invalorable.
Llegó con una sorpresa: se había afeitado y no llevaba la larga y espesa barba gris que lo caracterizaba. Tuvo un único pedido especial: que en la edición final quedara su relato (y así se hizo) de una prisionera que interponiendo su cuerpo y a riesgo de su vida, impide que un torturador se llevara a un bebé a la sala de torturas para forzar el interrogatorio de su madre. Fukman no quería que todo fuera mensaje de horror, y ése era para él un ejemplo esperanzador de que la solidaridad y la nobleza humana pueden existir aún en las circunstancias más terribles.
Fukman tenía una mirada muy crítica del destino que se le dio a la ESMA, creía que “no se debía haber tocado nada” en ese predio donde hoy se erige un “Museo de Sitio” (en lo que fue el Casino de Oficiales) e instalaciones para funcionamiento de organismos públicos, de asociaciones de familiares de víctimas, y hasta el Museo Malvinas. Estaba contra el uso “cultural” o “militante” (murgas, asados) del lugar. Cuestionaba que “se hable de la ex ESMA, así como no hay un ex Auschwitz. Eso es intentar desaparecerla”, era su posición.
“Cachito estaba más activo que nunca, en batalla permanente contra la impunidad en los juicios y acompañando la lucha por las causas sociales”, lo recordó esta tarde ante Clarín su compañero en la Asociación, Osvaldo Barros, que también compartió con él cautiverio en la ESMA.
posta - postaporteñ@ 1634 - 2016-07-1

No hay comentarios:

Publicar un comentario