Ni pena ni gloria para la revolución del 34
Hace 80 años que el proletariado español intentó tomar el poder, pero las conmemoraciones pasan de puntillas por la efeméride
La revuelta fue cruelmente atajada en Asturias, el lugar donde más se cuida su legado
La revuelta fue cruelmente atajada en Asturias, el lugar donde más se cuida su legado
Octubre de 2014 supone el 80 aniversario de la
revolución española. Y no es que parezca importar mucho. Duró poco y no
cambió nada. Por eso, como proponen algunos autores, quizá deberíamos
rebajar el tono de la expectativa y cambiar "revolución" por
"insurrección".
Probemos. Se cumplen 80 años de la
insurrección española... y no es que parezca importar mucho. Al menos,
no fuera de Asturias, el lugar donde se inició, donde estuvo en pie
durante 15 días y donde se reprimió con brutalidad. "No es que el tema
esté muerto, pero el tiempo pasa", opina pragmático Adolfo Fernández
Pérez, historiador y vicedirector de la Fundación José Barreiro.
"El recuerdo es muy potente pero se ha ido diluyendo porque no quedó
nada", explica Fernández. "Si les preguntas a las nuevas generaciones
sobre el 34, no saben nada, como sobre muchas otras cosas. Yo a mis
alumnos de Bachillerato siempre les decía que Asturias es conocida fuera
de España por su prerrománico, la industrialización y la Comuna
Asturiana".
Las huelgas generales sacudían España
durante los gobiernos socialista-republicanos de la Segunda República,
creando un clima de tensión prerrevolucionaria. En la cuenca minera, en
la Telefónica, en el comercio, en los bares, en los hornos, en
Barcelona, en Granada, en Pasajes, en Toledo… en 1934 España es un
polvorín. Y en 1931 Trotsky lo vigilaba de cerca y lo alentaba en sus
escritos: "Ahora le ha llegado el turno a España".
El 'ochobre'
"Al atardecer del día 5 [de octubre de 1934] salieron por todos los
caminos de la montaña emisarios de los comités revolucionarios
anunciando para el día siguiente la huelga general y la sublevación
armada". Así narraba un año después José Díaz Fernández en "Octubre rojo
en Asturias" el estallido oficial de la revolución socialista de 1934,
una insurrección obrera que prendió en la cuenca minera en Asturias como
en ningún otro sitio.
Ese mismo día, el 5 de
octubre, entraban ministros de ultraderecha del partido CEDA en el
gobierno republicano del radical Lerroux, también de derechas pero
moderado. Una excusa para socialistas, sindicalistas, comunistas e
incluso anarquistas ante un vaso prácticamente colmado de profunda
desilusión política de las masas, que empujaron a los socialistas a
rendirse en el Parlamento y apoyar las huelgas y el proceso
revolucionario de la clase obrera.
"Sin el
levantamiento revolucionario del proletariado asturiano, muy
probablemente se hubiera culminado con éxito la imposición de un Estado
de corte fascista utilizando la maquinaria del parlamentarismo burgués",
escribe en 2011 Juan Ignacio Ramos, presidente de la Fundación Federico
Engels.
La revolución fue brutalmente aplastada dos
semanas después por los mismos mandos militares que dos años después se
rebelarían contra el Gobierno, provocando la Guerra Civil, cuyo
resultado no es necesario recordar. Sobre lo que sí hay que volver es
sobre lo que no se habla: 1934. Asturias lo sabe y los homenajes a lo
que allí recuerdan como "el ochobre" toman forma de discretas mesas
redondas y actos conmemorativos. Como recuerda Adolfo Fernández, quien
participará en alguno de ellos, "1934 no está olvidado, pero sí muy
reducido a la investigación histórica. Parece inevitable, pero no es lo
deseable".
Apuntalan la memoria
Cada año por
estas fechas, las organizaciones comunistas asturianas dejan flores como
homenaje a la joven militante Aída de la Fuente en el Parque San Pedro
de los Arcos de Oviedo. Es difícil que un asturiano no conozca la
canción que la recuerda o no sepa que fue asesinada mientras repelía,
casi en solitario con una ametralladora, el avance de las tropas de
Franco sobre Oviedo. A este recuerdo habitual, inscrito ya al calendario
de la ciudad, deberían sumarse otros más extraordinarios, y así es,
pero no consiguen repercusión más allá del ámbito local.
La Fundación Andreu Nin es de las pocas que se ha lanzado a la
conmemoración de los 80 años, con unas jornadas en Mieres y Langreo,
escenarios de las revoluciones. Durante los días 10, 11 y 12 de octubre
se hablará sobre cómo se consiguió unidad mediante el Bloque Obrero
Campesino y la Alianza Obrera. También se rescatará la memoria personal
mediante la presencia de los descendientes de Marcelino Magdalena, quien
fue militante del Bloque Obrero Campesino en Mieres.
Uno de los libros de memorias escritos por participantes de la revolución, el esencial "La insurrección de Asturias"
del minero, militante del BOC y vicepresidente de la Alianza Obrera
Manuel Grossi, será reeditado con un nuevo prólogo escrito por Ernesto
Burgos y presentado en Mieres por Germinal Grossi, hijo del conocido
como Manolé. Otra reedición para la ocasión es la del libro de poemas
sobre el '34 escrito por Alfonso Camín, El valle negro
y que tuvo que ser publicado desde México en 1938. Manolé y el resto de
hombres y mujeres que lucharon por la revolución recibirán un acto de
homenaje floral en Mieres el 12 de octubre.
Un Camus inédito sobre la revuelta
La organización política Andecha Astur, que ningún año se olvida de
celebrar el ochobre, realizarán el día 12 un homenaje a Belarmino Tomás y
el resto de revolucionarios asturianos en el cementerio Pando de La
Felguera. Tomás fue uno de los principales cabecillas de la revuelta
minera, y llegó a ser el presidente del Consejo Soberano de Asturias y
León. Su nieto, Jorge Belarmino Fernández Tomás, narró su historia en la biografía de este dirigente sindical, concejal y diputado.
La organización juvenil Darréu (Mocedá d’Izquierda Soberanista) no se
olvida cada mes de octubre de convocar al Día de la Mocedá
Revolucionario, que en esta ocasión es el día 18, con un festival bajo
el lema "Asturies nun escaez". El CSOA La Madreña de Oviedo también se apunta a un concierto por el ochobre.
Octubre de 2014 es la efeméride también de los 101 años del nacimiento
del escritor argelino-francés Albert Camus. El Ateneo Libertario de
Oviedo celebra la coincidencia con la primera representación de la
desconocida obra de agit-prop de Camus Revolta dans les Asturies con un montaje de la compañía teatral francesa TRAC.
Ese libreto fue el primero escrito por Camus, a los 22 años, junto a
otros tres amigos del Teatro del Trabajo, impactados por la insurrección
armada de la cuenca minera. El montaje recorrerá diferentes teatros
asturianos y el Ateneo reforzará la conmemoración del 7 al 15 de octubre
con proyecciones y charlas.
Para conocer in situ los acontecimientos de Oviedo, la Fundación Juan Muñiz Zapico propone una ruta guiada
el 5 de octubre con un mapa de qué sucedió en cada lugar clave de la
cruenta lucha en la capital. Cualquier día vale, no obstante, para
revivir los pasos de una revolución obrera que Asturias pedía que se
extendiese al resto del Estado, sobre todo en Cataluña, en los mismos
días en los que el Gobierno de la Generalitat intentaba, como hoy, proclamar el Estado Catalán.
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