sábado, 14 de septiembre de 2013

MAS GRANDE CRIMINAL DE GUERRA DEL MUNDO

Comprobada, la participación de Kissinger en el golpe de Pinochet contra Allende

Documentos recientemente desclasificados y divulgados por el Archivo de Seguridad Nacional revelan el involucramiento del secretario de Estado de EU con el dictador golpista, Augusto Pinochet, antes, durante y después de la asonada.
El secretario de Estado estadunidense, Henry Kissinger presionó en la década de los 70 al entonces presidente, Richard Nixon, a derrocar a su par chileno, el socialista democráticamente elegido, Salvador Allende, al considerar que su “modelo” tendría un efecto “insidioso”.
A 40 años del golpe de Estado contra el mandatario chileno, documentos recientemente desclasificados y divulgados por el Archivo de Seguridad Nacional revelan el involucramiento de Kissinger con el dictador golpista, Augusto Pinochet, antes, durante y después de la asonada.
Los documentos incluyen transcripciones de conversaciones telefónicas y en persona que se añadieron a la versión revisada del libro Pinochet, los archivos, de Peter Kornbluh que se ha reditado para este 40 aniversario del golpe.
Ocho días después de la elección de Allende, Kissinger comenzó a tratar el tema de Chile con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y afirmó, en un encuentro con el entonces director de la dependencia, Richard Helm, que “no dejaremos que Chile se vaya por el caño”.
Documentos con fecha posterior dan cuenta de que el adjunto de Nixon, Viron Vaky, le aconsejó al secretario de Estado olvidarse de cualquier acción dirigida a socavar a Allende pues ésta “podría llevar a la violencia e insurrección”, además de ser inmoral “y contraria a nuestros propios principios”.
Los documentos afirman que Kissinger intentó, sin éxito, impedir que el presidente chileno tomara posesión, y repetidamente rechazó propuestas de funcionarios del Departamento de Estado en el sentido de que debía aprender a vivir con Allende, al afirmar que el mandato del socialista chileno “es uno de los más serios desafíos que hemos enfrentado en este hemisferio”.
El funcionario estaba convencido también de que “El ejemplo de que un gobierno marxista haya sido electo exitosamente en Chile tendrá un impacto seguro y sin precedentes en otras partes del mundo”, que según él, participaría de un “fenómeno de imitación” que acabaría por afectar el “equilibrio” entre naciones.
Días después del golpe contra Allende, Kissinger envió secretamente a Pinochet el mensaje de que “nuestro mayor deseo es cooperar cercanamente con usted y establecer una relación cordial y constructiva”.
En 1975, cuando la represión pinochetista estaba en su peor momento, Kissinger se reunió con Patricio Carvajal, el canciller de la dictadura chilena y ante él disculpó a su equipo por establecer los derechos humanos como tema en la agenda del encuentro. “Esta mañana leí los puntos a tratar y no había nada mas que Derechos Humanos. El Departamento de Estado está formado por gente con vocación para el sacerdocio, pero como aquí no tenemos suficientes iglesias para ellos, los recibimos aquí”.
En 1976, Kissinger se encontró personalmente con Pinochet, y nuevamente ignoró los consejos de tratar con el dictador el tema de los derechos humanos y en cambio le aseguró: “Queremos ayudarlo, no perjudicarlo. Hizo usted un gran servicio a occidente al derrocar a Allende”.
Los documentos pueden ser consultados en http://www2.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB437/

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