lunes, 2 de septiembre de 2013

HACE 45 AÑOS, MUERE EN BOLIVIA TANIA LA GUERRILLERA, EN UNA EMBOSCADA

Hoy 31 de agosto se cumplen 45 años de la muerte en combate en Bolivia, de la destacada revolucionaria argentina Tamara Bunque Bíder, más conocida por el seudónimo de “Tania la Guerrillera”.

Tania junto a otros 8 guerrilleros cayeron en una emboscada del ejército Boliviano en el vado de Puerto Mauricio. Pertenecía al grupo de la retaguardia de la guerrilla que comandaba el otro gran argentino internacionalista Ernesto Che Guevara, que sería asesinado muy poco tiempo después el 9 de octubre de 1967.

Tamara Bunke había nacido en la argentina el 19 de noviembre de 1937. Su padre era alemán y su madre polaca, eran emigrantes que habían huido de la Alemania nazi.

En 1952, Tamara emigró junto a sus padres a la República Democrática Alemana, siendo admitida dentro del Partido Socialista Unificado de Alemania en 1955, a los 18 años. Posteriormente realizó viajes a países de África y América Latina, realizando estudios sobre folklore.
En Berlín Oriental estudió en la Facultad de Letras de la Universidad Humboldt, habiendo sido también instructora de tiro deportivo. Recibió con alegría el triunfo de la Revolución Cubana y conoció al Che Guevara en 1960, cuando este viajó a la Alemania Oriental al frente de una delegación comercial del gobierno revolucionario cubano.

Luego Bunke llegó a Cuba el 12 de mayo de 1961 y estudió periodismo en la Universidad de La Habana.

Su compromiso con la revolución cubana y su espíritu internacionalista fueron determinantes para que Tamara fuera seleccionada para ser parte del proyecto revolucionario de Ernesto Guevara para la insurrección latinoamericana. Luego de su preparación en Cuba y Checoslovaquia parte de avanzada, para generar las condiciones en Bolivia, de la posterior guerrilla comandada por el Che.

Su compañero de entrenamiento en Checoslovaquia José Gómez Abad “Diosdado” en su libro “Como el Che burlo a la CIA” señala de Tamara:

“Tania era una joven alegre, sentimental y romántica. Soñó, amó, y tenía hermosas ilusiones para un futuro; sin embargo, en ella primaron sus altas metas, el cumplimiento del compromiso contraído y del deber revolucionario.”

Hoy se cumplen 45 años de su asesinato y como bien señala en su libro Gómez Abad:

“Tamara soñó, luchó por un mundo mejor y fue consecuente con sus ideales hasta el final de sus días. Las semillas que ella sembró, años después se ven renacer en su América Latina mestiza y explotada. Esa fue su principal obra y el legado imperecedero que dejó.”

Hace 45 años murió una mujer guerrillera, una gran heroína. No se si aquel 31 de agosto de 1967 todas las campanas del mundo repicaron cuando las aguas del Río Grande, en Bolivia, arrastraban su cuerpo inerte, acribillado por las balas de un Ejército creado para reprimir a los pobres y a los revolucionarios.

Si no repicaron y estremecieron sus campanarios, debieron hacerlo porque aquel día cayó en combate Haydée Tamara Bunke, Tania, la Guerrillera, nacida en 1937 en Argentina, de padres alemanes que habían emigrado hacia el país sudamericano para escapar de la persecución nazi.

Fue en una emboscada en Vado del Yeso, donde Tania y otros guerrilleros murieron por la revolución continental. El cuerpo de la joven apareció una semana después. Los soldados lo colocaron en un ataúd tras permitir que unas monjas lo amortajaran en señal de respeto cristiano de las religiosas hacia una mujer que se integró a la lucha armada revolucionaria para combatir las injusticias sociales.

Hace 45 años murió una mujer guerrillera, una heroína. No se si entonces los poetas le dedicaron versos a su grandeza y los juglares iban de pueblo en pueblo dimensionando sus hazañas, como hicieron otros cantores con Juana de Arco en la Edad Media, en la vieja Europa dominante y cruel, prepotencia que trajeron consigo, además de sus enfermedades, los conquistadores venidos de allá para colonizar a América.

Si no le dedicaron versos, debieron hacerlo porque la muchacha argentina, o mejor dicho la muchacha latinoamericana, trascendió el calendario de su existencia y aquel 31 de agosto no fueron únicamente las aguas del Río Grande las que arrastraron su cuerpo, también lo hicieron las corrientes de todos los ríos de la Tierra y las olas de la Historia para depositarla en el lugar de las grandes mujeres que pertenecen a una época determinada y a todas las épocas.

Los restos mortales de Tania, la Guerrillera reposan en el Mausoleo que se levanta en Santa Clara junto a los de Ernesto Guevara y otros héroes, eternamente jóvenes. Como dice la canción, es posible que en esta ciudad al levantarse sientan la querida presencia del Che, de su destacamento de vanguardia y de la joven que tocaba el bandoneón y la guitarra y soñaba con hacer más libres a los hombres.

Hace 45 años Tamara Bunke respiró por última vez, quizás miró un instante a sus compañeros antes de caer. No se si entonces todas las mujeres del mundo sintieron que sus ojos se nublaron aquel 31 de agosto de 1967 y entonaron una oración al alma de la guerrillera.

Si no lo hicieron, debieron hacerlo, y así entre todas aumentar con sus lágrimas el caudal de los ríos y los mares para que un nombre de mujer recorriera el mundo y se asentara para siempre en valles y montañas; para que Tamara Bunke, Tania, la Guerrillera, continúe siendo la heroína de todas las batallas, con las campanas repicando y los juglares dimensionando su grandeza.

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