sábado, 25 de mayo de 2013

TRISTE,SOLITARIO Y FINAL DE "NUESTROS"QUERIDOS TUPAS

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PARA PONERLE AL DIALOGUITO FIN


Lucia "la tronca"Topolansky,unica mujer de la direccion tupamara

Al fin apareció “la foto” de Amodio, vivito y coleando, y “colorín, colorado, este cuento se ha acabado”.
En líneas generales, sobre una historia “OFICIAL” que fue, no habrá grandes novedades. Amodio no aportará las “revelaciones” que algunos –el periodismo sensacionalista hace fuerza- esperan.
 Pero si modificará algunos detalles mentirosos de la “HISTORIA OFICIAL” que hizo en su momento el Sr. EFH Historia que se difundió profusamente y que para muchos fue “el pan nuestro de cada día”, la “VERDAD REVELADA”.
Algunos –los más- entraron por el aro, producto de su juventud y de su completa virginidad política. Es la generación que llega a la juventud en el 83 y que necesitaba la mitología de la lucha y de la resistencia como soporte de sus movilizaciones combativas de entonces.
Es la gente que en  el derrumbe de la tiranía, levantaba la consigna de “Liberar, liberar a los presos POR LUCHAR”.
Consigna -conviene señalarlo- que no le hacía ninguna gracia a los que en vez de la lucha habían preferido el camino de la componenda, del acuerdo a espaldas del pueblo, la “RENDIJA DEMOCRÁTICA” por la cual clamaba, denodado, el antiguo senador-zapatero, Enrique Rodríguez.
Otros, varios miles, que habían pasado por las prisiones y tenían muchos más elementos, por comodidad, por oportunismo y por ese mal tan uruguayo de negarse a pensar con cabeza propia, analizar, sopesas, reflexionar.
 Esos miles, a la larga demostraron ser los peores.
Hoy están para “las busecas” fraternales, juntando colaboradores y ortivas con militantes decentes, como si para comer un buen plato y tomarse un vino solidario, fuera necesario andar con toda la vieja porquería, que mandaron un pueblo en cana y hoy se pavonean como “viejos combatientes” y están dispuestos a olvidar “cualquier cagada” porque no aguantan andar solos.
La confusión –es necesario ser justos “Y NO CORTAR DEMASIADO GRUESO”, como decíamos antes- era inducida. Fue inducida, para ser más exactos.
Fue inducida por los viejos jefes, que al año 85 se habían visto reducidos a cuatro, porqueAmodio Pérez estaba fuera de juego desde el año 72.
A ellos se agregó una mitología nueva, los “rehenes” para darle un poquito “mas de cuerpo” al relato mitológico, pero excluyendo del mismo a las mujeres. ESAS NO PODÍAN SER REHENES.
Lo determinaba EFH,que aprovechando la bolada “ejercía el derecho de pernada” con tanta botija apetecible –hija(s) además de compañeros- lo cual llevó a sus buenos quibebes.
Fue también la oportunidad de que se mostraran en el escenario, de los rehenes, alguno que además de rehén, era “colado” como fundador, “pieza fundamental” y hasta “dirigente histórico” que nunca fue.
Esos jefes que salieron inmediatamente a recorrer “el espinel” del exilio y de entre-casa, juntando adherentes, simpatizantes y mesnada útil para sus ulteriores planes, escucharon claramente los relatos “de lo que no sabían”, pero las revelaciones –de variadas fuentes, independientes unas de otras- eran de tal gravedad que decidieron “TAPAR TODO” porque la cosa era demasiado podrida. Implicaba demasiadas canalladas, delitos, ilegalidades, abusos de confianza, robos, y delaciones a variados niveles.
El “aparato” nunca quiso depurarse a sí mismo, encarar una discusión franca, les iba a muchos en ello su misma existencia política futura.
Los “seis puntos” carcelario habían dado ya lugar “a los celestes” (en eso de cambiar de caballo en medio de la corriente, los orientales, son pícaros redomados), algunos se mandaron el espiche traidor y miserabledel “Bar La Reina” (aplaudidos y alentados por el reformismo que necesitaba de esos tambaleantes apoyos para su política divisionista y sectaria de siempre), Sendic molestaba con su librito publicado en México, (no había sido “consultado” para podarlo de sus aspectos más urticantes) por el resto de los “jefes” que ya empezaban a debatirse entre sus aspiraciones reformistas latentes y sus expectativas políticas y, para colmo de los colmos, declinó su presentación conjunta con el resto de los jefes (argumentando problemas de salud que eran reales, su lengua seguía soldada al paladar) pero marcando también con su nota breve, (“ALGUNOS DIRÁN QUE SOY UN DESAGRADECIDO”) que había diferencias.
Después las cosas fueron más claras aún:
El Frente más amplio, para cerrar el paso al tradicionalismo blanqui-colorado, desalojar a las cúpulas burguesas de políticos profesionales de sus bases de apoyo ciudadano, y forjar una unidad popular “por los intereses materiales de las bases del pueblo trabajador” era una amenaza no solo a esas cúpulas, sino también a la cúpula frente-amplista donde el PC, concibió la “unidad” a la manera burocrática tradicional: controlando todo, con el “partido” o con los “sellos aliados” que eran todos manipulados.
Y finalmente el Plan por la Tierra y contra la Pobreza, que elevaba todos aquellos primeros pasos a un nivel superior, estructurando programáticamente lo que era absolutamente necesario y elevándolo al nivel de “campaña patriótica” para cerrarles de una vez todas las bocas a los politiqueros del neoliberalismo tradicional encarnado en los Sanguinetti, los Lacalle Herrera y los Jorge Batlle.
La Trilogía malsana de la corrupción generaliza pero “democrática” que asolaría el país en los próximos 20 años, inmediatamente después de la dictadura.
En todo ese largo ínterin- vueltas y contravueltas- se fue engendrando el “RELATO OFICIAL”  de la “democracia” como valor único, a-histórico y eterno, “VALOR SUPREMO” tan amplio que permitía reciclar asesinos y torturadores, evitar los juicios pertinentes, y hacer que la “parte civil” de la tiranía (los verdaderos beneficiarios y dueños de los medios de producción) pudieran evitar sus responsabilidades de entonces, los decretos y leyes que ellos producían (los militares por esa incultura general de los hombres de uniforme, estaban impedidos) y siguieran detentado la vieja riqueza y la nueva producida por las reformas neo-liberales que cerraron fábricas, talleres y bajaron el salario a niveles nunca antes contemplados
Fue “la vuelta” del clan de los Peirano. Con Pacheco antes y con “la democracia” después
Hace unos días (ver Página 12, edic. dig. del 19 de mayo del corriente mes y año) Edgardo Mocca, ha escrito en un artículo titulado “Agonía del Progresismo”, una excelente reseña de cómo se inserta el “progresismo” en este relato
 Despojado de sus connotaciones expresamente argentinas, el relato, sus líneas generales, es válido para el Uruguay.
 Nace de la frustración guerrillera y del derrumbe del Muro de Berlín, pero es capitaneado por los ideólogos neoliberales (la tecnocracia).
Y ese camión se subieron en Uruguay, los keynesianos tipo Astori, los restos de la comparsa burocrática reformista (manifiesto de los 26, el Confa, con sus figuras emblemáticas: el “renegado” Valenti, el intendente de Canelones, cierto intendente-obrero de brocha gorda del Este, etc., etc.) y no podían faltar al convite los “arrepentidos” de la guerrilla (EFH, Mujica, Agazzi, el antiguo “proletario” Bonomi, y la veleta ideológica de “La Tronca” Topolansky).
Entre todos estos reformistas, establecieron el “canon” de la Historia Oficial, aceptada por la burguesía dependiente uruguaya, que puso a su disposición para el “relato” -que les sirve y les viene como “anillo al dedo”- todos los medios de prensa y de difusión a su alcance. En algún artículo anterior hemos hecho su breve resumen.
 Es la historia de cómo unos jóvenes “revolucionarios” que querían cambiar “el mundo”, se dejaron de joder con “cambios, revoluciones y socialismo” y “sentaron cabeza”, se dejaron “de macanas”, hicieron la paz, con el “sistema”, se convencieron que el “anti-imperialismo” es un sueño utópico, y que el “capital financiero imperialista” los puede ayudar a forjar “el desarrollo”.
Milagrosamente no se desnucaron en la voltereta yahí están “VIEJITOS Y PACÍFICOS”, olvidando los muertos que antes enviaron al sacrificio “por los ideales” y disfrutando de los cómodos sillones y poltronas del espejismo del poder.
 Uno de ellos, levanta “su modo de vida austero”, en la chacra, como ideal supremo del bien vivir.
Sin preguntar si les gusta o les apetece, recomienda “el guiso” para “mis negritos”, mientras él se sirve del “etiqueta negra” y las frondosas parrilladas del “quincho” del “tuerto” Varela, todo regado con vinito del mejor. Pavadita “de austeridad” republicana y oriental!!!
Ese relato, no lo cambiará la oligarquía uruguaya por las presumibles “revelaciones” de Amodio Pérez.
 Saben de antemano, que todas las verdades que pueda decir, no han de cambiar mucho las grandes líneas.
Esas grandes líneas están en los archivos militares y los conocían de antemano.
Los tuvieron siempre a su disposición, porque los que los hicieron eran sus contertulios e informantes reservados y privados.
Durante más de 20 años dispusieron de ellos y los conocen a cabalidad.
 Los que no conocemos de sus arcanos y secretos bien guardados somos nosotros, los votantes de a pie, y es necesario que así sea porque si no se les derrumba todo.
Todo se integra en el “relatito” de la Historia Nacional. Desde Rivera y sus traiciones, a los “copetudos” de la Cisplatina que hacían de Celestina de sus propias hijas.
Desde “la Defensa de la Troya de América”  hasta “La Cruzada Libertadora” del degollador Venancio Flores, y la infame guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay.
Desde las revoluciones “por los derechos políticos” (que la inmensa mayoría no podía ejercer, por la condición de “peón a sueldo”, mujer, o no “propietario”) a la compra de la paz, con las tierras públicas que se enajenaban y  no pagaban.
 Desde la glorificación del “alto de Viera” a la degeneración y corrupción del batllismo que tan bien a radiografiado Carlos Real de Azua.
Desde los golpes de estado que Baltasar Brun resistía porque estaba “trastornado” (desde que se le cayó la columna de un palco en la cabeza), a la muerte del petiso Grauert gangrenado por las heridas recibidas y vendadas después para que el proceso de envenenamiento de la sangre marchara presuroso.
Desde el “golpe malo” (el de Terra) al “golpe bueno” (el de Baldomir, “machete mayor” de la tiranía y casado con su hermana).
 Desde el neo-batllismo de Luis Batlle Berres y su papel pívot en el Plata al servicio del Imperio (nos dotaron de los aviones a reacción, para la tarea).
Desde las marchas “Por la Tierra y con Sendic” a los dirigentes, referentes y “rehenes” transformados en defensores de la extranjerización y concentración de la tierra mientras los terratenientes están orondos y satisfechos porque nos acercamos (de 500 a 3.000 dólares la hectárea) a los niveles del Primer Mundo y “salvan” los “valores” acumulados por el despojo y el usufructo de las antiguas tierras públicas.
Todo ese relato “integrador”, tradicional en “la tacita del Plata”, la “Suiza de América”, el “paisito” no lo ha de modificar el Sr. Amodio Pérez y sus pataleos que “que no fue el único traidor”.
Que eso lo sabemos todos, los que estuvimos presos y no nos chupamos el dedo de las mentiras oficiales acuñadas en la versión tradicional del aparato.
Con la aparición de Amodio, cabe esperar en un futuro próximo un libro explicativo de sus verdades, que estamos convencidos no ha de modificar el panorama establecido hasta ahora.
Sin embargo tiene el mismo derecho que otros a decir sus escasas verdades, aunque estas molesten a una parte del aparato establecido y otras a la parte del aparato que perdió en las pujas internas del poder.
Los demás –PASADO LO QUE PASÓ- no tenemos nada que perder con sus testimonios, porque el aparato y los aparatistas, siguen siendo la gran rémora que limita y traba la forja de una conciencia popular contestataria al poder dominante.
Otra cuestión  es “EL FENÓMENO TUPAMARO” como obra de una generación que se enfrentó a toda la mitología oficial y burguesa, de que la “paz” y la “democracia” eran los únicos mecanismos para el avance y la justicia social.
A esa rebelión es a la que le temen los poderes establecidos, porque son los más consientes de que son una pequeña minoría, que basa su bienestar en la explotación de la inmensa mayoría que, por el momento, los tolera     .    

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