Brasil albergó un centro de formación de represores latinoamericanos
Brasil
albergó un centro de formación de represores de 1972 a 1989 para
capacitar a militares latinoamericanos, acusados o condenados por
crímenes y violaciones de derechos humanos durante los regímenes de
facto.
Creada en 1972 bajo el
gobierno del dictador Emilio Garrastazú Médici (1969-1974), la Escuela
Nacional de Informaciones (ESNI) era una instalación muy semejante a la
Escuela de las Américas, ubicada en Panamá y adoctrinada por Estados
Unidos.
Esa sirvió para entrenar a agentes y militares de la región en los métodos de torturas y represión.
Según una nota del
sitio digital del diario O Globo, la ESNI, situada en el Lema, zona del
sur de Rio de Janeiro próxima a la playa de Copacabana, enseñaba a
conducir interrogatorios, acosar, hostigar, penetrar en residencias sin
dejar vestigios y actuar contra grupos guerrilleros de izquierda.
Emilio Garrastazu Medici |
La instalación de
represión política adiestró a militares latinoamericanos hasta 1989,
cuatro años después del fin del régimen militar, con el gobierno de
transición de José Sarney
Una solicitud realizada
por el periódico brasileño, amparado en la Ley de Acceso a la
Información y Transparencia, permitió conocer que la ESNI ofreció 83
cursos durante 17 años de actividad, con el objetivo de mantener los
regímenes de facto, así como enfrentar a las organizaciones de
izquierda.
El centro formaba
agentes de seguridad e inteligencia, analistas y jefes de información, y
los textos se basaban en la experiencia de los represores brasileños y
en el combate contra guerrillas rurales locales.
El diario O Globo no
tuvo acceso a los nombres de los instructores de los cursos, pues la
Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin) no entregó los datos y alegó
que la información está clasificada como secreta por cuestiones de
seguridad nacional.
Empero, se conoció que
entre los promotores de la ESNI figura el brigadier Joao Paulo Burnier,
excomandante de la base aérea del aeropuerto internacional de Rio de
Janeiro acusado por la desaparición de Stuar Angel Jones, militante del
grupo armado MR-8, organización que luchó contra la dictadura militar de
1964 a 1985.
Se espera que la
Comisión Nacional de la Verdad, creada por la presidenta Dilma Rousseff,
saque a luz pública a los responsables de crímenes y desapariciones
durante la dictadura militar en Brasil y obligue al levantamiento de la
Ley de Amnistía, que impide la apertura de procesos contra violadores de
los derechos humanos.
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