Un sobreviviente de la dictadura afirmó que "la tortura es una sensación devastadora"
El titular de la delegación de la ANSES en Neuquén y ex diputado provincial, Raúl Radonich, sobreviviente del Centro Clandestino de Detención "La Escuelita, aseguró que "la tortura es una sensación devastadora", al declarar en el juicio a 23 represores acusados de violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura.
Radonich fue detenido en dos oportunidades en el año 1977 pero en la primera ocurrida en enero de 1977 fue trasladado a "La Escuelita" donde fue sometido a interrogatorios bajo tortura.
"Era una sensación devastadora, la cabeza se me rompía en mil pedazos, me hice un agujero en la lengua por las descargas eléctricas", relató.
"Acá vas a decir la verdad, toda la verdad, nada más que la verdad", le decían sus interrogadores porque explicó que "tenían una confianza ciega en los resultados de la tortura".
Radonich permaneció seis días en "La Escuelita" y al poco tiempo de recuperar su libertad fue detenido por fuerzas militares y trasladado a la Unidad 9 del Servicio Penitenciario Federal de Neuquén.
En declaraciones a la prensa, dijo que "las situaciones de cada uno hay que enmarcarlas en el contexto general. Ese contexto general es el terrorismo de Estado como herramienta para reformular, reestructurar, económica, social, política y culturalmente a un país".
"Las transformaciones que se generan por necesidades de los grupos de poder dominantes en ese momento y los grupos ligados a la renta financiera internacional no podían ser llevadas adelante sin la utilización del terrorismo de Estado", dijo.
Destacó la importancia de los juicios que se están realizando en la Argentina, al señalar que "implican una política de memoria, de verdad y de justicia, el ejercicio permanente de la memoria, las sentencias que van jalonando avances contra la impunidad, es lo que nos permite ir enfrentando situaciones porque lo que buscamos es la no repetitividad de este contexto que generó el Terrorismo de Estado".
Agregó que "en la medida que avanzamos en las sentencias, en el ejercicio de la memoria, con participación de las generaciones más jóvenes me parece que nos permite avanzar en consolidar y profundizar la democracia".
"Era una sensación devastadora, la cabeza se me rompía en mil pedazos, me hice un agujero en la lengua por las descargas eléctricas", relató.
"Acá vas a decir la verdad, toda la verdad, nada más que la verdad", le decían sus interrogadores porque explicó que "tenían una confianza ciega en los resultados de la tortura".
Radonich permaneció seis días en "La Escuelita" y al poco tiempo de recuperar su libertad fue detenido por fuerzas militares y trasladado a la Unidad 9 del Servicio Penitenciario Federal de Neuquén.
En declaraciones a la prensa, dijo que "las situaciones de cada uno hay que enmarcarlas en el contexto general. Ese contexto general es el terrorismo de Estado como herramienta para reformular, reestructurar, económica, social, política y culturalmente a un país".
"Las transformaciones que se generan por necesidades de los grupos de poder dominantes en ese momento y los grupos ligados a la renta financiera internacional no podían ser llevadas adelante sin la utilización del terrorismo de Estado", dijo.
Destacó la importancia de los juicios que se están realizando en la Argentina, al señalar que "implican una política de memoria, de verdad y de justicia, el ejercicio permanente de la memoria, las sentencias que van jalonando avances contra la impunidad, es lo que nos permite ir enfrentando situaciones porque lo que buscamos es la no repetitividad de este contexto que generó el Terrorismo de Estado".
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