Varios miles de personas se congregaron hoy en el cementerio berlinés de Friedrichsfelde en el tradicional homenaje a los líderes comunistas Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, asesinados hace 93 años por paramilitares de extrema derecha.
Entre los asistentes destacaban los presidentes de La Izquierda, Gesine Lötzsch y Klaus Ernst, así como su líder en el grupo parlamentario del Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán), Gregor Gysi, y el expresidente del partido y exministro de Finanzas en su etapa socialdemócrata, Oskar Lafontaine.
Hacia las diez y cuarto, unas mil personas con pancartas, según la policía, partieron desde la Puerta de Fráncfort hacia el Monumento a los socialistas en el cementerio de Friedrichsfelde.
El ambiente fue pacífico y la marcha no se vio interrumpida por antimanifestantes, al contrario de lo que se temía.
En el cementerio, las tumbas de Luxemburgo y Liebknecht quedaron cubiertas por un manto de claveles rojos.
Esta tarde, el teatro de la Volksbühne, en la plaza Rosa Luxemburgo, tiene previsto celebrar un evento titulado “Contra el poder de los bancos”, al que Lötzsch, Ernst, Gysi y Lafontaine confirmaron su asistencia.
Además, miembros del Taller de Historia de Berlín rebautizarán simbólicamente con el nombre de “Puente de Rosa Luxemburgo” un paso de peatones sobre el Landwehrkanal, el canal construido en Berlín a mediados del siglo XIX para aliviar la carga de circulación sobre el río Spree.
Desde ese puente, el cuerpo sin vida de la líder comunista fue arrojado el 15 de enero de 1919 al canal por miembros de los “Freikorps”, la milicia nacionalista de derechas que contribuyó a sofocar la revuelta espartaquista en Berlín.
Antes de ser asesinados, Luxembrugo y Liebknecht habían sido detenidos y torturados.
Luego lo hizo Hitler y más tarde las dictaduras sudamericanas,los EEUU,Francia,Gran Bretaña y otros colonialistas.
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