lunes, 2 de enero de 2012

¿BOTON O HEROE?

Al dia de hoy,nadie sabe quién lo mató

De los 314 asesinatos de ETA sin resolver, está el del médico argentino Suar Muro que además ya ha prescrito

El anuncio del cese definitivo de la violencia que realizó ETA a finales del año pasado fue un bálsamo que se quedó a medio camino para las familias de 314 .Son los casos sin resolver, aquellos que no tienen culpables, con nombre y apellido. Ese listado del dolor fue difundido antes de que acabara el año por la Fundación Víctimas del Terrorismo a partir de los datos que les aportó la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Y entre esas mujeres y hombres que murieron a manos de ETA , sin que nadie haya rendido cuentas ante los tribunales, está el único crimen que ha cometido en la provincia de Cádiz a lo largo de su historia.
Alfredo Jorge Suar Muro encontró la muerte en el lugar que había elegido para refugiarse de la dictadura de su país.
Otros dicen que huyó por haber denunciado compañeros de guerrilla.
Junto a su mujer abandonó Argentina para afincarse en España. Médico del penal --es curioso que un guerrillero acepte trabajar con carceleros--de El Puerto y con consulta en la antigua Residencia Zamacola de Cádiz, el 14 de octubre de 1983 recibió su última visita.
En esa epoca estaba aún latente la guerra de Las Malvinas.
Dos hombres lo sacaron de su despacho y lo condujeron a su vehículo, aparcado en las inmediaciones del recinto hospitalario. El relato de los testigos sirvió para reconstruir sus últimos minutos de vida. Algunas de esas miradas que se cruzaron no se percataron que estaban presenciando el preludio de un asesinato. No sería hasta horas después cuando unos trabajadores se dieron cuenta que el coche del médico estaba abierto y al acercarse, se encontraron con una escena dantesca. Suar Muro yacía muerto en el asiento del copiloto con un disparo en el cuello.
En un principio, confirmaron a este medio fuentes vinculadas a la investigación de la época, se atribuyó el asesinato a delincuentes comunes, después se sopesó la posibilidad de que se tratara de un atentado de los GRAPO, con fuertes lazos en la provincia. Pero fue ETA la que resolvió, a medias, la incógnita cuatro días después de la muerte del facultativo. En un comunicado que nunca se les olvidará a los funcionarios de prisiones, porque a partir de entonces se convirtieron en objetivo etarra, se atribuyó la atroz acción. Pero como siempre ha ocurrido con sus macabras notas, sin señalar a nadie en concreto.
Sin embargo,la hipótesis de que Alfredo Suar,fuera un agente de los servicios de inteligencia de la dictadura,implicado en un operativo en Malvinas,nunca se investigó.
La última vez que la familia de Suar Muro tuvo información sobre el caso fue cuando le confirmaron que había sido ETA.
Es curios que ETA jamás confirmó ni desmintió esto.Ni aún hoy.
Desde entonces, y ya hace más de 28 años de aquello, no hubo ningún indicio al que agarrarse y ninguna prueba que les anestesiara su dolor. El médico argentino que quiso echar raíces en Cádiz, pasó a engrosar una lista incómoda de asesinatos sin autores conocidos.
Hoy en día, la legislación española dice que la muerte de Suar Muro es un caso prescrito. El Código Penal establece 20 años, desde que se cometieron los hechos, como plazo máximo para saldar cuentas en los delitos más graves. Solo quedan fuera de la prescripción asuntos muy específicos como los crímenes de lesa humanidad, el genocidio o los atentados contra personas en un conflicto bélico.

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