China llora la muerte de Kim Jong-Il mientras Corea del Sur y EE UU se reúnen de emergencia
China confirmó que seguirá apoyando al nuevo régimenEl Gobierno chino, estrecho colaborador del régimen totalitario norcoreano, ofreció sus "profundas condolencias" y confirmó que seguirá apoyando al nuevo régimen para "salvaguardar la paz y la estabilidad", según señaló en la rueda de prensa diaria el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Liu Weimin.
Entre tanto, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, y el de EE UU, Barack Obama, mantenían una conversación telefónica en la que acordaban cooperar para hacer frente a la nueva situación, después de que el líder surcoreano participara en una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional.
Horas después de la reunión, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, anunció que Estados Unidos "sigue comprometido con la estabilidad en la península de Corea y la libertad y seguridad de sus aliados".
Por su parte, el ministro británico de Exteriores, William Hague, pidió al nuevo liderazgo de Corea del Norte que trabaje "por la paz y la seguridad en la región" y que participe en negociaciones para la desnuclearización de la península coreana.
Algo más cauto se mostró el responsable de Exteriores australiano, Kevin Rudd, que instó a los gobiernos de la región a mantener la calma ante la "ambigüedad e incertidumbre" provocada por la muerte de Kim Jong-il.
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, envió un mensaje de condolencia al nuevo líder norcoreano, Kim Jong-un, por la muerte de su padre, según informó el Kremlin.
Expectación en Asia
Los Gobiernos asiáticos se mantienen expectantes y apuestan por la prudencia a expensas de los nuevos acontecimientos que puedan producirse.
El Ejecutivo japonés inició este lunes una reunión de altos mandos de seguridad nacional para analizar la situación y pretende tratar el asunto con representantes de Estados Unidos, China y Corea del Sur. El ministro portavoz nipón, Osamu Fujimura, ofreció sus condolencias y espera que la muerte del dictador "no afecte a la paz y la seguridad en la península coreana".
Lee Myung-bak, presidente surcoreano, canceló todos sus actos oficiales y puso a su Gabinete en estado de emergencia, además de mantener con Obama la reunión anteriormente citada. El líder asiático puso también a todas las unidades del Ejército en estado de alerta tras la noticia, según la agencia Yonhap, y aumentó la vigilancia a lo largo de la frontera.
En esta línea de cautela se encuentra también Taiwán, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores formó un grupo especial de seguimiento de la situación en Corea del Norte y de la seguridad en el Asia Oriental.
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