
456 días cruciales para la Revolución
Hace 52 años ,en noviembre de 1959,un joven argentino,médico poco conocido,ante la fuga de dolares en una isla pequeña del Caribe llamada Cuba se hizo cargo del Banco Nacional.Cualquier parecido con cosas que pasan ahora en el país del argentino,no tiene ningun parecido con la realidad,salvo que siempre la gente amarroca dolares y se los lleva a la banca extranjera.
por Felipa Suárez y Alina Martínez Triay
“Eran las dos o las tres de la madrugada. Él tenía un ataque de asma muy fuerte, sin embargo en ningún momento se quejó de su enfermedad, de la hora o del cansancio. Nos impresionó el respeto y la delicadeza con que aquel hombre, que era historia viva, atendió nuestros problemas y nos dedicó incluso mucho más tiempo del que estaba previsto”.
Así recuerda Héctor Rodríguez Llompart, entonces viceministro de Relaciones Exteriores, su primera visita al Banco Nacional, adonde había sido citado por su presidente, el comandante Ernesto Guevara, nombrado para esa responsabilidad el 26 de noviembre de 1959.
Llompart, quien desempeñó varias décadas después ese mismo cargo, valora altamente y con conocimiento de causa los 456 días en que el Che estuvo al frente de las finanzas cubanas, una etapa de su existencia breve y tal vez por elloinsuficientemente divulgada pero no menos importante y decisiva en la consolidación del poder revolucionario, subraya nuestro entrevistado.
¿Qué situación se encontró el Che cuando fue designado presidente del Banco?
—Es conocido que uno de los principales objetivos de los enemigos de la Revolución, desde los primeros momentos, fue la desestabilización económica.
«El panorama que se encontró el Che era bien complejo: extracción de divisas del territorio nacional por parte de los adversarios del recién nacido proceso revolucionario; existencia de grandes sumas de dinero cubano en su poder dentro y fuera del país, lo que les permitía contar con abundante capital para sufragar los gastos de la contrarrevolución; la inseguridad y el riesgo que implicaba el hecho de que los billetes cubanos se imprimieran por empresas extranjeras fuera del control del Gobierno Revolucionario; y la banca comercial privada en manos de capitales extranjeros y cubanos subordinados a intereses foráneos.
«El propio Che caracterizó la situación del Banco Nacional en esos momentos, cuando expresó que todas las decisiones de tipo financiero del Gobierno Revolucionario estaban controladas por lo menos por un representante de los intereses financieros de Wall Street».
Era de esperarse entonces que su nombramiento fuera objeto de rechazo por parte de la reacción interna y del propio gobierno norteamericano…
—Por supuesto. Como sabían que se trataba de un defensor intransigente del proceso revolucionario, se dieron a la tarea de descalificarlo.
«El mismo día del nombramiento se presentó ante el presidente cubano Osvaldo Dorticós nada menos que el embajador de Estados Unidos para expresar su más enérgica protesta por la decisión de poner al comandante Guevara al frente del Banco Nacional.
«Circularon chistes con marcada intención contrarrevolucionaria, como aquel de que Fidel había preguntado por un economista y el Che, equivocado, pensando que se había pedido un comunista, había levantado la mano.
«Sin embargo el comandante Guevara demostró ser un comunista verdadero que a golpe de gran voluntad y talento llegó a convertirse en breve tiempo en un intelectual con profundos conocimientos, capaz de participar en debates económicos, de escribir decenas de artículos sobre el tema y hasta un libro: Apuntes críticos a la Economía Política.
«A los que cuestionaban la decisión de nombrar a un oficial rebelde y no a un experto como Presidente del Banco Nacional, Fidel les dio una respuesta tajante, cuando dijo: “para que nadie se llame a engaño; el Che no está ahí para hacer ninguna barbaridad, el Che está ahí igual que cuando lo mandamos a Las Villas a impedir que pasaran las tropas enemigas hacia Oriente; lo he mandado al Banco Nacional a impedir que se vayan las divisas y para que el parque que tenemos en divisas pues se invierta correctamente”».
¿Cómo cumplió el Che esa difícil misión?
—El comandante Guevara supo resolver en la práctica la compleja situación que encaró y dejó plasmadas en decretos y leyes las funciones correspondientes a un banco revolucionario. Entre las medidas por él adoptadas resaltan: el cierre de la fuga de divisas del país; la nueva Ley Orgánica del Banco reguladora del crédito público y privado, de las operaciones bancarias y monetarias como custodio de las reservas monetarias y de divisas, y único centro de ajustes y pagos del país; y la resolución nacionalizando las empresas bancarias norteamericanas y todas sus sucursales y agencias: The First National City Bank of New ork, The First National Bank of Boston y The Chase Manhattan Bank.
«La nacionalización de los bancos norteamericanos fue, en opinión del Che, un paso de avance en la conquista de la independencia económica absoluta por parte del pueblo de Cuba.
«Además durante su mandato se puso en vigor la Ley de Nacionalización de cuarenta y cuatro empresas bancarias privadas nacionales y sus 325 sucursales en todo el país, y una operación organizada en la mayor reserva y en cuyo planeamiento y organización el Che tuvo un papel fundamental, que fue la emisión de nuevos billetes con su firma para facilitar el canje de dinero, lo que finalmente se realizó siendo presidente del Banco el doctor Raúl Cepero Bonilla.
«El Che promovió además la salida de Cuba del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, y el rechazo a que nuestro país fuera miembro del Banco Interamericano de Desarrollo, organismos económicos internacionales servidores de los intereses financieros norteamericanos.
«En ese tiempo cumplió también otras importantes misiones vinculadas al cambio de mercados hacia los países socialistas ante el bloqueo comercial de los Estados Unidos y la creación del Ministerio del Comercio Exterior.
«El 23 de febrero de 1961 fue nombrado como ministro de Industrias. En menos de año y medio había cumplido ejemplarmente la compleja misión asignada».
¿Cuál considera que fue el legado del Che como presidente del Banco Nacional a quienes lo sucedieron en esa responsabilidad, especialmente a usted, independientemente de que las circunstancias fueran diferentes?
—Nos legó, no solo a los que ocupamos ese cargo, sino a todos los revolucionarios cubanos, entre otras muchas virtudes, su voluntad inquebrantable, el afán insaciable de superarse y el respeto, cariño y confianza en Fidel.
“Eran las dos o las tres de la madrugada. Él tenía un ataque de asma muy fuerte, sin embargo en ningún momento se quejó de su enfermedad, de la hora o del cansancio. Nos impresionó el respeto y la delicadeza con que aquel hombre, que era historia viva, atendió nuestros problemas y nos dedicó incluso mucho más tiempo del que estaba previsto”.
Así recuerda Héctor Rodríguez Llompart, entonces viceministro de Relaciones Exteriores, su primera visita al Banco Nacional, adonde había sido citado por su presidente, el comandante Ernesto Guevara, nombrado para esa responsabilidad el 26 de noviembre de 1959.
Llompart, quien desempeñó varias décadas después ese mismo cargo, valora altamente y con conocimiento de causa los 456 días en que el Che estuvo al frente de las finanzas cubanas, una etapa de su existencia breve y tal vez por elloinsuficientemente divulgada pero no menos importante y decisiva en la consolidación del poder revolucionario, subraya nuestro entrevistado.
¿Qué situación se encontró el Che cuando fue designado presidente del Banco?
—Es conocido que uno de los principales objetivos de los enemigos de la Revolución, desde los primeros momentos, fue la desestabilización económica.
«El panorama que se encontró el Che era bien complejo: extracción de divisas del territorio nacional por parte de los adversarios del recién nacido proceso revolucionario; existencia de grandes sumas de dinero cubano en su poder dentro y fuera del país, lo que les permitía contar con abundante capital para sufragar los gastos de la contrarrevolución; la inseguridad y el riesgo que implicaba el hecho de que los billetes cubanos se imprimieran por empresas extranjeras fuera del control del Gobierno Revolucionario; y la banca comercial privada en manos de capitales extranjeros y cubanos subordinados a intereses foráneos.
«El propio Che caracterizó la situación del Banco Nacional en esos momentos, cuando expresó que todas las decisiones de tipo financiero del Gobierno Revolucionario estaban controladas por lo menos por un representante de los intereses financieros de Wall Street».
Era de esperarse entonces que su nombramiento fuera objeto de rechazo por parte de la reacción interna y del propio gobierno norteamericano…
—Por supuesto. Como sabían que se trataba de un defensor intransigente del proceso revolucionario, se dieron a la tarea de descalificarlo.
«El mismo día del nombramiento se presentó ante el presidente cubano Osvaldo Dorticós nada menos que el embajador de Estados Unidos para expresar su más enérgica protesta por la decisión de poner al comandante Guevara al frente del Banco Nacional.
«Circularon chistes con marcada intención contrarrevolucionaria, como aquel de que Fidel había preguntado por un economista y el Che, equivocado, pensando que se había pedido un comunista, había levantado la mano.
«Sin embargo el comandante Guevara demostró ser un comunista verdadero que a golpe de gran voluntad y talento llegó a convertirse en breve tiempo en un intelectual con profundos conocimientos, capaz de participar en debates económicos, de escribir decenas de artículos sobre el tema y hasta un libro: Apuntes críticos a la Economía Política.
«A los que cuestionaban la decisión de nombrar a un oficial rebelde y no a un experto como Presidente del Banco Nacional, Fidel les dio una respuesta tajante, cuando dijo: “para que nadie se llame a engaño; el Che no está ahí para hacer ninguna barbaridad, el Che está ahí igual que cuando lo mandamos a Las Villas a impedir que pasaran las tropas enemigas hacia Oriente; lo he mandado al Banco Nacional a impedir que se vayan las divisas y para que el parque que tenemos en divisas pues se invierta correctamente”».
¿Cómo cumplió el Che esa difícil misión?
—El comandante Guevara supo resolver en la práctica la compleja situación que encaró y dejó plasmadas en decretos y leyes las funciones correspondientes a un banco revolucionario. Entre las medidas por él adoptadas resaltan: el cierre de la fuga de divisas del país; la nueva Ley Orgánica del Banco reguladora del crédito público y privado, de las operaciones bancarias y monetarias como custodio de las reservas monetarias y de divisas, y único centro de ajustes y pagos del país; y la resolución nacionalizando las empresas bancarias norteamericanas y todas sus sucursales y agencias: The First National City Bank of New ork, The First National Bank of Boston y The Chase Manhattan Bank.
«La nacionalización de los bancos norteamericanos fue, en opinión del Che, un paso de avance en la conquista de la independencia económica absoluta por parte del pueblo de Cuba.
«Además durante su mandato se puso en vigor la Ley de Nacionalización de cuarenta y cuatro empresas bancarias privadas nacionales y sus 325 sucursales en todo el país, y una operación organizada en la mayor reserva y en cuyo planeamiento y organización el Che tuvo un papel fundamental, que fue la emisión de nuevos billetes con su firma para facilitar el canje de dinero, lo que finalmente se realizó siendo presidente del Banco el doctor Raúl Cepero Bonilla.
«El Che promovió además la salida de Cuba del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, y el rechazo a que nuestro país fuera miembro del Banco Interamericano de Desarrollo, organismos económicos internacionales servidores de los intereses financieros norteamericanos.
«En ese tiempo cumplió también otras importantes misiones vinculadas al cambio de mercados hacia los países socialistas ante el bloqueo comercial de los Estados Unidos y la creación del Ministerio del Comercio Exterior.
«El 23 de febrero de 1961 fue nombrado como ministro de Industrias. En menos de año y medio había cumplido ejemplarmente la compleja misión asignada».
¿Cuál considera que fue el legado del Che como presidente del Banco Nacional a quienes lo sucedieron en esa responsabilidad, especialmente a usted, independientemente de que las circunstancias fueran diferentes?
—Nos legó, no solo a los que ocupamos ese cargo, sino a todos los revolucionarios cubanos, entre otras muchas virtudes, su voluntad inquebrantable, el afán insaciable de superarse y el respeto, cariño y confianza en Fidel.
Cuando le fue encomendada la presidencia del Banco Nacional de Cuba, el Che le manifestó al profesor, ya fallecido, Salvador Vilaseca, que cuando la Revolución asignaba una responsabilidad había que cumplirla, y hacerlo bien.
Fueron muchos los recuerdos atesorados por este en su relación con el Che, entre los cuales resalta uno demostrativo de que para el legendario comandante hacer las cosas bien no solo se trataba de aplicar las medidas administrativas necesarias, sino pensar también en el hombre. Relató Vilaseca que entre febrero y junio de 1960 fueron liquidados el Banco de Desarrollo Social (BANDES), la Financiera Nacional y el Banco de Comercio Exterior, instituciones paraestatales creadas por el tirano Fulgencio Batista con fines de lucro personal. Preocupado por el destino de sus trabajadores, el comandante Guevara dispuso su reubicación en otros organismos, y en cada despacho su principal objetivo era conocer si ya todos tenían un nuevo puesto de labor.
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