Superman no quiere ser ciudadano estadounidense
Superman está cansado de que se manipulen políticamente sus acciones. Sobre todo, no quiere ser visto como un "corre ve y dile" de la Casa Blanca. Para ello, no se le ha ocurrido nada mejor que convertirse al internacionalismo y, de paso, renunciar a su condición de ciudadano estadounidense.
Desde los años 30, el superhéroe venía luchando por "la verdad, la justicia y la forma de vida estadounidense". Pero ahora "ya no son suficientes". "El mundo es demasiado pequeño y está demasiado interconectado".
La gota que colmó el vaso de su paciencia fue que, después de asistir a una manifestación en Teherán (como mero espectador y sin intervenir), el gobierno de Irán lo acusó de un "acto de guerra" y de actuar "en nombre del presidente de EE.UU.".
"Pretendo hablar ante Naciones Unidas mañana e informarles que renuncio a la ciudadanía estadounidense (…). Estoy cansado de que mis acciones sean interpretadas como un instrumento de la política de EE.UU.", explica el personaje en el número 900 de las historias de Superman, a la venta desde el pasado miércoles.
"Falta de patriotismo"
Aunque en la historieta el asunto quedó en una declaración de intenciones, las palabras puestas en la boca de Superman por DC Comics no pasaron desapercibidas.
Seguidores y, sobre todo, medios de comunicación y comentaristas de tendencia conservadora, lo acusan de "falta de patriotismo".
Jonathan V. Last escribe en The Weekly Standard que se trata de "la mayor tontería que DC Comics podía hacer", al tiempo que insistió en que lo "único realmente interesante del personaje es su devoción completa a EE.UU. que establece sus límites morales".
"¿Cree en el intervencionismo británico o en la neutralidad suiza? (…). Si Superman no cree en EE.UU., entonces tampoco cree en nada".
Tampoco faltan las críticas del público en general, como John Dallas, que escribe en el foro abierto por The New York Times que se trata de algo "patético". "¿Los guionistas no podían haber hecho algo mejor?", se pregunta.
Otros aprovechan para recordar que en la próxima película de Superman, el protagonista será un actor británico, Henry Cavill.
Ni falta, por supuesto, el sentido del humor entre quienes hablan de que Superman en realidad se ha visto obligado por quienes le exigían que presente su certificado de nacimiento, en alusión a la polémica levantada en torno al del presidente Barack Obama.
Y es que tal vez sea necesario recordar que Superman no es otra cosa que un inmigrante –interplanetario en su caso– pues no nació en EE.UU. Llegó desde el planeta Kripton hasta Kansas, donde fue adoptado por la familia Kent.
Héroe transnacional
El autor de la polémica historieta del número 900 es David S. Goyer, quien además es el guionista de la que será la nueva película del superhéroe y que se empezará a filmar en los próximos meses.
La explicación que ofrece The Hollywood Reporter es que Superman –más bien la editorial– pretende consolidarse como un personaje trasnacional que atraiga más audiencia en todo el mundo.
En ese sentido, coinciden los responsables de Action Comics, Jim Lee y Dan DiDio, defendieron que "Superman anuncia su intención de centrarse en asuntos globales en su inacabable batalla, pero queda, como siempre, su compromiso a su hogar adoptivo y sus raíces como alguien que ha crecido en una granja de Kansas".
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