Informe revela más de 51,000 desapariciones en Colombia
Por GERARDO REYES
Colombia es el país de América Latina con el mayor número de desapariciones forzadas, superando las estadísticas de la guerra sucia en Argentina y la dictadura chilena, según un informe de dos organizaciones no gubernamentales de Washington.
De acuerdo con el reporte Rompiendo el silencio, hasta noviembre de este año las estadísticas del gobierno de Colombia registran más de 51,000 desapariciones, cifra que incluye a personas que podrían estar vivas, en tanto que la Fiscalía General habla de más de 32,000 "desapariciones forzadas''.
El saldo en Argentina fue de 30,000 y en Chile de 3,000.
"Colombia tiene uno de los índices de desapariciones forzadas más altos del mundo'', concluyó el estudio preparado por Latin America Working Group Education Fund y US Office on Colombia.
El reporte señala que el fenómeno de los desaparecidos en Colombia no ha recibido la atención que merece por una cruel ironía: "El número de víctimas de asesinatos, masacres, homicidios y bajas en combate -- en los que existen cuerpos -- es tan alto que las desapariciones quedan fuera del foco de interés''.
Agregó que ha contribuido también a esta falta de notoriedad del drama "la habilidad del gobierno en proyectar una imagen de éxito'' del país.
No obstante reconoce que desde el 2007 el gobierno ha mejorado el sistema de registro de las desapariciones forzadas.
Aunque hay casos que se remontan a 1938, el estudio se concentra en tres décadas que van desde los desaparecidos en la recuperación militar del Palacio de Justicia en 1982, hasta los "falsos positivos'', un escándalo que estalló el año pasado. Los falsos positivos son ejecuciones de civiles atribuidas a las fuerzas militares en las que las víctimas son presentadas como guerrilleros muertos en combate.
Entre las víctimas más frecuentes, indicó el estudio, hay defensores de derechos humanos, sindicalistas, afrocolombianos, indígenas, y niños y adolescentes de zonas rurales en conflicto.
"A las desapariciones forzadas se las ha utilizado como una herramienta para controlar comunidades y silenciar el disenso eliminando a los dirigentes de movimientos sociales, organizaciones comunitarias y de la oposición política, e infundiendo miedo entre las familias de las víctimas, comunidades y organizaciones'', indicó el estudio que contó además con el apoyo de la fundación Open Society.
No sólo las fuerzas militares y paramilitares son las señaladas de estar detrás de las desapariciones. A las guerrillas también se les atribuyen esta modalidad y múltiples asesinatos.
Según el estudio, el número de desapariciones aumentó entre 1993 y el 2003, disminuyó entre el 2004 y el 2006 y luego aumentó a más del doble en el 2007, "disminuyendo levemente pero manteniéndose en un porcentaje considerablemente alto hasta la fecha''.
El Nuevo Herald no logró comunicarse el lunes con la portavoz de la vicepresidencia de Colombia, oficina que tramita los temas de derechos humanos.
El reporte toca un tema controversial: el cementerio de La Macarena en el departamento del Meta, centro de Colombia. El cementerio está ubicado cerca de las instalaciones de la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA) del Ejército y fue un tema de polémica entre el gobierno del presidente Alvaro Uribe y organizaciones de derechos humanos en torno a la identidad de quienes están allí enterrados.
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