La
inesperada capacidad de maniobrar de tres satélites secretos rusos
demostrada tras años de inactividad alarmó a los expertos espaciales
entrevistados por el medio estadounidense The Daily Beast.
Los tres
aparatos, lanzados entre 2013 y 2015 y controlados por el Ministerio de
Defensa de Rusia, permanecieron inactivos en la órbita terrestre hasta
2017, cuando repentinamente empezaron a cambiar su trayectoria,
demostrando una habilidad "extraña" para un aparato espacial de pequeño
tamaño, escribe el autor de la nota, David Axe.
La
capacidad de maniobrar libremente en la órbita dejó a los expertos
"rascándose la cabeza" mientras los únicos que conocen la misión de
estos misteriosos aparatos "son el Gobierno ruso y, tal vez, el
estadounidense, que guardan silencio".
Los
satélites maniobrables de la serie Kosmos —dotados con códigos numéricos
2491, 2499 y 2504— pueden ser avanzados prototipos o "precursores de
armas espaciales", tal y como especulan los expertos consultados por The
Daily Beast.
"Probablemente,
es posible equiparlos [los aparatos espaciales] con láseres o algunos
explosivos. En este sentido, al acercarse a otro satélite podrían
dañarlo", opinó Anatoly Zak, citado por el medio.
No
obstante, el historial de las maniobras de estos aparatos espaciales,
que se acercaron en varias ocasiones a las etapas de cohetes usadas que
orbitan la Tierra, parece indicar que su función es la de satélites de
inspección, un concepto bien conocido por las industrias espaciales de
varios países.
Además,
el concepto de los aparatos orbitales maniobrables no es algo nuevo en
EEUU. Recientemente, la misteriosa nave espacial no tripulada X-37B
regresó a la Tierra tras pasar 718 días en órbita y batir el récord de
permanencia en el espacio para este tipo de aeronaves.
El punto de vista ruso
Los tres
aparatos espaciales mencionados no reciben mucha cubertura mediática por
parte de la Defensa rusa o Roscosmos. El Kosmos-2499 está clasificado
como "un satélite militar con capacidad de maniobrar", mientras que los
objetivos de los otros dos no han sido revelados.
Los
aficionados a la cosmonáutica rusos coinciden en afirmar que se trata de
satélites de inspección destinados a acercarse a otros aparatos
espaciales —rusos o extranjeros— para hacer fotos y analizar su estado.
Otra
versión popular es la que defiende que son prototipos de propulsores
destinados a los satélites más pequeños. Esta opinión se apoya en que
las capacidades demostradas son mayores que las de los motores de plasma
o iónicos, caracterizados por una capacidad de desplazamiento mucho
menor que la exhibida por los tres satélites. Por lo tanto, podrían ir
equipados con alguna versión de motor movido por un combustible líquido
de nueva generación.
Finalmente,
los satélites en cuestión podrían estar realizando pruebas de cara a la
reparación, reabastecimiento o extracción de la órbita de los aparatos
más anticuados.
Sea cual
fuere su objetivo real, según comentó en 2014 el jefe de Roscosmos en
aquel momento, Oleg Ostápenko, los aparatos en cuestión tienen usos
pacíficos y no son 'satélites agresivos'.
El mismo
The Daily Beast agrega que para destruir un satélite "es mucho más fácil
generar interferencias intencionadas o atacarlo con un misil que
maniobrar otro aparato en la órbita", en palabras del experto espacial
Brian Weeden.
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