Yemen. La batalla de Hodeida

Pascal Le Pautremat

La guerra en Yemen parece estar en un punto de inflexión, con la batalla que se libra en torno a la ciudad portuaria de Hodeida. De su resultado, depende una salida de la crisis que los actores internacionales desearían rápido y sin una violencia sobreabundante que ya dejó un trauma terrible en el país. Sin embargo, la conferencia internacional que se celebrará en París el 27 de junio no tuvo lugar, y se redujo a una reunión por la tarde entre expertos y representantes de varias agencias de la ONU.

D AY 2014, una nueva guerra continúa en Yemen . Un país situado en el sur de la Península Arábiga, con una superficie de 528 000 km2, con 28,3 millones de habitantes [ 1 ] . Los partidarios del presidente yemení Abd-Rabbou Mansour Hadi, elegidos en febrero de 2012 pero exiliados en Arabia Saudita, se oponen a los houthis. Estos rebeldes chiíes que, a principios de la década de 2010, se habían unido a los partidarios del ex presidente Saleh, antes del asesinato en 2017.

Teniendo en cuenta que los Huzis son apoyados por Irán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos puso en marcha el 25 de marzo de 2015, la Operación Decivise tormenta ( Al-Hazm Asfirat ). Reportando a una coalición sunita respaldada por los Estados Unidos, esta operación conjunta masiva apoya a las fuerzas leales del presidente Hadi y está trabajando para restablecer el estado de derecho en el país. Pero los europeos también podrían actuar de manera más incisiva para poner fin a esta guerra, que está arruinando cada vez más a un país ya debilitado por décadas de disturbios.

Las motivaciones de seguridad de los Emiratos Árabes Unidos

En el terreno, los EAU juegan un papel principal. Y los líderes de Emirati están motivados por el deseo de actuar significativamente en varios frentes. Primero, para Abu Dabi, es imperativo restaurar una situación política, económica y social estable en Yemen. Entonces, parece estratégico contener las inclinaciones houthic cuyo juego de desestabilización, en este extremo peninsular, se vuelve desastroso. Esto plantea, de hecho, recelos regionales compartidos sobre el riesgo de consolidación de un polo de influencia chií, adquirido en la geopolítica de Irán . Finalmente, es para contribuir al desgaste de la amenaza yihadista, tomada con la mayor seriedad.

Entre operaciones de combate ...

Mientras que la coalición árabe persigue estas operaciones durante más de tres años, el proceso parece haber alcanzado un hito 13 de junio de, 2018, con el inicio de la batalla del puerto estratégico Hodeida de casi 400 000 (200 000 habitantes además en su entorno), ubicado a 230 km de Sanaa. Hodeida, la puerta de entrada para el 80% de las importaciones de energía y alimentos del país , ha estado en manos de la rebelión Houthi desde 2014.

El 19 de junio de 2018, la batalla resultó en la recuperación del aeropuerto de Hodeida, ubicado a 8 km de la ciudad, después de una operación de 7 días de fuerzas terrestres combinadas yemeníes y emiratíes. , apoyado por los ataques aéreos saudíes. Los estrategas de las fuerzas emiratíes, dentro de la coalición sunita, sin duda han tenido éxito en la fase inicial de la ofensiva al llegar a los suburbios al sur y al oeste de la ciudad, a través de una rápida progresión de unidades de combate a lo largo de la costa.

Uno puede desear, por el momento, la batalla de Hodeida - que hizo de hecho cerca de 350 muertes en esta etapa, sobre todo milicia Houthi - no se balancee en casos de largas y tediosas batallas urbanas extendido durante varios meses, con desastrosas consecuencias humanas y materiales. Estos incluyen, por ello, las batallas de Faluya (en 2004 sino también en 2013 y 2016), o la batalla de Mosul a octubre 2016-julio 2017.

Junto con las operaciones, el enviado de la ONU a Yemen, Martin Griffiths continuó en los últimos días, sus reuniones con diversas partes interesadas para tratar de encontrar una opción saludable para prevenir cualquier agravamiento de los enfrentamientos. Los Emiratos Árabes Unidos no han dejado de apoyar oficialmente esta empresa a través de la voz de su Ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Anwar Gargash. Este último, el 23 de junio de 2018, especificó que las acciones militares de la coalición se llevaron a cabo " [...] con moderación y responsabilidad". La milicia houthi, que es rehén de la ayuda humanitaria y la población, debe retirarse incondicionalmente del puerto y la ciudad [...] La coalición logrará su objetivo de liberar la ciudad y el puerto.[...] La información sobre la presencia de francotiradores y el almacenamiento de armas en los barrios de Hodeida es otro argumento para exigir la retirada incondicional de los rebeldes. Los civiles no deberían ser utilizados como escudos humanos

... intentos de compromiso y preocupación por la situación de salud

Antes de las operaciones de combate, las autoridades de los EAU, en correlación con los representantes de la ONU, no habían renunciado a las soluciones de conciliación. Por lo tanto, habían comenzado las discusiones, que seguían siendo vanas, con los houthis para que aceptaran influir en su posición dejando el puerto de Hodeidah en libre acceso. Ante su negativa al final, las operaciones de coacción se reanudaron. Por sus conquistas del área urbana, las tropas de la coalición lograron romper los vínculos logísticos de los paramilitares Houthi entre Hodeida y su centro neurálgico de Sanaa.

En cuanto a Francia , su función, a petición de los Emiratos Árabes Unidos, podría dar lugar a misiones de remoción de minas que son particularmente valiosas para la reapertura del puerto a las actividades económicas a largo plazo. Los houthis, seguidores de las guerrillas urbanas, de hecho han socavado en gran medida el puerto como la ciudad. En este caso, para las fuerzas de la coalición y los potenciales socios europeos, se trata de romper la denegación de acceso a una ciudad cuya recuperación puede salvar la vida de la población. Francia ha cerrado su embajada en Yemen desde el 13 de febrero de 2015, pero el embajador Christian Testot es de Riad y sigue activo en las negociaciones con los líderes rebeldes houthi.

Nadie tiene interés en un deterioro brutal de la situación, poniendo unidades de la coalición en manos de los paramilitares móviles, utilizando francotiradores, una táctica de atrapar pistas y hogares, a riesgo de un estancamiento para una reconquista de la ciudad que se volvería, por lo tanto, tedioso e inevitablemente más letal. Y la gestión inevitable de la avalancha de civiles que intentaban abandonar las instalaciones solo agravaría la situación. El éxodo episódico de poblaciones en peligro ya se ha observado en el área de Hodeida en las últimas semanas.

Por lo tanto, los Emiratos Árabes Unidos desean que esta victoria, que sería un éxito táctico indudable, se amplíe y permita la llegada masiva de ayuda humanitaria que se ha convertido en urgente. El acceso al puerto de Hodeida es, por lo tanto, crucial, al igual que los puertos de Ras Isa y Salif, ubicados más al norte. Más de 22 millones de personas se encuentran en estado de peligro sanitario y dependen de ayuda externa de emergencia.

El peso del jihadismo y los dogmas esclerosantes

Junto a esta confrontación principal, otros actores complican la situación: las tribus secesionistas del sur, por una parte, las organizaciones islámicas - AQAP (Al Qaeda en la Península Arábiga) y el Estado islámico o Daech - de otra parte. Desde 2014, el SI se ha beneficiado de la guerra civil para establecer su propia estructura en Yemen, bajo la dirección del saudí Bilal al-Harbi, para extender su política letal. AQAP y Daech, proto-estados que compiten a pesar motivaciones similares yihadistas, disfrutar de su propia guerra influencia regional, particularmente en la provincia de Hadramout, al tiempo que demuestra las capacidades reales de molestia a través de ataques dirigidos. Es en marzo de 2015 que Daesh comete sus primeros ataques en Yemen al atacar dos mezquitas en la capital, Saná.

Esta repetición de la amenaza islámica , obviamente, debe ser otra razón para promover la sinergia internacional para su erradicación. La Unión Europeapodría participar significativamente en esta área, mientras todavía lucha por forjar una sólida línea de política exterior .

Si se desea una verdadera relajación dogmática en la región, la clave inicial es un nuevo enfoque de las relaciones israelo-iraníes. De hecho, los líderes israelíes deben reconsiderar el reflejo de armarse en el prisma de la seguridad; reflejo ciertamente comprensible pero contraproducente en el ámbito internacional, a mediano y largo plazo. Tanto porque es explotado por sus detractores como porque se enorgullece de cualquier posibilidad de compromiso.

Al criticar constantemente el régimen iraní , lo que les hace bien, Teherán y Tel Aviv tienen todavía todas las capacidades para ofrecer un piso política regional, ahora estancado. Al fomentar una nueva era de diálogo, los dos países pueden comenzar una disminución gradual que podría ser útil incluso en la crisis yemení. Aunque para distintas intensidades, los vínculos entre Irán y Hamas (Franja de Gaza), Hezbolá (Líbano) y los Huzis, podían abandonar transformado.

Los Emiratos Árabes Unidos , por lo tanto, podrían centrarse en la lucha contra el jihadismo que gangrena número de territorios a las fronteras de Libia. Mostraron a este respecto, y en varias ocasiones, una eficacia real y saludable de la intervención, como lo demuestra, por ejemplo, sus operaciones aéreas desde territorio egipcio en agosto 2014 contra las posiciones de los grupos yihadistas, en particular depósito de municiones, vehículos y lanzacohetes.

En el caso yemení, las Naciones Unidas (ONU) quieren, en cualquier caso, la reanudación de las negociaciones de paz en julio de 2018 y un paso significativo hacia el final de una crisis que ya ha causado la muerte de más 10,000 muertos, incluyendo casi 6,000 civiles.

*Doctor en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales. Presidente de Actiongeos