jueves, 14 de diciembre de 2017

EL PALO DE AMASAR ERA LA MEJOR DEFENSA FEMENINA


El arma letal del Neolítico

  • Dos investigadoras de la Universidad de Edimburgo estudian el efecto del ‘Thames Beater’ contra unas esferas que simulan cabezas humanas
El arma letal del Neolítico
Las investigadoras reconstruyeron el ‘Thames Beater’ (University of Edinburgh)

Lo conocen como el Thames Beater y fue descubierto en el barrio londinense de Chelsea en la década de 1990. Es un palo grueso de madera de 1,2 kilos tallado en el siglo IV antes de Cristo que se encontró durante laexcavaciones de una depósito de turba (carbón ligero) cerca del río Támesis. El poder destructivo de ese arma nunca se había probado hasta que a dos investigadoras de la Universidad de Edimburgo decidieron descubrir cuánto daño podía provocar. El resultado fue demoledor.
Con un solo golpe del mazo, un cráneo humano se partía completamente. Para testear la eficacia de este bate que parece de cricket, Meaghan Dyer Linda Fibiger construyeron unas esferas de hueso sintético a las que golpearon sin piedad. El objetivo era tener una muestra empírica de las fracturas que podrían provocar el arsenal bélico del Neolítico.
Con un solo golpe del mazo, un cráneo humano se partía completamente
“Numerosos esqueletos humanos del período neolítico europeo, que aproximadamente duró desde el año 7.000 al 2.000 a.C., presentan fracturas que indican violencia. Pero la dificultad para identificar las lesiones intencionadas limitaba a los arqueólogos para analizar la naturaleza de esa violencia durante la prehistoria”, apunta el estudio publicado en la revista Antiquity .
Así que, a partir de los fragmentos del Thames Beater -una paleta ancha, un mango estrecho y un pomo-, construyeron una réplica para aportar luz a la problemática. “El análisis aporta una percepción precisa de los efectos de diferentes golpes en las lesiones craneales”, apuntan.
Un hombre fuerte, de 30 años,golpeó dos 'cabezas' con el pomo del bate y otras dos con la pala
Un hombre fuerte, de 30 años,golpeó dos 'cabezas' con el pomo del bate y otras dos con la pala (University of Edinburgh)
El sitio donde se encuentran los huesos a veces puede dar pistas sobre la causa de las heridas. Si los cuerpos se encuentran en medio de un campo de batalla, es de suponer que las víctimas son producto del choque. La cuestión es qué pasa con aquellos restos que se hallan aislados. Y con las armas del Neolítico el estudio es incluso más complicado, porque la madera tiende a descomponerse.
“Muy pocos bates de madera han sobrevivido hasta nuestros días, por lo que el Thames Beater presentaba una rara oportunidad”, explican. Los científicos construyeron una simulación precisa de la cabeza humana, utilizando materiales para simular la piel, el cráneo e incluso el cerebro.
Estudiar armas del Neolítico es complicado porque la madera tiende a descomponerse
Hicieron hasta cuatro “calaveras” de poliuretano para realizar distintas pruebas y las cubrieron con un material de goma para simular la piel. Luego llenaron el interior con gel balístico -usado por agencias de investigaciones gubernamentales y privadas para imitar a la carne humana- para representar la materia del cerebro. “Una esfera vacía no se fracturaría de la misma forma que un cráneo humano”, apuntan las investigadoras.
Dyer y Fibiger incluso reclutaron a un carpintero para construir la réplica más exacta posible del Thames Beater. El especialista la hizo utilizando madera de aliso, igual que el original. Además, trató de acercarse lo máximo posible al peso, la fuerza y ​​las propiedades físicas del bate neolítico.
Las heridas que dejó la maza eran casi idénticas a las de un cráneo hallado en un sitio neolítico en Austria
Las heridas que dejó la maza eran casi idénticas a las de un cráneo hallado en un sitio neolítico en Austria (University of Edinburgh)
Con todo el material preparado, las investigadoras reclutaron a un hombre fuerte, de 30 años, para que golpeara los cráneos con el arma. A dos de ellos los machacó de un solo golpe, pegando tan fuerte como pudo con la parte ancha. A los otros dos los trituró pese a atacar con el pomo.
Las heridas que dejó la maza eran casi idénticas a las de un cráneo hallado en un sitio neolítico en Austria, que se determinó que había sido víctima de un conflicto violento. ”Las fracturas provocadas por los golpes se parecen mucho a ejemplos de traumatismo por fuerza contundente relacionados con la violencia en el registro osteológico neolítico”, dice el artículo publicado.
”La morfología de la fractura, sus bordes y la forma de los fragmentos desplazados producidos en ambas esferas craneales coinciden muy estrechamente con los traumatismos vinculados a los palos de madera”, añaden. Sus resultados avalan la hipótesis de que los palos de madera eran un arma letal común en el Neolítico.

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